𝐋𝐎𝐒 𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊

44 ϟ Manos a la obra

 —¿Y? —apuro Issa viendo como Tonks era abrazada por Remus mientras todos los Weasley, junto con Hermione y Harry, miraban expectantes.

Ellos habían ido de visita porque tenían una noticia importante que darles, pero por ahora solamente los habían sentado y ni una palabra sobre aquello había sido soltada, aunque la pregunta de la joven hizo que la metamorfaga mirara con una sonrisa al hombre lobo.

Se podía notar el amor y la emoción en sus ojos.

—Nos vamos a casar —soltó de golpe, y el lugar salto en aplausos y exclamaciones.

—¡Felicitaciones! —se levanto Issa del sillón al tiempo que Remus soltaba a su futura esposa para dejar que recibiera el efusivo abrazo de su pariente—. Me alegro mucho por ti —dijo en medio del abrazo y Tonks la envolvió con más fuerza.

—Gracias —sonrió mirándola a los ojos—. Sabes que eres importante para mi, no quiero hacer una gran ceremonia, pero ese día te considerare mi madrina.

Ella la miro sorprendía y después asintió tragando la alegría que sentía.

—Me halagas, y si, estaré ahí, ¡somos familia! —sonrió para pasar a felicitar a Remus mientras las demás chicas pasaban a festejar con Tonks.

Esa boda sería como un oasis en medio del caos de la guerra. Levantaría los espíritus y permitiría que se relajaran aunque fuera por un par de horas, pero hasta ese especial día, Issa, tenía que realizar una tarea pendiente: buscar el horrocrux que había escondido.

Cerca de la fecha del casamiento, y aún más cerca del cumpleaños de Harry, la Black se excuso y partió a la antigua casa de su padre con el conocimiento de sus amigos sobre lo que iba a hacer allí. Se apareció frente a esta y entró de manera rápida por si había algún enemigo vigilando. Camino frente al cuadro tapado de su abuela y miro la chimenea, con la cual se extraño al notar que estaba abierta, ya que estaba casi segura de que la habían bloqueado cuando se fueron la última vez. Issa la señalo con la varita y la cerro para evitar invitados indeseados, y entonces siguió con su camino abriendo una puerta para mirar la habitación con todo el árbol genealógico de los Black. Despacio se acerco a donde estaba Sirius y sonrió con nostalgia frente al circulo quemado donde debería estar su rostro, para, luego, desviar la vista a la figura de su padre. Levanto una mano y acaricio despacio su imagen al tiempo que su mirada se desviaba al nombre de su madre, la cual no tenía ningún tipo de imagen al no ser de la familia Black. Con el corazón algo acelerado, descendió bajo un poco y leyó su nombre junto con el de su hermano. La Black se pregunto si hubiera sido borrada del árbol al igual que Sirius y Andrómeda en el caso de que Walburga continuara viva y supiera la verdad, aunque después bajo la cabeza al saber muy bien esa respuesta y negó con un bufido.

Se obligo a dejar las divagaciones y salió de la habitación para aparecerse en el piso que necesitaba viendo la placa en una de las puertas.

—R.A.B.

Entro mirando el cuarto que nunca cambiaba, o cambiaría, y se acerco a un mueble señalando un cajón para empezar a murmurar unas palabras, de manera lenta una luz azul oscuro saliendo de la punta de su varita. La chica hizo una mueca al sentir algunos puntos de su cuerpo doler, pero continuo hasta que el cajón se abrió apenas y la luz desapareció del ambiente. Issa bajo de inmediato el brazo y se acarició el hombro antes de tirar la perilla y revelar por lo que había ido. Con cierta aprensión toco la cadena, pero la pudo tomar bien a diferencia de cuando recién la había encontrado, y la agarro con más seguridad para elevarla mientras la observaba con mucha atención: le parecía irreal que ahí estuviera el alma de una persona por más que fuera solo una parte.

En medio del silencio, hubo un ruido en la planta baja que definitivamente no debía estar allí.

La Black entrecerró los ojos extrañada y guardo el relicario en el cajón mientras salía despacio de la habitación y bajaba las escaleras buscando la posible razón de aquello, porque sabía que Kreacher no era capaz al ser un buen elfo que realizaba sus tareas sin molestar a nadie de la casa.