Capitulo 7: Definitivamente no fue un suicidio.

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Las gotas de sudor la rodeaban de arriba a abajo, facilitando que se encontrase pegajosa. Era la sensación mas desagradable, pero era el precio que debía pagar por mantenerse en forma. Claire había salido a correr durante 50 minutos, en los que se había recorrido más de 6 kilómetros. No estaba nada mal. Mientras preparaba el baño —el cual le urgía con impetuosa necesidad— marcó el número de la casa de su tía Meredith.

— ¿Sí? —saludó la voz dulce de la mujer.

— ¡Hola, tía! —el pecho de Claire aún ascendía y descendía rápidamente, no había dejado de correr hasta que no había cruzado el umbral de la puerta de casa.

— Cariño, ¿estás bien? Te noto agitada.

Rió al otro lado de la línea ante la ternura que le causó la preocupación de su tía.

— Vengo de hacer ejercicio, no te preocupes. ¿Cómo estáis?

Meredith le contó que todos se encontraban bien, sobretodo ella que parecía haberse desecho de ese terrible dolor de manos. Por desgracia, el tío Ben —esposo de su tía— había cogido un pequeño catarro gracias a ser un tozudo y negarse a ponerse un jersey para salir a la fría mañana del día anterior.

— Así que ya ves, justo cuando me mejoro, el terco de tu tío tiene que caer enfermo. Ahora tengo doble trabajo —bromeó.

— Siento que no pueda estar allí para ahorrarte trabajo, tía —la voz de Claire descendió un par de tonos.

— ¡Hey, no! ¿Por qué dices eso?

— Siento mucho que tengas que cuidar tú de mi madre en vez de yo —se sinceró con el corazón en un puño.

Realmente nunca le había dicho a Meredith cuánto sentía que tuviera que hacerse cargo de Sarah en su ausencia. Cargar con alguien enfermo era mucha responsabilidad. Y peor ahora que su tía se había jubilado y debería estar disfrutando de la libertad de no tener obligaciones.

— ¡No digas tonterías, Claire! —soltó como si estuviera enojada— Ella es mi hermana y es lo mínimo que puedo hacer. Además, no podrías cuidarla y llevar la universidad al mismo tiempo.

— Ya, pero no es excusa para hacerte cargar con toda la responsabilidad.

— ¡Claire! —la regañó como si hubiera dicho una barbaridad— Deja de decir tonterías. No me supone ningún problema cuidar de Sarah. Esto nos une más y sabes lo importante que es eso en estos casos.

Claire se calló, dejando que el silencio inundara la línea telefónica. Ella mejor que nadie sabía lo importante que era que Sarah estuviera rodeada de sus seres queridos, facilitaba la evolución de su memoria. De ese modo le era más fácil relacionar las caras y la relación que tuviera con esa persona. Claire tragó saliva audiblemente queriendo ahogar las ganas de llorar que comenzaban a escalar por su garganta, desgarrando todo a su paso. Echaba de menos a su madre. Pero sobretodo echaba de menos a esa Sarah que era capaz de reconocerla, capaz de saber cuándo estaba frente a su propia hija.

— Tengo que bañarme, tía. Comienzo a oler como el tío Ben cuando juega un partido de fútbol —necesitaba terminar con la conversación, el nudo en su estómago iba ascendiendo cada vez más.

— ¡Oh, entonces ve de cabeza a la ducha! —bromeó— Adiós, cariño.

Claire se tomó el privilegio, después de tantos meses, de llenar la bañera y darse un baño relajante. Realmente le hacía falta, tenía la cabeza llena de preguntas que buscaban respuestas y todas ellas giraban en torno a Scott y su muerte. Excepto un par que se habían instalado hacía poco y comenzaban a ocupar el primer puesto causándole un terrible dolor de cabeza. ¿Quién era Jerry Miller? Pocas cosas le quitaban el sueño y esa cuestión estaba entre las elegidas. No sabía nada de él, nunca se habría imaginado que podría estudiar en su misma universidad. Y aunque sonase algo paranoico, la posibilidad de que comenzara a espiarla tomaba cada vez más forma. Tres encontronazos tan fuertes con un desconocido en tan poco tiempo no podían ser casualidades. Ella no creía en ellas, así que estaba más que segura de que algo se escondía detrás de todo esto. Esperaba estar equivocada por una vez, lidiar con un joven obsesionado por ella no estaba entre su lista de «cosas que hacer antes de morir».

Al otro lado del peligro.Where stories live. Discover now