Rain - Not Disney

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Él amaba la lluvia porque así lo conoció.
Odiaba el sol porque así lo perdió.

Aunque él nunca fue suyo.


(...)


Las calles estaban empapadas, los niños corrían de un lado a otro, saltando en los charcos; mientras sus padres los regañaban por el alboroto intentando esconder la sonrisa que asomaba en sus labios.

Era una lluvia tranquila, poética podría decirse; mostrando lo nostálgica que puede ser la vida. Era el tipo de lluvia perfecto para un café caliente y dibujar, pensó Zayn resguardándose en su abrigo negro, disfrutando del aroma y un tintineo que lo recibió en la pequeña cafetería que solía visitar.

Ese día lucía más lleno que otras veces, pero su lugar junto a la ventana estaba libre, permitiéndole poder sentarse, sacando su cuaderno de dibujo a la vez que le pedía un café simple a la mesera.

Suspiró desanimado.

Debía terminar su proyecto, eso lo tenía más que claro. No era difícil, simplemente no podía dibujar cualquier cosa como le sugirió su castaño amigo.

¡Era una locura siquiera considerarlo!

Imposible, más que nada. Debía encontrar algo que lo inspirara, lo llenara de esa sensación y deseo de dibujar; algo que prácticamente lo obligara a hacerlo. Esos dibujos siempre eran los mejores, como una parte de si plasmada en papel.

Tomó su café que hace unos minutos le habían traído, y se dispuso a observar a su alrededor, sin emoción alguna. Pero algo, o mejor dicho alguien llamo su atención.

Estaba tomando su café en pequeños sorbos, sin alejar la vista del libro que tenía entre sus manos. Parecía ser un libro de misterio...o algo parecido. Dedujo, no por la portada del libro, sino por la sorpresa e intriga que mostraba su rostro según iba pasando de página. Eso le resulto lindo. Más por la tierna cara de bebé que tenía el rubio ubicado tres mesas adelante de él.

Puede ser una locura, pero cuando se dio cuenta ya tenía el lápiz sobre la hoja, haciendo suaves trazos que en segundos tomaron forma de su cara, su cabello, su ceño fruncido y finalmente sus finos labios que tomaban el café en pequeños sorbos.

Cuando hizo los últimos detalles de su dibujo alzó la mirada, pero él ya no estaba. No le dio importancia y se retiró del lugar aún con la lluvia mojando su cabello.


(...)


Una pareja iba abrazada, tratando de mantener el calor entre ellos, mientras reían de los relatos que se contaban entre ellos, sólo para ellos. La lluvia había aumentado un poco, pero todo estaba bien.

Zayn tomaba como siempre su café, tratando de disimuladamente terminar otro dibujo del chico rubio. Ahora con una bella sonrisa tras leer el nuevo libro que inicio hace unos días.

—Romance —murmuró el moreno en cuanto lo noto, ahora seguro de su observación.

Usaba unos guantes que calentaban sus frías manos. Debatiendo mentalmente sobre si sería conveniente intentar hablar con el chico o sólo limitarse a mirarlo desde la oscuridad.

No sonaba tan mal, se aseguraba mientras terminaba su dibujo, anotando unas breves palabras sobre el papel y dispuesto a dárselo con un ligero temor al rechazo.

El cual se esfumo junto al rubio que ya no se encontraba en la cafetería.

Suspiro, ya será otro día.


(...)


Una niña lloraba con tristeza; mientras su madre miraba molesta el helado en el suelo, origen de su llanto. El sol había vuelto esa mañana, pues al abrir sus ojos no fue recibido por las tranquilas nubes en el cielo, sino por la cegadora luz que lo forzó a cerrar la cortina de su habitación.

El café ahora se veía desierto, sin nadie más que Zayn y una chica que comía tranquilamente sus wafles. Pero el rubio no estaba, lo que generó una gran desilusión en el morocho, quien espero por unas cuantas horas -por no decir todo el día- sin embargo, él jamás apareció.

Tomando sus cosas y dejando su café prácticamente sin ser probado, salió de ahí.


(...)


Una pareja discutía en medio de la acera, el sudor caía de sus rostros a causa de la ira y el calor abrazador sobre ellos.

Zayn tomo un trago de su cerveza que le escocia la garganta, sabía bien, aunque no le gustaba tanto como el café, debía admitirlo. Él siguió frecuentando el lugar, intentando localizar al ojiazul para poder mostrarle su dibujo, esperaba poder conocerlo.

Para su frustración los días seguían y su esperanza se apagaba con el paso de estos, como si el sol estuviera tomando toda su fuerza en ese preciso momento.

Cuando salió por décima vez del café con el mismo resultado, a punto de regresar a su apartamento lo vio. Pero no estaba solo. Un chico pelirrojo lo besaba mientras ambos salían de una heladería.

Zayn sólo pudo irse, con varios dibujos dedicados a la misma persona, sin embargo, sólo uno tenía una confesión escrita. Todo un proyecto que ya no deseaba entregar.

Disney // Ziall // One shotsWhere stories live. Discover now