Labios de Diosa

Historia corta

LABIOS DE DIOSA

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Se dice por los alrededores, que tres de cada diez estrellas nacen cada año, y hay varias teorías sobre cómo se generan; explicaciones científicas que aseguran que es a partir de grandes concentraciones de gas, otras cuestiones religiosas que dicen que así el gran y poderoso Dios, Alá o  Abraham lo crearon todo.

Pero solo hay una leyenda al respecto, que dice; "La oscuridad se llevará a las almas puras, para que iluminen el cielo, y vean a los hombres crueles perecer".

En una solitaria avenida, lejana a la civilización más cercana, el viento sopla como único acompañante de las figuras que caminan por ahí a mitad de la noche. Cuatro figuras oscuras se mueven firmes por el lugar, conociendo el camino ya de memoria, a excepción del último individuo quien va pisando los talones de sus acompañantes, luciendo ansioso, fatigado y asustado.

En tan solo unos minutos más, una pequeña estructura con apariencia de tienda de regalos se alza sobre todos los presentes, y éstos entran en ella sin rechistar. Una vez dentro se encuentran con una modesta decoración y aromas a incienso, avanzan hasta donde se postra un fuerte y duro hombre de piel morena que resguarda una puerta.

—Tenemos una cita —habló Kris Higgins, como si fuera el que mandara en aquél lugar, esperando que todo lo que alguna vez ha querido se le concediera, cuando en realidad, su familia era dueña de una modesta panadería sobre la Calle 24. Es impresionante cómo la ambición cambia desde la manera que actúas con los demás, hasta lo que llegas a creer de ti mismo.

El guardia miró a su amigo, mientras que Colton Walker sudaba de las manos y trataba al máximo de ocultarlo. Kris, Vener, Elijah y Dorian, lo convencieron de que ir a aquél lugar iba a ser el mejor regalo de cumpleaños que él alguna vez hubiera podido tener. Al principio se dijo que sería genial, no obstante en aquél momento, adentrado en el establecimiento que aparentaba ser una "tienda de regalos" cuando en realidad se trataba de una base clandestina de mala muerte, se sintió temblar de miedo.

No había pasado más de unos meses desde que encontraron a la "criatura que otorgaba de deseos", que en esos momentos se encontraba encerrada bajo aquella base, sin embargo, era la primera vez que alguien lo convencía de ir a ese lugar. A Colton le agradaba salir con sus amigos, de ahí sacaba tan divertidas experiencias y algo que hacer con su vida después de haber nacido sin padres que le enseñaran los pesares de la vida, y con mucha dedicación al estar creciendo en un mundo tan lleno de engaños, consiguió sustentarse por su cuenta. Es por ello que cuando sus amigos aseguraron que ir sería de lo más genial, no pudo decirles que no considerando que ellos ahorraron tanto dinero para pagarle un deseo.

Llevaba todo el camino pensando en qué pedir, ¿un auto? ¿Dinero? ¿Una novia guapa y bondadosa? ¿Ser el mejor en todo? Habían tantas cosas que podía pedir y tan solo una oportunidad. Y ya que al parecer, aquél deseo de "quiero tener más deseos" no parecía funcionar, Colton en verdad necesitaba pensar a fondo en lo que quería, después de todo los deseos del corazón nunca son tan sencillos como se aparentan. Sus amigos le hubieron asegurado que desde que ellos pidieron sus deseos, sus vidas mejoraron notablemente, aunque Colton no lo comprendía, a él en realidad no le interesaba tenerlo todo, una novia o ser el mejor, tan solo quería que su vida continuara igual de tranquila sin tener que regresar nunca a la carencia con la que creció durante su niñez.

—Pasen —ordenó el demandante guardia abriéndoles paso a la siguiente sala una vez que se hubo asegurado de que el papel que le entregó Kris era válido, haciendo que Colton regresara a la realidad. Todo cambió de pronto en su panorama de manera drástica, era como si hubieran ingresado a un calabozo, la peste hizo que Colton arrugara la nariz, miró a sus amigos, quienes sonreían como si apenas lo notaran, así que decidió no quejarse y continuó avanzando a paso cauteloso.