12. Una pareja normal.

7.2K 1K 108
                                    



19 de diciembre.

­—Entonces, te enamoraste de mi prima —Evan me sorprende con su apresurada conclusión cuando voy a robar el pastel de mi madre de la nevera, Iris no está con él y por eso doy gracias, no me ha dejado un momento a solas con Evan desde su llegada ayer por la mañana.

Enamorado es una palabra muy fuerte, yo diría, por ahora, encaprichado —le digo mientras pongo el envase con el pastel de mamá sobre el mesón, él asiente mientras pone una pose pensativa y luego me mira—. Hablaste de bebés.

—Hablas de sexo sin condón una vez y simplemente no puedes dejarlo atrás —murmuro para mí mismo rodando los ojos.

—Y lo peor es que no lo dijiste así, solo dijiste "bebés", eso... eso es un nivel alto de encaprichamiento, si me lo preguntas.

—Pues qué bueno que nadie te lo pregunta.

—Solo quiero asegurarme de que estás completamente seguro de lo que estás haciendo, porque puede que Iris se vea muy dura y todo eso, pero...

Detengo su parloteo apuntándolo con un tenedor.

—Si vamos a hablar sobre lastimar a Iris, tú no eres el más indicado para dicha charla —le digo, Evan levanta las manos y asiente dándome la razón—. Escucha, he aprendido algo de Iris estos últimos días y sé que no me la va a poner fácil, pero... me siento lo suficientemente temerario para correr el riesgo y estoy seguro de que funcionará —aprieto el tenedor con decisión—. Ella será la madre de mis bebés.

—Mierda —Evan se pasa las manos por la cara y gruñe—. Tus bebés serán mis... —cuenta con sus dedos, la verdad no estoy seguro de que—, primos segundos, si no me equivoco —niega con la cabeza y hace un mohín—. No me imagino a esos niños, Iris es tan linda, adorable, pequeña y tú... —él me mira—. Tú eres Hunter.

—Bueno, estoy hablando de años en el futuro, ya te harás la idea —le empujo el brazo—. ¿Dónde está ella, por cierto? —pregunto, ambos nos hemos sentado en la barra de la cocina para comer del pastel robado—. Tenemos que permanecer más tiempo juntos, mamá empieza a sospechar de nuestra farsa.

—Si te gusta ¿Entonces por qué no hacen esa farsa real? —interroga Evan.

—Estamos en ello, pero ella quiere ir lento, ya sabes lo que eso significa; no puedo besarla y tener sexo alocado con ella hasta que esté segura de que eso no es lo único que quiero y sabes cómo funciona la mente de las mujeres; hay un punto clave para que esto suceda, lo que nadie entiende por ahora es como llegar a él, solo nos hemos tropezado con él por accidente a lo largo de la evolución —le digo, Evan asiente comprendiendo.

—A todo esto, como te gusta mi prima y ya que estoy aquí, voy a enganchar con una de las tuyas si no te molesta —dice él sonriendo de lado.

—Como quieras —me encojo de hombros—. Tengo para escoger.

Iris entra en la cocina de repente y nos sonríe nerviosamente, no entiendo por qué hasta que mamá entra detrás de ella. Nos atrapa comiéndonos el pastel que se supone que no deberíamos comer. Trato de parecer inocente y Evan se levanta como si se lavase las manos. Mamá se cruza de brazos y suelta un suspiro de cansancio.

—¿Cómo puedes vivir con estos dos hombres, Iris? —pregunta mamá y pasa una mano por su pelo como si la consolara—. Estar tu solita con ellos y sus actitudes descuidadas debe ser difícil.

—No sabe cuánto —Iris juega el papel de víctima—. Siempre tengo que lavar la ropa yo y limpiar el baño, debo hacer las compras y limpiar la casa, siempre se comen mis galletas y mis sándwiches —me mira acusatoriamente porque realmente no puedo decir que la última parte es mentira.

—¿Qué? —aun así Evan parece indignado—. Yo hago la limpieza de la casa.

—Y yo lo ayudo —digo levantando mi mano.

—Hacemos compras todo el tiempo —dice Evan.

—Y ni siquiera vivo con ustedes —me excuso.

Mi madre se cruza de brazos y nos mira frunciendo el ceño.

—Pensé que tú y Iris vivían juntos —dice ladeando la cabeza.

—B-bueno... aun no, mamá, por Dios —me río nerviosamente—. Es algo apresurado.

Mamá asiente lentamente como si no se lo creyera del todo y sale de la cocina sin decir nada más. Yo entro en pánico y tomo a Iris de la mano dejando a Evan atrás para dirigirla a mi habitación. Ella no se queja porque probablemente sabe de lo que quiero hablar. Cierro la puerta una vez que estamos dentro y me pongo contra ella cruzado de brazos.

—Sospecha —le digo en voz baja.

—No seas paranoico, hay que ser muy creativo como para saltar a la conclusión de que soy una novia falsa, máximo cree que me pones los cuernos —ella se encoge de hombros como si no fuera la gran cosa.

—¡Igual! No quiero que mi madre crea que engaño a mi novia —le digo pasando de ella hacia la ventana—. Tenemos que actuar como una pareja normal... para empezar ¿Qué hacen las parejas normales?

—Mmm... —ella se para detrás de mí con una mano en su barbilla—. ¡Se ponen apodos cursis! —exclama como una cara de tonta muy bonita para ser verdad.

—Paso —le digo riéndome—. No voy a llamarte "mi conejita" o lo que sea, totalmente paso.

—Bueno, entonces no tengo nada —ella se encoge de hombros—. Pensé que estabas drogado de amor.

—Lo estoy, pero tú quieres ir lento —me encojo de hombros—. Tengo que buscar una manera de parecer una pareja normal sin tocarte demasiado ¿Correcto?

—Sería bueno, sí —ella asiente—. Podríamos... no sé, abrazarnos más.

—Es una opción —le doy la razón—. Deberíamos hablar de mudarnos juntos, no sé ¡Adoptar un perro juntos!

—¿Te das cuenta de que esta mentira es una bola de nieve que crece cada vez más? —me dice alzando una ceja—. Deberíamos decir la verdad, de todas maneras... —ella se voltea y mira hacia la puerta pero puedo ver su cara a través del espejo, sonrojándose—, tú me gustas y eso... ya sabes, yo... creo que algún día podríamos ser lo que fingimos ser ahora, pero ahora se siente mal hacer todo esto... ¿No crees?

Yo me siento en la cama mirando hacia la ventana, de espaldas a la puerta y asiento. No sé si me está mirando pero es todo lo que puedo hacer. Ella tiene razón, es una mentira estúpida pero yo solo quería que mi familia dejase de hacerme bromas por una navidad... y bueno, no estar tan solo por una vez en la vida. Siempre, desde que me volví adulto he visto como otras personas pasan el año nuevo con sus parejas, celebrando, dándose un beso cuando los fuegos artificiales comienzan. El resto del año estoy bien, incluso el día de San Valentín estoy mejor que ese día pero... aunque fuese una farsa, quería saber que se siente querer pasar el resto de tu año con alguien en específico. Supongo que es bastante estúpido hacerlo de esta manera pero no estaba pensando cuando ideé este tonto plan. No lo sé, ahora que lo pienso, creo que hice esto más por mí mismo que por mi familia.

Iris se para frente a mí y me sonríe.

—Tienes razón —le digo—. Aun así no quiero que te vayas —tomo su mano y le sonrío—. Le diré a mamá, supongo... en algún momento, cuando sienta que está demasiado relajada para no matarme por mentirle.

Iris va a decir algo pero entonces la voz de mamá se oye en el pasillo y supongo que ella entra en pánico igual que yo, porque me empuja sobre mi espalda y se pone sobre mí dejando mi cabeza colgada del borde del otro extremo de la cama. Cuando mamá abre la puerta, se queda paralizada al mirarnos.

—Oh por Dios —murmura mamá y comienza a reírse—. Lo siento, no quería interrumpir nada, mejor me voy —cierra la puerta pero aun así puedo oír su risa apenada mientras se aleja, yo miro a Iris con una ceja levantada, ella sigue sobre mí.

—¿Quién es la que miente ahora? —le reprocho.

—Cállate —me empuja—. Seguiremos con esto, solo un poco más... hasta que tenga el valor para verle la cara a tu madre cuando sepa que acepté venir aquí como tu novia falsa.

—Esto va a terminar mal —digo para mí mismo.

Espero que no sea así.

23 días contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora