» Lo lamento

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La clínica dental Restel donde Dallas Hamilton trabaja es un edificio alto, espacioso y sumamente lujoso. La palabra Dinero está grabada en cada baldosa, lámpara y silla que es parte de la decoración del lugar. La verdad es que Theo y yo nos vemos muy, demasiado fuera de lugar aquí o al menos yo me siento así a pesar de que estoy vestida con el traje de dos piezas negro que uso a diario en la oficina. La secretaria de Hamilton nos dice que nos atenderá apenas termine con el paciente que tiene dentro de su consulta así que nos sentamos en esas sillas de cuero negro que parecen ser costosas, mientras esperamos pienso en todo lo que debo decirle, como debo decírselo y como debo actuar para hacer que venga con nosotros.

Quince minutos más tarde una mujer sale de la consulta en compañía de un niño de no más de cinco años y tras ellos sale Dallas Hamilton. Theo y yo nos ponemos de pie inmediatamente y nos acercamos hacia donde está. Él nos mira, sonríe cortamente y tiende su mano en mi dirección.

—Dallas Hamilton—Se presenta—Un placer conocerlos.

—Aisha Tenner agente especial del FBI—Apunto a Theo—Mi compañero Theo Wood.

—Hamilton—Le saluda Theo apretando su mano.

—Pasemos a mi oficina—Se vuelve hacia su secretaria—Karly que nadie nos interrumpa por favor. Desvía mis llamadas.

—Claro señor Hamilton.

Seguimos a Dallas por un corto pasillo pasando por la consulta de la cual él ha salido y llegamos a una puerta de caoba oscura con su nombre escrito en una placa que genuinamente y a mi nada experto ojo parece ser oro. Abre la puerta y nos invita a entrar ahí con él siguiéndonos de cerca. No tengo que repetir que esto destila dinero por doquier. Nos sentamos frente a su escritorio y él se nos queda viendo en silencio.

—Creo que sé por qué están ustedes hoy aquí. Pero de todas maneras me gustaría saber bien la razón.

—Primero que nada quiero que sepa que lo que se hable dentro de estas cuatro paredes debe quedar de manera confidencial entre nosotros tres. Es por su seguridad básicamente.

—Claro—Se reclina en su asiento—Los escucho.

—Estamos enterados de lo ocurrido en el año dos mil cinco. Sabemos que usted es uno de los sobrevivientes del artillero de la muerte y también sabemos que el caso fue cerrado gracias a la falta de prueba—Asiente pero su rostro perdió un poco de color y se volvió un poco más duro, con sus facciones marcándose cada vez más—Hace unos días atrás hubo un asesinato, un muchacho de doce años de la ciudad de Londres—Trago saliva—Junto al cuerpo había una nota. Una nota del artillero de la muerte dirigida a ustedes, los sobrevivientes y a nosotros, el FBI.

—¿Un-un nuevo asesinato?—Pregunta tragando saliva—¿Qu-que decía la nota?

—Esto—Abro mi bolso y tiendo en su dirección una carpeta color café con las fotografías del cuerpo del niño y la nota.

—Dios—Susurra—Pensé que esto ya había acabado.

—Todos los pensamos—Le digo tratando de alguna manera darle a entender mi comprensión.

—Ahora—Theo comienza a hablar—El caso ha sido reabierto y necesitamos encontrar a los cuatro sobrevivientes de este. Tenemos un plan.

—¿Cuál es el plan?

—Resguardo y protección de testigos en Inglaterra. Debes venir con nosotros. El resto es confidencial, al menos hasta que se nos de las ordenes correspondientes para darles a ustedes la información.

—¿Tengo que irme con ustedes?—Asiento—Pero ¿Qué pasará con mi vida? Tengo mi trabajo, estoy cursando un post grado y una novia

—Lo lamento—Me disculpo—Pero tienes que venir con nosotros. Es por tu seguridad y por la de los otros tres chicos que estuvieron involucrados. Son órdenes de nuestros superiores, esta vez podemos coger a ese hijo de puta de una vez y hacerlo pagar por lo ocurrido el dos mil cinco.

Dallas se queda en silencio por unos minutos, con la cabeza sujeta entre sus manos y sus codos sobre el escritorio. Le doy una mirada a Theo quien me mira de vuelta y tuerce su boca. Esto es difícil para él.

—Mira—Comienzo a decirle—No puedo saber con certeza que fue lo que ocurrió porque ninguno de ustedes ha relatado alguna vez como fueron los sucesos o los juegos, no puedo saber cómo te sentiste o como se sintió alguno de los otros tres chicos, pero me imagino que nada de esto debe ser sencillo y maldita sea quiero hacer pagar a ese maldito de una vez por todas pero para eso necesito tu ayuda.

Me le quedo viendo directo a los ojos, intentando de alguna manera hacerle saber cuan necesario es su ayuda y colaboración en todo esto, necesito de alguna manera convencerlo y hacer que venga con nosotros a Inglaterra. Hamilton nos mira y tras soltar un gran suspiro asiente con pesadez.

—Está bien, vale, iré con ustedes. Solo necesito dos días, como máximo para dejar todo de alguna manera listo—Se pasa una mano por su ordenado cabello dejándolo en diferentes direcciones—Tengo una vida ya medianamente elaborada y debo dejar algunas cosas tranquilas.

—Te daremos dos días. Pasaremos por ti el jueves a primera hora, necesitamos que no le digas nada a nadie, al menos no hasta que nosotros te demos la orden de hacerlo ¿Sí?

—Sí, no hay problema. Les daré la dirección de mi casa.

—No es necesario—Le digo mientras me levanto del asiento—Ya la tengo. Te veremos el jueves.

—Hasta entonces

Nos despedimos rápidamente y tras darle las gracias a la secretaria de Hamilton nos montamos dentro del elevador que nos llevará hacia el estacionamiento subterráneo por el auto. Una vez que estamos dentro Theo se vuelve hacia mí y se ríe.

—¿Qué? —Le pregunto al ver la forma divertida en la que me mira.

—¿Qué pasó con la ética profesional y el no decir malas palabras frente a las victimas eh?

Recuerdo la maldición que solté frente a Hamilton en mi discurso por convencerle de venir con nosotros. Río y niego a la vez.

—En momentos así me paso por el culo la ética y el no maldecir frente a las víctimas si eso me ayuda a convencerlas—Salimos del elevador—Además—le digo mientras nos encaminamos hacia el auto—Te pone que maldiga.

—Bueno—Theo ríe y guiña un ojo en mi dirección—No puedo negar eso. Nada que me ponga más que maldiciendo como un camionero.

—Eres un estúpido.

Nos metemos dentro del auto tras sacarle los seguros y salimos rápido de ahí.






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Hola a todas las personitas detrás de la pantalla. He aquí un nuevo capítulo de Caso 765 decidí subirles un nuevo capítulo por qué se lo merecen gracias a los comentarios y a sus votos. Desde aquí en adelante se vienen muchas cosas, la verdad es que estoy emocionada. 

Ya tenemos a nuestro primer sobreviviente. Dallas Hamilton interpretado por: Evan Peters 

Sin más que decir solo espero que les guste, que comenten y voten. No olviden que dedicaré capítulos a los mejores comentarios. Nos leemos durante la semana, las ama;


Javi

Caso 765 » h.sWhere stories live. Discover now