Capitulo 3

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—¿Entonces, como es todo por allá? —preguntó un chico de ojos violetas y rubio. Atreves de la pantalla portátil.

—¡Increíble! ¡Fabuloso, hay muchos caballos! —contestó feliz y entusiasmado.

—¿Solo caballos...? Creo que me voy a pasar por ahí —bromeo dandole una sonrisa que cautivaba a todas.

—¿De verás? —preguntó ilusionado, le gustaría ver mucho a su mejor amigo. Dylan.

Dylan solo le dijo eso en broma, no era cierto pero al saber que lo había ilusionado no tuvo más remedio que decir:

—¡Si! —dice alegre. Ahora tendría que conseguir a como dé lugar que sus padres le dieran dinero para el boleto.

En eso escuchó voces por el pasillo. Parecía una discusión.

—¿Que pasa? —preguntó preocupado.

—Creo que... Es mi padre... —informó con cierta duda viendo hacia la puerta— voy a ver que pasa, te hablo después —agregó volviendo su atención a la pantalla.

—Me cuentas ¿eh? Nos vemos —se despidió, para apagar primero la video llamada.

Keylan apago su portátil para después levantarse y salir de la habitación. Su padre estaba discutiendo con alguien que estaba de espaldas a él.

—¡No te quiero cerca de él, entiende! ¡Es tu primo! —gritó su padre al mismo tiempo que se daba cuenta de la presencia de su hijo.

El hombre que estaba de espaldas volteó y lo vio. Vio nuevamente a su hermoso primo, al que le había engañado diciéndole que era un beso de demostración.

—¿Keylan? —preguntó su nombre en duda. No estaba seguro si era ese preciso humano adorable era su primo, aunque en la niñez también lo fue, pero dedujo que tendría que haber cambiando en algo.

—Kyelan vete a tu habitación o vete con Dereck a cabalgar con él como ayer —quería dejarle en claro al hombre desconocido para Keylan que él ya lo había olvidado completamente. En cambio ese hombre se sorprendió ya que que su adorado primo era más deseable y cremoso.

Pero frunció el ceño al no conocer a ese tal Dereck, ¿quién era y porqué Keylan se fue a cabalgar con él?

—A-Ah ¿si? —parecía más bien una pregunta al irse ya que tenía duda de acerca quien era ese hombre atractivo que, por alguna razón sentía que lo conocía.

Bajó las escaleras lentamente como si estuviera descifrando quien era ese hombre y que hacia ahí. En ese lugar. Con esas ropas caras, nada comparado con las de él cuando llego ahí. Salió dispuesto a ver a Dereck para que le enseñara a montar nuevamente. Le había gustado el paseo que le brindó Dereck, pero al mismo tiempo sintió algo extraño, como si Dereck estuviera intentando otra cosa... pero no sabia que. No sabia el porque le había azotado la nalga, pero como todo inocente. Keylan pensó que era un tratamiento para que ya no le doliera. Keylan se pasaba de lo que seguía de inocencia.

Keylan iba despistado —mas de lo normal—, tropezó por un tubo de metal que estaba ahí, pero no sintió el golpe del duro suelo, si no que sintió unos brazos rodear su pequeño cuerpo y solo sintió un suave golpe pero a la vez duro en su frente y unos ojos verdes penetrantes e hipnotizantes.

Dereck Hass.

—Deberías tener mas cuidado —susurró viendo directamente los labios rojizos de Keylan. Quería y deseaba repetir el suceso del otro día, con esas piernas cremosas rodeando su cadera.

—L-Lo s-siento... —se disculpó relamiéndose inconscientemente los labios sin darse cuenta que los ojos de Dereck tomaron un color obscuro y deseoso por hacerlo suyo ahí mismo.

Deseo y Posesividad Where stories live. Discover now