~Capítulo 19~

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Harry's POV

Louis queda perdido en sus pensamientos; yo quedo perdido en su rostro. Se ve tan demacrado, como si sostuviera un peso enorme sobre sus hombros, más grande que lo que él puede acarrear. Se ve triste, solitario, desesperanzado. Por alguna razón, no quiero que esté así. Quiero ayudarlo, quiero hacer que sonría, que se sienta acompañado, querido. Y ni siquiera lo conozco. Pero se siente correcto, bien, que yo quiera eso.

Escucho pasos que retumban y hacen eco en el pasillo vacío. Miro a Louis alarmado, pero él sigue ajeno a todo, en su mundo. Desesperado al oír los pasos aproximándose a la habitación en la que yo me encuentro de intruso, escaneo el cuarto en busca de un lugar para esconderme. Me resulta un poco difícil, ya que no hay muchos lugares, y los que hay son pequeños, automáticamente quedan descartados.

Detrás de las cortinas no es lo mejor. Debajo de la camilla de Louis, tampoco. Hay un armario en una esquina, no creo que el doctor o enfermero que entre vaya a registrar el armario. Con sigilo, corro hacia el mueble, y con delicadeza de no tirar nada ni hacer ruido, o en resumen, de no cagarla, me introduzco. Cierro la puerta justo cuando la de la habitación se abre, y yo no puedo estar más aliviado.

El closet tiene rendijas, por las que puedo observar la situación. Genial.

Una chica entra en la habitación. Por lo que puedo deducir al ver su bata blanca, es una enfermera. Frunzo el ceño al ver que tiene una aguja.

-¿Cómo estás Louis? -pregunta, mirando al castaño, y sonriéndole en modo perra. Digo, amable.

-Bien.

-¿Cómo te sientes?

-Me duele la cabeza. ¿Qué pasó? ¿Dónde está mi hermana?

-Ella tuvo que irse, un llamado urgente -la chica no le da importancia a lo que dice, y se acerca al suero, para inyectar allí la sustancia de la jeringa. Tal vez son drogas, o tranquilizantes, o una sustancia ilegal para matarlo... Mejor me calmo.

-¿Llamado urgente? ¿Qué sucedió? -Louis se altera, intenta sentarse pero la enfermera se lo impide.

-No te preocupes, ella mañana vendrá y te contará todo, ¿bien? -la chica le acaricia su cabello en un gesto consolador. El ojiazul asiente.

-Bien.

-Te puse unos tranquilizantes, para que puedas dormir mejor. El doctor me dijo que mañana procederemos con la operación para extraerte la costilla, recuerda que no debes moverte mucho. Ya veremos como hacemos con la sangre, a alguien encontraremos. Te haremos algunos estudios, y luego deberás ir a un psicólogo. Pero por ahora, descansa, Louis -la muchacha se gira y sale del cuarto, pero yo me quedo quieto en mi lugar hasta que ya no se escuchan los tacones resonando. Es mejor prevenir que lamentar.

Louis mira para todos lados, supongo que está buscándome.

-¿Harry? -susurra, y parece un niño pequeño.

Salgo del armario y me acerco hasta la camilla. Louis se deja de mover al verme, y me sonríe.

-Yo... ¿qué hora es?

-La 1:30 a.m. -digo viendo mi celular.

-Woh, no recuerdo nada desde el mediodía, desde que vino mi hermana.

-Creo que sí estás grave.

-¿Qué? -pregunta confundido.

-Sobre lo que te pregunté antes de que viniera la enfermera. Escuché lo que te dijo.

Louis baja la mirada, y sus mejillas se tornan un poco rosas.

-¿Por qué necesitas un psicólogo? ¿Qué fue lo que sucedió en verdad? -aunque demuestre lo contrario con mis acciones, soy inteligente. ¿Quién necesitaría un psicólogo debido a un robo? Si fuera así, viviríamos con psicólogos. Esto es algo peor.

ANOREXIA- Larry StylinsonWhere stories live. Discover now