Capítulo 2

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Capítulo 2

Se encogió en su asiento e intento no prestar atención a todos los susurros de las chicas a su alrededor.

Era casi imposible no escucharlos, ya que parecía que las chicas ya ni se esforzaban en mantenerlos como "susurros".

Intento pegar su vista al pizarrón pero el profesor, al ver todo el desorden, se había dado por vencido y había comenzado a leer un libro mientras se apoyaba en la pared.

No podía culparlo, lo había visto más de diez veces intentar explicar la clase y ser ignorado completamente.

Giro su cabeza a todos lados solo para, una vez más, corroborar que era el único chico que había asistido. Todos sus demás compañeros de clase se habían ausentado por motivos demasiado parecidos: golpes, heridas, desmayos; todos obviamente causados por, se podría suponer, el incidente de ayer.

Pero es que a quien se le pudo ocurrir tal idea como planear una emboscada contra el prefecto de Namimori, debieron de haberse confiado demasiado en su cantidad pero no en su calidad.

Y ahora Tsuna era el centro de atención de las chicas, y eso no era nada bueno, podía escucharlas aun.

"Que cobarde", "Ni para eso sirve", "Era de esperarse"

Cada frase dicha era encogerse en su siento lo más que podía.

Y entre todas esas miradas de reproche, disgusto y odio; una de unos ojos castaños le afecto aún más.

La mirada de Kyoko-chan

Saber que Kyoko-chan lo estaba mirando de manera desilusionada, era aún peor que tener que soportar toda una tarde de clases escuchando a todos rajar de él.

...

Cuando escucho el timbre del receso no dudo ni un segundo en salir (huir) rápidamente de su salón.

Estuvo vagueando por ahí unos minutos, pero al estar completamente aburrido y sin nada en especial que hacer comenzó a tomar un rumbo diferente.

Se dirigió a la oficina del Comité de Disciplina

Cuando estuvo frente a la puerta, dudo un poco en tocar, pero tenía, según él, una excusa perfecta para estar ahí.

Cuando un escucho un "pase" ingreso con un poco de temor a la oficina.

-Tu – dijo Hibari levantando un momento la vista, mandándole una mirada de total indiferencia.

-Ho-hola Hibari-san, yo pasaba por aquí y me preguntaba como estaban sus heridas

-Uh

Tsuna se acercó al escritorio a paso de tortuga y se detuvo a unos 2 metros, intentando no parecer demasiado tenso.

Pudo observar desde esa distancia mejor las vendas en sus manos y noto rápidamente que eran las que le había puesto ayer.

-La vendas no se las ha cambiado desde ayer, cierto?

-...

-Me podría decir dónde está el botiquín?- Se atrevió a decir

Hibari lo miro un rato, con cierto dejo de desdén rayando con la indiferencia; permaneció en silencio y regreso la vista a los papeles que tenía frente suyo.

Cuando termino de leerlos levanto la vista de nuevo y lo vio en el mismo lugar sin cambio alguno en su expresión, suspiro y señalo una esquina dela oficina.

Y después de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora