XXVI

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Este capítulo está dedicado a toda la gente de Puerto Rico. Solo pase dos semanas acá y ya sé que son geniales, chicos👏❤️🙌 la canción de multimedia va para ustedes.

Tener a Reyna a su lado, después de todas las estupideces que había hecho en esas semanas, la ponía más que nerviosa.

- Hace mucho que no te veía.- comentó la pretora, con su vista fija en el mar, igual que la de Mafalda.

- Estuve con algunas de mis cazadoras en Puerto Rico, intentando practicar.

- ¿Y cómo te fue?

- Bastante horrible.- contestó alto avergonzada.

Pero Reyna solo soltó una encantadora carcajada.

- Vamos, no creo que sea tan difícil.

- ¡Para ti es fácil decirlo! Naciste para ser una guerrera romana. Mi mama me odia, detesto tener que cazar seres vivos y por si fuera poco jamás en la vida he teñido puntería, menos con una flecha.

- ¡Eso no es cierto!

- Reyna, podría verte a kilómetros y saber que eres una pretora nata. Te preocupas por tu campamento, eres inteligente, te respetan... Eres la líder perfecta.

Ella volteo a mirarla, clavando sus ojos marrones en los de ella.

- ¿Puedo contarte una historia?

- Mientras no sea la misma que Jace le contó a Clary-

- ¿Quiénes?

- No importa. Cuéntame tu historia.

Reyna tomó aire.

- Desde hace generaciones, Belona, mi madre, ha estado encantada con la familia Ramírez Arellano. Se enamoro de mi padre, y nos tuvo a mi hermana mayor Hylla y a mí. Nosotros tres vivíamos aquí, en Puerto Rico. En Viejo San Juan, para ser exactos.

Mafalda la miró sorprendida.

- ¿Eres de aquí?

- ¿No lo sabias?

- Es que eres tan... No se... La gente de aquí es más...

- ¿Amistosa? ¿Fiestera?

- Abierta.

Reyna río.

- Podrías llamarlos así. En fin, mi padre, después de volver de la guerra, se había vuelto... Diferente. Estaba más paranoico. Alucinaba. Un día, se puso violento con Hylla, así que tuve que detenerlo. No quedaba mucho por hacer, y yo tuve que...

No termino la frase. No hacía falta.

Reyna bajo la vista, como si la arena fuese muy interesante.

- ¿Lo ves? Una pretora nata.- dijo Mafalda recargando su cabeza en su mano.

Reyna la miro confundida.

- ¿De qué estás hablando? ¡Mate a mi padre! ¡Es uno de los delitos más grandes para un romano!

- Y tú fuiste lo suficientemente para hacerlo, sin importarte las consecuencias, y salvaste a tu hermana, liberando a tu padre. ¿Cómo yo podría hacer algo así?

No estaba segura de sí la cara de Reyna demostraba que pensaba que Mafalda estaba desquiciada, o que era la mujer más inteligente del mundo.

Pero de lo que sí estaba segura es de que lo siguiente que la hija de Belona hizo casi la hace explotar de felicidad.

Reyna puso su mano sobre la de Mafalda y la acaricio suavemente, mientras la hija de Artemisa estaba segura de que sería el primer transformer descubierto que en vez de robot se convertirse en un tomate.

- Tu también tienes pinta de líder. Quizá no seas buena cazando, pero tienes carácter, eres responsable, honesta, humilde... Esas cosas no son fáciles de conseguirse, yo tardé mucho tiempo en hallarlas. Quizás, lo único que tengas que encontrar ahora, sea un ancla.

- ¿A qué te refieres?

- Mi ancla siempre ha sido Roma. Daría mi vida por ella. Por mi lugar de origen. Solo tienes que descubrir la tuya. Puede ser un lugar, como el mío, o una persona.

Una persona.

- ¿Sabes de alguna gasolinera cercana donde tengan mangueras?

- ¿Por qué quieres saber eso?

- Necesito mandar un mensaje Iris.

🌸🌸🌸

Suspenso muajajaja. ¿A quién creen que va a llamar?

Ah y otra cosa chicos, ya estamos por alcanzar las 1K lecturas y eso me pone tan feliz! Así que como ustedes son especiales y me vienen bancando desde que empezó esta historia, les voy a dar un pequeño regalo, seguramente mañana lo publique.

Gracias chicos!

La hija de Artemisa. {COMPLETA}Where stories live. Discover now