Hola, Chico de atrás

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Hola, Chico de atrás:

Bueno, he decidido algo que cambiará el rumbo conjunto de nuestras vidas: estas serán solo cuarenta notas, no quiero cincuenta porque es lo típico, si esto va bien sabrás pronto porque son cuarenta.

Pero en fin, basta de dramatismos, hoy voy con algo importante-emocionante, pero primero una observación: en clase de música siempre te vas al rincón más alejado del salón, coges una guitarra y ya. Si te soy sincera yo a duras penas puedo con mi triangulo, aun así siempre supe que tenías talento, por el simple hecho de como tus dedos se pierden en las cuerdas (en el buen sentido obviamente). Por lo visto no soy la única que se da cuenta ya que el profesor te pidió que tocarás una canción para la próxima clase, nunca alzaste la cabeza.

Solo la pones ahí, algunas pareciera que tratas de asfixiarte otras que estas protegiendo algo. Pero son tus cosas y yo no puedo meterme... waouuu, ni yo me creí eso.

Supongo que algún día me contarás... espero.

No espero que sonrías, aunque no lo creas esto es más por mí que por tí, y por si te lo preguntabas; si, si soy egoísta.

Amo la música, es mi motor de energía.

- La Chica del Libro.

PD: Fui a ver el precio de Ciudad de las Almas Perdidas y sinceramente me arrepiento de haber dejado el libro en tú casillero.