Blanquecino

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Pasaron 4 días desde que la vio por última vez. Marta insistió en no decir nada; ni por qué no venía, ni si ocurría algo, ni cuando iba a regresar, así que optó por no preguntarle con tal de evitar incomodarla. Todo quedó en el aire hasta el miércoles, el día en el que la volvió a ver.

Dubitativo, intentó acercarse a hablar con ella buscando el videojuego como pretexto, pero era más difícil de lo que parecía.

"-Vale, no. Llevo días sin verla y es una gilipollez no acercarme por vergüenza. Es de imbécil."- Así que se apresuró, y con toda la firmeza y soltura que pudo mostrar, se acercó a ella.

-Hombre, hacía ya tiempo, ¿eh?- Dijo con algo de confianza, y le miró con la esperanza de que se girara y pudiese ver sus ojos.

-En mi defensa he de decir que al menos probé el juego.- Se giró, tal y como quería él, y sostuvieron una mirada entre sí durante unos segundos.


Algo había cambiado. Sus ojos eran el principal motivo, eran la diferenciación del resto, y eran diferentes. La mirada era muchísimo más penetrante, como si se incrustase dentro de su cabeza. El tono verdoso había cedido a un color ligeramente más lechoso. La fijación desprendía calor, pero no de la misma manera; no resultaba igual de tenue a la par que acogedor, sino algo más tétrico. Ligeramente. Un cosquilleo dio paso al calor.


-Oh... Emm, ¿te gustó?- Dijo él casi como si fuese un acto reflejo.

-Desde luego, pero la comunidad como siempre es bastante brusca. Y mira que para lo poco que jugué...- Dijo esbozando una sonrisa con atisbos de cansancio.


Ahí comprendió lo que Javi dijo; tenía algo raro. Pero quizás no era para tanto, puede ser que fuese diferente y por eso no se llevaba con tanta gente del instituto.Conocía la situación. Quizás no mucho, no lo suficiente como para evadir las clases, pero si se sentía así en ocasiones. "No voy a ser otro capullo que por miedo abandone a alguien".


-Lo mejor es jugar con personas que conozcas. ¿Qué te parece si hacemos un grupo y lo probamos? Sé de bastante gente que no se comportan como imbéciles.-

-Me gustaría pero... No quiero dedicarle mucho tiempo. No lo tengo.- Rio levemente.-Con probarlo me bastó.-

-Bueno... Digo... Que está bien, es más sano, ¿no?- Ocultó el nerviosismo tras una sonrisa, tragó saliva y dijo:-Bueno, ya que no podemos jugar ¿Qué te parecería dar una vuelta un día de estos? Al fin y al cabo es lo mismo que cuando salimos del instituto...-

-¡Oh, por supuesto! Este sábado he quedado con Marta, vente tú también. Pregúntale a ella donde, la hora y tal, no está claro. Luego nos vemos, que llego tarde.-Dijo y empezó a andar con ligereza, tanta que lo dejó atónito.


"No esperaba para nada esa respuesta, pero ya era un comienzo" Escribió en lo que marcó como el tercer día.

OjosWhere stories live. Discover now