Capítulo 4: Aprendiendo a vivir.

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Llevo demasiado tiempo buscando sobrevivientes, pero al parecer no hay nadie vivo, más que yo. Así que he decidido seguir por mi cuenta, salgo de los suburbios para dirigirme hacia la carretera, la cual está totalmente desolada, es como si el viento de aquella bomba hubiese volado los autos..

¿!Que?¡ Observo la hora de el reloj y marca las 12:00 PM, pero el cielo esta totalmente despejado, y con un color magenta oscuro, es muy extraño no entiendo muy bien lo que pasa, continúo caminando y siento un mareo muy fuerte, y al mismo tiempo me siento como si estuviese cargando 100 kilos de más sobre mi espalda.. No puedo seguir. 

Me siento en el borde de la carretera a calmarme y descansar, me siento muy fatigado tal vez por que no comí nada desde ayer en aquel día cuando. Todo era normal, y aburrido.. 

Mi cabeza está atormentándome y mi corazón se siente como una piedra, necesito dormir. Pero necesito más continuar el camino, mis débiles pies se arrastran por la grava y suciedad de el pavimento, a parte de el olor a petricor que siento en mi nariz, continuo avanzando y veo, un establecimiento comercial, es una tiendita, tengo que ir por provisiones, estoy muriéndome.

Entro a la tienda, y.. No hay nada. esto no es justo, aunque hay que admitir que para solo tener 15 años, aguanto bastante. solo hay un para de botellas de agua y unos cuantos bocadillos, pero.. esto me preocupa ya que la radiación de la bomba debió afectarles, al igual, que a mi.

Se supone que dependiendo de que tan cerca haya estado de el lugar de aquella explosión, más fuerte es el nivel de radiación, debido a que la explosión fue muy lejana, no debió afectarme. Así que tomé los bocadillos, y tomé todo lo que había en la caja registradora. como $783 así que me fuí satisfecho.

Continúo mi camino mientras como un bollo de jamón con queso, esto me dará suficiente energía para continuar, al seguir caminando comienza a obscurecer así que saco la linterna de mi mochila y la enciendo, hay que admitir que es muy tenebroso caminar así. 

De pronto, escucho un pequeño sollozo entre los arbustos de la carretera, lo primero que pasó por mi mente fue que se trataba de un sobreviviente. Así que me acerqué al arbusto y dije:

- "Hay alguien ahí?"

Nadie contestó, así que me metí más al matorral para ver que había ahí, tengo que admitir que tenía mucho miedo, pero al mismo tiempo curiosidad. Al abrir el arbusto, me paralicé.

Una criatura humanoide, con la piel muy reseca, grisosa, y reducida a pellejos, muy delgada, parecía estar desnutrida, los ojos parecían cuencas, no tenía cabello. Y su boca, su boca parecían las fauces de una gárgola, no puedo creerlo, esta criatura es un humano, de pronto me mira fijamente dentro de la oscuridad, y emite un grave sonido. Parecía que me estuviese hablándome, pero solo escuchaba graves sollozos de dolor y agonía.

No puedo creer lo que estoy viendo. ¿Esto es lo que le va a pasar a los humanos que estaban más cerca de aquella explosión? No puede ser. Esa criatura se está levantando, es mucho más alta de lo que imaginé. Un fuerte escalofrío recorre mi espina dorsal, y esa criatura me ruge. El pánico recorre mis pulmones y comienzo a correr, esa criatura es muy lenta por suerte, debe estar débil.

Continuo corriendo y veo la ciudad a unos pocos kilómetros, esto es una gran oportunidad, tengo que seguir corriendo, al parecer no me he cansado en lo absoluto, normalmente me canso con facilidad de correr tanto. Continuo corriendo por alguna extraña razón y poco a poco me voy acercando a aquella ciudad, esto es emocionante. 



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