11. "No somos nada"

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Louis caminaba a un lado de una de sus hermanas menores, Lottie. La chica miraba el paisaje a su alrededor, no acostumbraba a salir de casa por seguridad y aquella calle era algo diferente a lo que siempre veía. Se dirigían a la casa de Harry. Luego de haber conversado por varias horas sobre la sexualidad abierta de Louis, Lottie había accedido a acompañarlo a la casa de Harry, obviamente quería conocer al chico que a su hermano le estaba gustando. Necesitaba asegurarse de que el rizado era un buen partido.

—¿Estás seguro de que le quieres, Boo? Podemos regresar a casa si no estás seguro.— La chica insistió por enésima vez, de verdad no quería que su hermano se equivocara. El oji azul salió del transe en el que se encontraba en el momento y miró a su acompañante para asentirle lentamente.
—Estoy muy seguro. Conozco a Harry, Lottie. Lo conozco demasiado y sé que me gusta. Pero no vayas a mencionar ese tema... Aún no estoy preparado para decírselo. Sé que sufrirá porque cree que yo no le correspondo, pero es algo por lo que debe pasar mientras que yo me preparo. No es tan simple, Lottie, esta no es una declaración heterosexual. Bien sabes que nuestro padre me matará si se entera de esto y necesito prepararme aún más, quiero decírselo a Harry cuando esté listo para decírselo a nuestro padre y a nuestra madre.— Hizo una pausa, aún no había acabado de hablar con la menor. —Si llegan a enterarse y no soy yo quien se los diga seguramente lo tomen peor, intentaré calmarlos en el momento.— Louis mordió su labio inferior al terminar y su hermana asintió al instante.

Con un padre homofóbico no era tan fácil. Para Harry sí lo era, sólo vivía con su madre y ésta no tenía nada que ver con la homofobia, a él le habría encantado nacer en una casa que aceptara la homosexualidad. Él sabía más que perfectamente el pasado de Harry, claro que lo sabe, y sabe que Harry ya olvidó eso por lo que ahora sí, todo es fácil. Si su padre siguiera en su casa Harry no sería lo que hoy es.

El chico se detuvo frente a la casa del rizado y Lottie se paró detrás de él. Éste tocó el timbre y pasó su mano por su flequillo para acomodarlo, estaba nervioso. No sabía si Harry lo dejaría pasar o no por lo que había sucedido días antes. Para su sorpresa el rizado corrió hacia Louis y por poco olvida a la reja que los separa, luego de abrirla se abalanza sobre él y rodea su cuello. Su cabeza se esconde en el cuello del más grande e inhala su aroma, soltando una pequeña risa.

—¡Louis!— Chilló el oji verde aún con su rostro hundido en el cuello de Louis. Louis suelta una gran carcajada al ver la reacción de Harry y lleva sus manos a su torso para abrazarlo fuertemente. El rizado no se dio cuenta de la presencia de la chica, no hasta que levantó su cabeza para mirar a Louis y ver a alguien detrás de él. Su mirada fue hacia la persona y al ver que era una de las hermanas de Louis se separó de él, sonrojado totalmente.  —¿Qué hacen aquí?— Preguntó.
—Quería venir contigo, te extrañaba... Y Lottie se ofreció a venir conmigo para conocerte aunque ya te conoce, quizás no se acordaba de ti.— La chica dio un paso hacia delante y le tomó la mano a Harry para saludarlo y luego volver detrás de su hermano. —Ya sabes, hace mucho no vienes a mi casa y puede que nadie de mi familia te reconozca cuando te vean.— Soltó una tímida carcajada y luego suspiró. —¿Podemos pasar?—

Luego de algunos minutos de charla, Louis se levantó de su lugar y se dirigió hacia el baño. Era hora.
Lottie se acercó a Harry y se sentó a su lado, éste alzó una de sus cejas.

—¿Qué sucede?— El rizado se sentía confundido. Qué demonios pasaba. La chica sonrió ampliamente y tomó la mano de Harry.
—Prométeme que no le dirás de esto a Louis, por favor.— La voz de ésta bajaba cada vez más para asegurarse de que su hermano no la escuchara. —Louis me pidió que no te dijera nada pero no puedo mantener el secreto.— Harry asintió, entusiasmado.
—Cuéntame, prometo no decir nada.— El chico de rizos se acercó a la chica hasta dejar sus rostros juntos, esperando a que le dijera el supuesto secreto, pero en vez de hacer aquello, la chica unió sus labios con los del rizado. Éste intentó separarse pero las manos de la chica en su cuello se lo impidieron, y Louis, quien recién salía del baño vio la escena. Abrió los ojos ampliamente y luego mordió su labio inferior.

No podía reclamar nada. ¿Qué era lo que iba a reclamar? Después de todo Harry y él no mantenían una relación y Harry hallaría raro los celos del oji azul. Y aunque se lo dijera, a Harry no le importaría.


—¿Chicos...?— Murmuró acercándose a éstos, que aún seguían besándose. Sintió un gran nudo en su garganta y volvió a llamarlos. —Chicos, ya estoy aquí.— Harry ya había notado la presencia de Louis pero no podía separarse. Luego de algunos segundos, Lottie se separó por falta de aire con una enorme sonrisa en su rostro.
—Lo siento, Louis, nos tomaste por sorpresa.— Su hermana se alejó de Harry y se sentó en su viejo lugar. El rizado se volteó y miró a Louis, tragando saliva.
—Déjame explicarte...— Pero antes de que pudiera seguir hablando Louis negó.
—¿Qué vas a explicarme? Si tú y yo no somos nada, Harry.

Y así fue, el rizado se calló y se dio vuelta para poder seguir hablando con sus amigos y olvidar el tema del beso. Aunque eso parecía imposible; delante de él tenía a una chica que le lanzaba miradas coquetas y sonrisas y por otro a un chico con una mirada triste, vacía.




Todo iba tan bien

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Todo iba tan bien. Pero acá yo, con mis manías de arruinarles todo y hacerlas sufrir hsafjdskg.

Oh, y no se preocupen por los capítulos cortos, que a partir del próximo ya volverán a ser largos nenas.

Merci, Shaya.

Broken. → Larry Stylinson. #lgbtespañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora