capítulo 9

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Tuve por segunda vez aquella pesadilla, en la que mi hermana se encontraba envuelta en un halo de luz blanca; cuando la enfocaba lo suficientemente bien como para verle el rostro, notaba que ella estaba llorando, entonces yo corría hacia ella, pero algo a mi lado me seguía el rastro, por más que intentaba dejarlo atrás y perderlo de visto, seguía alcanzándome. Aunque no veía su cara, podía notar quien era y esa era otra cosa que tampoco me gustaba.

Era una sensación frustrante porque sabía que lo que sea que fuese llegaría primero que yo a ella y mi presentimiento era que no podía esperar nada bueno de eso.

Me levanté de un salto de la cama, mi piel estaba sudada y pegajosa a pesar de que la ventana que daba a la habitación estaba abierta, ni modo de cerrarla por los vidrios rotos, la tabla que la cruzaba en los extremos opuestos ya estaba podrida y por caerse, hace unos cuantos días esa ventana estuviese cubierta por varias tablas bien sujetas.

Me encamino a la cocina por un poco de agua para tomar y mientras cruzo la sala observo a Zach tendido en el sofá boca abajo, se ha cambiado el vendaje pero sus heridas siguen sangrando. Me pregunto si tal vez sea mejor así, un recordatorio fresco de lo que perdió y debe recuperar. Luego cuando termino de tomar lo que parecía un tanque entero de agua, me encamino nuevamente a la habitación, pero cuando veo las mantas y la gran cama sola, recuerdo nuevamente a Kelsey, y su ausencia.

Jalo una de las cobijas y una almohada y me devuelvo hacia donde se encuentra Zach, dejo la almohada en el piso junto al mueble y me tiendo allí arropándome lo más que puedo, cierro los ojos y como por arte de magia, me quedo nuevamente dormida.

Cuando me despierto lo primero que noto es que no estoy en el mismo lugar en el que me he acostado la noche anterior, coloco los brazos como soporte mientras me levanto, mi cabello cubre mi cara y cuando lo soplo para que mi campo de visión se despeje noto que Zach se encuentra en el otro extremo de la sala, justo al lado de la cocina, mirándome.

Carraspeo mientras observo a mí alrededor, se suponía que debía estar en el suelo, tiritando de frio por el clima que está haciendo, pero en cambio me encuentro sobre el sofá, que si bien no es ni la mitad de cómodo que la cama, está abrigado. Entonces me levanto y me refuugio en el baño, y mientras me cepillo y me visto, también me pregunto si tendría tan mal aspecto como para dejarlo petrificado de esa manera.

-Gutten morgen- saluda él en un perfecto alemán, mientras me lanza una manzana nada más salir de la habitación. La atrapo justo frente a mi cara y le doy un mordisco sin vacilar.

-Buenos días- contesto aún con la boca llena. Él deja asomar un atisbo de sonrisa y pasa al sofá, cuando lo hace noto que lleva el cabello mojado y que no se ha puesto camisa, de hecho sus heridas se encuentran al descubierto, cuando comienza a sacar las vendas recuerdo una crema que mi hermana siempre me ponía en las heridas cuando éstas sangraban mucho- espera un poco- digo al tiempo que paso a revisar los maletines, si él revisó bien entonces probablemente la crema no esté en su lugar, más sin embargo cuando busco el pequeño compartimento secreto donde la guardábamos, noto que la cajita redonda sigue en su sitio, me giro y él sigue observándome, justo como lo estaba haciendo cuando me desperté.

-¿Qué...- comienza a preguntar al tiempo que me pongo detrás de él.

-Shhh, calla. Aunque, si gritas, no te preocupes, lo soportaré- noto como algo parecido a una risa ronca sale de sus labios a pesar de que no tengo una vista de él de frente.

Terminado de aplicar la crema pongo el vendaje, procurando ajustar lo suficiente para que no le fastidie ni se corra de lugar, luego me levanto y recojo la maleta que ha reducido su peso considerablemente. Salimos de la casa justo antes de que comenzara a llover, encontré una sudadera gris los suficientemente gruesa como para protegerme de la lluvia y él encontró una negra, cuando llevábamos tal vez unos 15 minutos de viaje la lluvia se hizo más intensa, llevaba el carcaj y la espada en mi espalda y cadera respectivamente.

The New World coming... (libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora