Una noche nevada

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One-Shot: Una noche nevada

Una corriente de aire azotaba fuertemente contra cualquier enemigo que se interpongase en su camino, sin piedad alguna, llevándose sin rencor todo a su paso. Se había desatado una repentina tormenta, llevando consigo un viento espeluznante, y eso no era todo. Eran épocas navideñas, así que el frio y la nieve, no se hicieron esperar. La temperatura era demasiado baja, insoportable e incluso mortal para cualquiera que no llevase la vestimenta adecuada. Los animales se encontraban en su refugio, acurrucados, dándose el calor que tanto necesitaban. Todo el hábitat estaba cubierto de una fina capa blanquecina, del cielo caía nieve como finas y delicadas gotas de agua, que al ser tocadas, podía sentirse el frío y a la vez, el ser derretidas ante el calor de una persona, haciendo que se desvanezca y pase a su estado natural al instante.

El cielo rojizo como cierta mirada de un hombre en particular, dio paso cordialmente a una noche que parecía eterna, tiñendo en su cielo titilantes luces que iluminaban delicadamente el lugar. A lo lejos, se podía observar una joven muchacha desplazándose ágilmente de rama en rama hacia su destino, apresurada y con cierta molestia en su rostro. Aún le faltaba mucho para llegar a Konoha, se suponía que hoy era navidad, pero ¿y qué? Para aquella muchacha aquello no tenía sentido alguno, cada uno estaría con las personas que querían, que amaban. ¿Qué sentido tendría el llegar lo antes posible? Sólo era una fecha más, un año más, en donde se encontraría sola, como de costumbre. Solamente se dedicaría a ocupar su tiempo esperando por la llegada de alguien que quizá nunca volvería, aquella persona que se marchó de nuevo pronunciando una promesa que quizá quedó en el olvido, mientras cada palabra salida de sus finos labios se lo llevaba el viento y desaparecía en el infinito firmamento.

«Te buscaré cuando regrese»

Aquellas palabras las recordaba perfectamente, cuando el Uchiha dijo que volvería y que la buscaría cuando lo hiciera. Para ella eso fue el comienzo de una promesa, aceptó vagamente su decisión y juró que lo esperaría, pero tenía miedo de que aquellas palabras simplemente fueran parte de su mente, que no fuera real, que sea parte de su imaginación. Recordaba sentir el toque repentino de sus dedos en su frente, un gesto que jamás se lo hubiera esperado viniendo de aquel escalofriante hombre. Paró en seco al recordarlo e inconscientemente llevó uno de sus dedos a aquel lugar donde años atrás él había tocado. Ella lo amaba y lo seguía amando como el primer día, como siempre, un amor tan sincero pero tan doloroso a la vez, un amor que quizá solo lo sentía la joven Haruno.

Sasuke era el culpable de todas sus inestables emociones, pero ella era aún más culpable por no tener la intención de olvidarlo.

Mordió su labio inferior con fuerza, tratando de disipar aquellos pensamientos que la interrumpieron de repente. El viento era demasiado fuerte, jamás pensó que se desataría una tormenta y mucho menos estando ella fuera de casa, en esas condiciones. Había salido a una misión en la aldea de la arena, que a la vez aprovechó para quedar de acuerdo en uno que otro requisito para la fundación de otro hospital para niños. Se suponía que debía haber vuelto hace un par de días, pero su viaje se retrasó por la petición del Kazekage, lo cual no podía negarse a prestar su ayuda un par de días más.

Estaba a punto de seguir con su camino cuando una corriente de aire le dio en pleno rostro, esta los cerró enseguida, en su mano izquierda sujetaba un pergamino importante que le había dado el Kazekage, con la otra mano se sostenía de un árbol con la intención de evitar que se cayera. Llevó la mano que sujetaba el pergamino a sus ojos tratando de cubrirlos, no podía abrirlos, el viento cizañoso estaba dispuesto a molestarla. De repente se detuvo, el viento seguía pero era menos elevado. No podía observar más que la blanquecina nieve caer bajo aquel infinito cielo. Hacía mucho frio, ella no tenía prisa por volver, pero preferiría estar sola en casa, con una taza de chocolate caliente, lamentándose por cada cosa que ha pasado en su vida, a estar en el bosque, sola y con frio, mucho frio.

UNA NOCHE NEVADA 「ONE-SHOT」Where stories live. Discover now