#51 Alaska

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Ya estaba en el aeropuerto, donde Brook y Lex me estaban esperando.

-Buen Día Joven José.
-Ay Brook, ya sabes que me tienes que decir Joe. - le recordé al hombre robusto de piel morena.
-Hay que irnos ya.-mencionó Lex, quien era un poco mas delgado que Brook pero del mismo alto.
-Si, no se por que no pudieron esperar.
-Es muy importante.

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Abrí la puerta y aquel hombre, Harry, estaba en el umbral.
-Hola Sarah.
-Hola.- dije sonriendo
-Te venía a dar la bienvenida.- no me percaté que en sus manos había una charola con galletas.
-Pasa, sirve que las comemos los dos.-

El hombre pasó al living y me siguió hasta la cocina, donde pues no tenia ni un puto vaso.

-Sólo comeremos las galletas.- reí. -¿De donde eres? Tu acento y gentileza no son Neoyorquinas.
-No, soy de Pontiac, Michigan. Pero me fui a vivir con una tía a Boston, pero luego conocí a Jose y nos vinimos aquí a New York, pero no nos vamos a quedar mucho, por que no se a donde quiere ir. Ese hombre está loco.
-¿Vaya y eres esposa de José?
-Bueno, somos como una pareja informal, aun no me lo ha pedido ni nada, pero pues yo lo quiero mucho y aun que el no me lo diga, se que igual me quiere.
-Que bien. ¿Y a donde fue?
- A una junta de su trabajo, creo que se va a ausentar unos días. - tomé otra galleta.
- Es muy joven para tener un trabajo que lo haga viajar así ¿no?
- Pues es un negocio familiar, no estoy muy metida en eso.
-Muy bien. Bueno, Sarah, me tengo retirar,
- Oh, si, esta bien.

Lo acompañé hasta la puerta y ahí me dio la mano.

-Un gusto. Gracias por las galletas.
- No fue nada.

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Estaba camino a una de las casas de seguridad de Kyle. Solo he visto a este tipo una vez en mi vida, pero según Rodrigo es de fiar.

Así dijo de Chema.

Iba fumando con el vidrio de la camioneta abierto, hacia un frío del carajo pero no importaba, para eso todos estos cabrones llevaban chaquetas.

Por fin bajamos y volví a encender otro cigarro. Entramos, vi a Rodrigo, me saludo con la cabeza y en eso entró Kyle.

Cabello rubio, risado, alto, pero no tanto y unos ojos que te traspasan por completo, pero no a mi.

-Bienvenidos.- dijo abriendo sus brazos mientras bajaba la escalera principal. - al mundo Kyle. Donde no solamente transportamos aquí en los Estados Unidos, si no que en toda América.
-¿Que quieres?.- dije árido. -
-Buena pregunta Joe. Ustedes son, como decirlo sin que suene ofensivo. Mexicanos. Hemos estado teniendo problemas con Casillas y pero se que ustedes tienen gente haya y me pueden ayudar, obviamente con su parte a cambio.
-Suena bien, ¿pero que pasa con March y Kit? Están con Chema, y Chema esta con Casillas.- cuestionó mi hermano.
-Por ese bastardo no te preocupes, no ha sacado la cabeza desde hace semanas y ellos ya lo sacaron de la jugada.
Ahora vengan, les enseñaré la estrategia.

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Desperté en la cama y fui hasta donde el teléfono para pedir una pizza.

Si, eran las 4 de la tarde y apenas me desperté.

Colgué el auricular, pero de inmediato sonó.

-¿Hola?
-¿Con quien hablabas?
- Estoy muy bien, gracias por preguntar, ¿y tu?.- dije sarcástica.
-No estoy de bromas.
-Hablaba con un hombre que va a traer al amor de mi vida.
-Sarah....- dijo severo.
-Bueno ya, era una mujer, pedí pizza.
-Está bien, estoy ya en el aeropuerto de New York y..- escuché el timbre.
-Espera, debe ser la pizza.- deje así el teléfono.

Fui a abrir la puerta.

-¿Se te ofrece algo?.- le pregunté al hombre parado en mi puerta.
-¿Sarah Morello?
-Si.- lo miré de arriba a bajo y tenia un arma en el cinturón del pantalón, de inmediato intenté cerrar la puerta pero puso su pie, así que me eche a correr.- ¡Déjeme!
-No me hagas esto mas difícil nena.- dijo dijo y alguien mas entró en el apartamento.

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Sarah me dejó esperándola en el teléfono, pero comencé comencé a escuchar ruidos.

-¡Déjeme!.- grito ella
-No me hagas esto mas difícil nena.-
-Ricky tómala ya, hay que saber donde esta Trouble.

Maldito sin vergüenza.

ImplacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora