El regalo

5.5K 366 14
                                    


La esperada fiesta había comenzado, Scorpius estaba realmente feliz, sin embargo había un pequeño, o tal vez no tan pequeño, detalle: Hermione no había llegado aún. Draco estaba al borde de la desesperación, y Narcissa no sabía qué hacer para calmar a su hijo, preguntándose qué habría pasado pues ella estaba segura de haber convencido a la castaña de asistir.

Unas horas atrás en la oficina de la subsecretaria del Ministro, una lechuza blanca y majestuosa se posaba en el escritorio de la castaña, traía un paquete atado a su pata y un sobre verde muy elegante, la mujer desato el paquete y retiro el sobre del pico del ave ofreciéndole a cambio del servicio prestado algunas golosinas. Se dispuso a abrir primero el paquete donde encontró un hermoso diario de cuero verde oscuro con algunos detalles en plata –Justo para un Slytherin- pensó la chica, en la pasta delantera del pequeño libro estaba gravado el nombre de su destinatario, también abrió el sobre y leyó la pequeña nota de Narcissa, sin embargo noto algo más, había otro pergamino junto a la nota de la rubia, Hermione se dispuso a leer la extensa carta y no pudo evitar que varias lagrimas brotaran de sus ojos chocolate.

Cuando llego a casa Rose se encontraba finamente vestida con una falda estampada dorado y negro y una blusa perla, su cabello rojo resaltaba con el dorado de su falda, simplemente estaba hermosa, mientras que Hugo estaba aún desarreglado y sin la menor intención de asistir al evento.

-Cariño, por única ocasión cumple mi deseo y acompáñanos a la fiesta de Scorp- dijo Hermione a su pelirrojo.

-¿Por qué dentro de todas las cosas que puedes pedirme me pides un imposible mamá?- le respondió con cara de fastidio.

-Bueno, entonces no te lo pido, te lo ordeno- dijo la castaña con un poco de enojo en su voz- Los Malfoy han sido muy amables en invitarnos a tan importante ocasión, además Cissa me ha pedido que entregue el regalo especial a su único nieto, y no le fallare-

-No entiendo por qué tienes que ser tu quien lo entregue, y en todo caso vayan ustedes, si mi papá viviera no iría y no me obligaría a asistir- respondió el chico un poco triste al mencionar a su padre.

-Si tu padre viviera te pediría que me obedecieras, además el no está y quien toma las decisiones soy yo, vamos los tres y es mi última palabra-dijo Hermione sin lugar a mas discusión.

Y ahí se encontraban, dos jóvenes pelirrojos a cada lado de una joven mujer castaña ante la magnífica puerta de la gran Mansión Malfoy.

-Buenas noches Madame, ¿me permiten sus abrigos?- dijo un pequeño elfo con una vestimenta muy formal y una gran sonrisa, mientras hacia una pequeña reverencia ante los tres magos.

-Buenas noches, claro y gracias-dijo la bruja mayor con una sonrisa entregándole los abrigos a la pequeña criatura.

El silencio reino durante unos instantes cuando los Weasley atravesaron las puertas del gran salón, hasta que Cissy Malfoy lo interrumpió abrazando a Hermione y dándole una calurosa bienvenida.

Todos fueron testigos de la mirada de Draco, pues sus ojos se iluminaron cual faros en medio de la noche, cuando vio a su castaña entrar a la estancia, no podía creer lo bella que estaba, y cuando ella le miro el sintió que se derretía.

La velada avanzaba sin novedades, todos estaban disfrutando de la grandiosa celebración, y aunque Draco buscaba un momento a solas con el amor de su vida y algunos amigos (o todos) trataban de ayudar a que esto sucediera pareciese que no pasaría esa noche.

De pronto Narcissa hablo a los músicos y estos tomaron un descanso, mientras que Hermione se posicionaba en el centro de todos:

-Su atención por favor-dijo la castaña con un pequeño paquete decorado con los colores distintivos de la casa Sly y una copa en la mano- Esta noche estamos aquí reunidos para celebrar la vida de un pequeño Slytherin que alegra nuestras vidas con sus ocurrencias, ideas y actos, que ha venido a llenar de amor la vida de su padre y abuela, que ha traído luz a este hogar y felicidad a todos cuantos le conocemos. Es para mí un honor hacer entrega de un presente especial, durante generaciones la familia Malfoy hace un regalo particular a sus herederos al cumplir cierta edad, edad en la que se comienza una transición de niño a hombre, durante este tiempo Scorp podrás sentirte incomprendido, un poco rebelde y quizás fastidiado con todos, y necesitaras de alguien confiable para guardar tus secretos, tus pensamientos y todos tus sentimientos, este regalo debe ser entregado por el padrino, un familiar, o un amigo cercano, y me honra en gran manera poder entregarlo hoy a ti, en nombre de Astoria- cuando la castaña menciono a su madre Scorp sintió una punzada de dolor en el corazón por no tenerla con el- debo decirte pequeño que tu madre fue una gran mujer, y que me dejo específicamente a mi esta tarea, y le agradezco infinitamente la oportunidad que me da de hacer entrega hoy de este presente que espero sea siempre de utilidad, me he permitido hacer una primera anotación, unas palabras simples para una persona grandiosa, ¡Felicidades Scorpius Hyperion Malfoy!-

Cuando la castaña termino su discurso todos lloraban y aplaudían, pero lo que nadie esperaba era que el pequeño rubio se lanzara a sus brazos, ella muy sorprendida le abrazo con fuerza, le dijo que le quería y lloro con él.

Para Draco este acercamiento confirmaba muchas cosas, y le removía el corazón con tantos sentimientos de amor y felicidad que no cabía en sí, su sonrisa era amplia y era una que nadie salvo su castaña habían visto.

Mientras esto sucedía un pequeño pelirrojo salía del gran salón con unas lágrimas de rabia y tristeza sin que nadie lo notara.


Ha terminado un poco triste pero es parte de la trama y las sorpresas que se formaron en mi cabeza desde que decidí hacer este fic, agradezco enormemente sus votos y que sigan leyendo esto que se me va ocurriendo, por ultimo les dejo lo que escribió Hermione en el diario para Scorp.

Pequeño Titan:

Que estas paginas se llenen siempre de pensamientos y recuerdos felices, que todo lo que escribas en este diario puedas leerlo con el paso del tiempo sin ningún arrepentimiento.

Jamas se puede comparar el cariño de una madre, pero he aprendido de Harry que la familia también se elige y se llega a amar tanto como si fuera de sangre, no soy y no seré tu madre, pero siempre que me necesites estaré aquí para ti.

Espero seguir viendo como creces y haces tu vida.

Con cariño 

Granger

DestinoWhere stories live. Discover now