Catorce.

2K 187 13
                                    

Decir que el baño no me ayudó sería mentir, ninguno de los dos habló en ningún momento y lo agradecí, el solo se dedico a acariciar mi cabello y a depositar, de vez en cuando, unos besos en mis hombros, cabeza y labios.

Ahora me encontraba una vez más en su cama mientras el estaba abajo hablando con los chicos. Había traído para mi un poco de comida pero ni siquiera la había tocado.

-Tienes que comer, Cassie -dijo Derek refiriéndose a la chica de una serie la cual sufría de problemas alimenticios, con una pequeña sonrisa, reí un poco por lo que dijo y le hice una seña para que se acercara a la cama- Lamento todo lo que pasó hoy, muñeca, si hay algo que pueda hacer para que te sientas bien tu solo dime y yo lo hago.

-No tienes idea cuando agradezco todo lo que haces por mi -lo abracé, Derek se había convertido en más que un simple amigo para mi, se había vuelto un hermano- Está todo tan jodido ahora.

Me separé de el y tomo mi mano.

-Verás como todo se calma y vuelve a su curso habitual, no te presiones demasiado, Nissa.

-Odio decir esto pero a veces desearía nunca haberlos conocido, no quiero que pienses mal sobre eso, les he tomado un cariño enorme y agradezco todo lo que hacen por mi, pero esto me está superando -dije tomando mi cabeza en mis manos-

-Está bien, muñeca, te entiendo, cuando me enteré de que Chad había muerto me encerré en mi habitación y lloré por al menos diez hora -soltó una pequeña risa- No le digas a los chicos o se burlaran de mi.

-Ya lo sabíamos, nadie se creyó esa mierda de que estabas drogado -dijo Kendra entrando con todos los demás detrás de ella- Te conocemos, pequeño Luh.

El chico rodó los ojos y yo solo reí. Todos me miraron y al ver que tenía un poco más de animo su cara cambió a una de tranquilidad.

Estábamos aún en la habitación de Dillon, las chicas estaban a mi lado mientras que los chicos estaban repartidos por todo el piso de la habitación. Me habían contado anécdotas de todos y agradecía el hecho de tenerlos ya que había mejorado mi animo notablemente. Quería preguntar acerca de Dillon ya que era el único que no estaba aquí.

Y como si hubiera leído mi mente, el chico entró a la habitación y sonrió aliviado al verme reír. Los chicos al verlo inmediatamente de levantaron, cada uno beso mi frente y se fueron, incluyendo a las chicas. El rubio vino a mi lado y apoyó su cabeza en mis piernas, inmediatamente mis manos se dirigieron a su cabello y lo acariciaron.

-Escucha, nena, hay alguien abajo que quiere hablar contigo -dijo mirándome desde abajo- He estado hablando con Cameron acerca de unos temas y el me dijo unas cuantas cosas acerca de Nash -me tensé al oír eso- Hablaremos otro día de eso, ¿Está bien? ahora debes bajar para ir a hablar con tu hermano, nena.

Se levantó y me ayudó a mi, me pasó un suéter el cual tenía su olor, me abrazó por un momento y nos dirigió hacia abajo.

Me encontré con Cameron parado al final de las escaleras y corrí a abrazarlo, al ver su cara supe que el sabía todo lo de Nash pero no lo culpé.

-Dios, Nissa, no te veo hace días y no me contestabas el maldito teléfono, juro que casi me matas de la preocupación -dijo abrazándome más aún- Nunca más me hagas esto, porfavor, no importa la mierda que haya pasado con Nash, siempre, escúchame Nissa, siempre te apoyaré a ti.

Lloré en su hombro y no lo solté por al menos unos cinco minutos.

Crime | Dillon Rupp.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora