~Capitulo 7:

818 110 38
                                    

Habían jugado un par de juegos de lucha, que no duraron más de cinco minutos dentro del reproductor, y a lo último se decidieron por uno llamado Damage Of Warrior's souls, era bastante viejo a decir verdad.

John, quien era un fanático de los videojuegos, lo había visto varias veces en los aparadores de tiendas de coleccionistas, pero no tenía el dinero suficiente para adquirirlo. Se trataba, como su nombre dice, de un clan de guerreros de un reino antiguo y mitico llamado Reiderfell el cual fue dominado por una criatura andrógena aunque con capacidad de razonar denominada Driftinex que fueron despojados de todo lo que una vez amaron, de los cuales se controlan a cinco de cientos que constituyen un pequeño pero representativo grupo del clan y bla bla bla... todo esto fue explicado por el menor a medida que transcurría el juego que terminaron cerca de la una am.

Y entonces ambos cayeron rendidos en los creditos con los mandos en las manos y uno junto al otro.

-joven... joven despierte porfavor- John escuchó una voz femenina hablarle-joven... me veré obligada a llamar a seguridad

Entonces dio un brinco y se incorporó en la cama, lo que movió a Dave, quien también despertó.

-¿que esta sucediendo aquí?- el rubio fue el primero en hablar, ya que el pelinegro estaba totalmente desubicado.

-sucede que el joven no debió quedarse a dormir, señor- señaló al menor, que apenas y entendía lo que pasaba.

-¿es que mi novio no puede quedarse a dormir solo una noche?- reclamó el chico de ojos rojos- he visto a muchas novias quedarse y usted no les dice nada... ¿acaso nos está discriminando? Porque eso es una clara violación a la enmienda americana y, basicamente, usted estaría infringiendo la ley- argumentó el chico, haciendo que la enfermera se quedaa pensando durante unos segundos.

-no señor... me disculpo- y se retiró en silencio.

John solo se tallaba los ojos con las manos y se estiraba.

-que inicio de mañana tan agitado, novio- dijo por último, abriendo sus enormes ojos azules.

-uh... solo te estaba salvando el pellejo, no te creas- comentó con una risa altiva, aunque el escuchar la palabra "novio" salir de la boca del pelinegro y dirigida hacia él, le había dejado la piel de gallina.

-si me creo... jugaste videojuegos y dormiste conmigo, creo que eso es una muy formada relación- se burló John- y ni siquiera llevamos un mes de habernos conocído

-no me manipules... con esos argumentos tan convincentes, creo que caere como insecto en una telaraña- Dave solo seguía el juego, su amigo estaba aún dormido.

-te propongo algo- habló buscando sus lentes sobre la cama; los que Strider, a mitad de la noche, había retirado y dejado junto a los suyos, en un acto fraternal... claro- serás mi novio hasta que me digas quién es el chico que te gusta... por si no lo notas, te estoy doble manipulando para que me lo digas ahora- musitaba estas palabras con voz deja, como si quisiera volver a dormir, encontrando los lentes de alguna u otra manera.

-¿y cual es la parte en donde está la doble manipulación?- cuestionó el rubio.

-no te la dire... es un secreto- el pequeño pelinegro estaba medio inconsciente, pero en alguna parte de él, sabía lo que hacía... y le encantaba el plan del dormido John.

-pues es un doble engaño... porque acepto, entonces ahora te matará la curiosidad y en lugar de concentrarte en ser mi novio, buscaras la manera de que salga de mi boca el nombre de quién me gusta- dijo Dave señalando sus labios, haciendo ademán de estarle dominando.

-¿la misma boca que voy a besar?... porque eres mi novio y los novios se besan- estaba despertando poco a poco, al igual que su sentido y su uso de razón.

-¿me besarás en los labios?- preguntó el rubio con los colores en el rostro, que era mas rojo que piel.

-¿tu me dejarías?- dijo a modo de respuesta el chico de ojos azules.

-pues... es un trato ¿no?- contestó como si no le diera mucha importancia, pero si que se la daba.

-¿estas hablando enserio, no te molestaría que esto del trato fuera real?... se nota que quieres mucho a ese muchacho- cortó por último John.

-creo que lo quiero mucho... pero puedo hacerte espacio, si eso es lo que deseas- dijo Dave tomando los hombros del menor y recostandolo en su regazo- además... no fue hipoteticamente, yo acepté un trato real

-no voy a besarte si cuando lo haga simplemente pensarás en otro chico- al pelinegro se le desmoronó la idea de ser de quien su amigo gustaba, y se sintió asqueado al pensar que era la segunda opción, estaba enojado- ¿sabes?... creo que debo irme

-novio...

-¡nunca me llames así de nuevo!- vociferó interrumpiendo a Strider desde la puerta de la habitación y salió.

Muchos podrían decir que el chico de ojos azules era bipolar y un melodramático, pero estaba lastimado y confundido; ¿su amor de toda la jodida vida ahora dice que le gusta alguien más y, encima, pretende experimentar sobre John? Eso es ridículo, ¡¿quien no se sentiría usado?!.

John Egbert siempre había sido un chico sensible, lloraba por absolutamente todo lo que lo conmoviera... siquiera un poco; pero ahora lo único que quería era golpear a alguien en la cara... no, ¡golpear a Dave en la cara! Y liberar tensiones.

Caminó a paso rapido por los pasillos y pronto salió de ese hospital, no obstante se quedó un rato fuera de este para procesar las cosas y, ¿porque no?, llorar un poco.

Luego, se fue caminando hasta su casa, era aún de día así que no había problema.

El problema estaba con Dave, quién debía descubrir que era lo que había hecho mal con su amigo para que se pusiera así.

El problema estaba con John y sus sentimientos confusos; debía decidirse entre ser un buen amigo, o simplemente seguir lo que dictaba su corazón.

The Only One ®Where stories live. Discover now