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Yamaguchi estaba tan emocionado que recorrieron casi toda la granja en un par de horas, así que el rey le propuso que descansaran...además no quería que el día acabara tan pronto...una vez que el pecoso viera a todos los animales su "Cita" terminaría.

-No sabía que te gustaba, así que solo compre donas-Kageyama se sentó a su lado

-Está bien...oh recordé algo-abrió su mochila y buscó algo con desesperación-...supuse que aquí no habrían maquinas expendedoras así que te traje una caja de leche-sonrió

-G-gracias...-la tomó y desvió la mirada para no sonrojarse en ese momento-...y... ¿Y bien?... ¿Desaparecieron tus problemas?

-¿Te diste cuenta?-observó el suelo

-Solo lo supuse...y no me equivoque... ¡Ven!

Kageyama lo tomó de la mano y se dirigieron a un lugar donde hubieran menos personas, se sentaron en el césped cerca de unos arbustos, desde allí no podrían ser molestados...al menos eso fue lo que Kageyama pensaba.

-No te obligare a que me cuentes que pasa...pero si quieres llorar...

-¡No llorare!...no debo-hizo un pequeño puchero, obviamente el si quería hacerlo

-Idiota, si lo guardas solo harás que duela más-acarició su cabello

-Yo...-sus lágrimas comenzaron a caer-...no quiero llorar...p-pero, no puedo detenerme...-sollozo con fuerzas-... ¡Quiero detenerme!

A pesar de que trata de secar sus lágrimas con los puños de sus manos, ellas seguían saliendo rebeldemente, como aquella vez en el almacén, ese sentimiento amargo volvió a retorcer el corazón de Kageyama, pero era obvio...aquella persona estaba llorando, sufriendo frente a sus ojos...y el no podía hacer nada...

-¡Soy un tonto!...

El pecoso observó a Kageyama con una expresión de estar pidiendo ayuda, la mente del rey dejó de funcionar, y el simplemente actuó. Tomó sus manos para quitarlas de su cara y lo besó...suavemente movió sus labios, para jugar con los del pecoso...pero no dejaba de ser un beso bañado en lágrimas de sufrimiento.

-Kageyama...tu...-el pecoso trato de hablar luego que el rey se separó, se mantenían la mirada

-Ya te detuviste...no estás llorando-sonrió malvadamente

-¡Claro que me detendré si me besas de la nada!-refunfuño

-Hey...tú querías detenerte y yo solo te ayude... ¿Qué está mal?-volvió a sonreír-...no quieres llorar más, entonces te besaré cada vez que te vea derramar una pequeña lágrima

-¿Qué?-entró en pánico-...p-pero hacer eso...tu, no debes...no tienes porque hacerlo Kageyama

-Lo haré, tomaré la responsabilidad por ser el único que te ha visto llorar-se levantó-...así que piensa dos veces antes de derramar una lagrima Yamaguchi

-¡Definitivamente no puedes hacer esto!... ¡Es un beso!-trató de hacerlo entrar en razón

-No te escucharé...soy un tirano después de todo...-lo tomó de la mano-...continuemos viendo a los animalitos

Kageyama sentía que todo su interior estaba a punto de colapsar... ¿Cómo pudo hacer algo así? ¿Qué pasaría si el pecoso lo comenzaba a odiar desde ahora? ¿La relación se habría arruinado con lo hizo?...se maldijo a si mismo muchas veces...pero quería a toda costa que Yamaguchi dejara de llorar, por que el sufría de la misma manera o inclusive peor...pero ahora no había marcha atrás.

Se recostó en su cama analizando todo lo que había pasado...después del beso no se volvió hablar del tema y Yamaguchi actuó como si no hubiera pasado nada...pero la felicidad de Kageyama se desvaneció en cuanto comprendió todo...por un lado sabia que quizás Yamaguchi lo perdonaría...y si eso pasaba el se convertiría en pocas palabras, en solo un pañuelo de Yamaguchi, y si no era perdonado...no le quedaría otra opción que seguir mirando desde atrás...pero ninguna opción era alentadora.

pero ninguna opción era alentadora

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Lo decidió, continuaría con esto...aunque él fuera el único en salir lastimado, si esa era una oportunidad para que el pecoso ya no estuviera triste lo haría sin pensar, era solo un amor no correspondido...nadie muere de amor, fue lo que pensó Kageyama al cerrar los ojos para dormir.

-¿Cómo les fue en la "cita"?-Hitoka sonrió entusiasmada

-¿Oraste por el alma de Yamaguchi?...creo que lo necesitara-sonrió, estaba de buen humor

-Ka-Kageyama...-la rubia quedó impactada-...te vez muy bien cuando sonríes

-¿Haa?

-Nada, no es nada... ¿Y bien?... ¡Quiero saber detalles!-sus ojos brillaban por la emoción

-Eres una chismosa...

-¡Tú tienes la culpa!-refunfuño-...verte tan entusiasmado por algo que no es el vóley...es raro

-Mm...-se rascó la parte posterior de la cabeza-...fuimos a una granja de animales, el estaba muy contento...pero Tsukishima lo arruino, digo...el estaba triste por él

-¿Triste?... ¿Lloró?

-Si...

-¿Qué hiciste?-entre cerró los ojos desconfiando sobre lo que le podría decir 

-Lo consolé...-Hitoka lo observó esperando algo más de aquella simple respuesta-...¿No es lo que se hace cuando alguien llora?

-Sí, pero hay más forma de consolar...dime ¿Lo abrazaste?

-No

-¿Le dijiste palabras bonitas?

-No

-¿Le acariciaste la espalda y le dijiste "todo estará bien"?-la rubia comenzaba a desesperarse

-No

-¿Lo besaste?

-Si... ¡N-No!... ¡Que no!-Kageyama se sonrojó

-¡¿LO BESASTE?!...-Hitoka se levantó y se tomó la cabeza como si esta le fuera explotar-... ¡¡¿LO BESASTE KAGEYAMA?!!...¡LO BESASTE SIN HABERTE DECLARADO!

-¡No te desesperes!...no es lo que piensas

-¡PIENSO MUCHAS COSAS EN ESTE MOMENTO KAGEYAMA!-le gritó, y se quedó un momento congelada...como si su alma hubiera desaparecido-...bien, ya me calme...necesito explicaciones...Kageyama-kun-sonrió molesta

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Manos cálidas (KagexYama)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz