Cap 3

1.6K 142 14
                                    

Dejo todas mis cosas en donde Kasumi me había indicado que sería mi nueva habitación y me tiro a la cama desganada, lo último que había deseado ahora me estaba ocurriendo. Cuanta suerte tenía. Comprometida con un desconocido y una madre a la que no le importaba pues era por el bien del futuro de nuestro clan.

¿Por qué en nuestro clan todos los hombres eran tan débiles?

Dos golpes en la puerta me sacaron de mi mundo. Me acomodé en la cama sin llegar a sentarme y hablé: -Adelante. -Aún tumbada Ranma y Akane entraron en mi cuarto.

- ¿Ya has terminado, Megumi? -Asiento señalando mis pocas pertenencias obvia. -Esto... Oye, ¿te apetece venir a vernos entrenar? Mi padre tiene un pequeño dojo en casa y Ranma y yo siempre nos enfrentamos allí. Si te gusta también puedes usarlo.

-No tengo nada mejor que hacer. -Susurro mientras me levanto lentamente. Bajando las escaleras me acuerdo. -Akane. -La recién nombrada me mira algo alarmada por mi repentino llamamiento. -No importa si entro sin el traje, ¿no? Odio llevar esa bata blanca. Es horrible y me pone nerviosa que se me abra cada dos por tres, me gusta más golpear con mi ropa usual, así me sirve para estar preparada en cualquier momento.

Akane ríe antes de responder. -Claro, no te preocupes. Además, no eres la única que no lo usa, no recuerdo haber visto a Ranma ponerse uno desde que vino a vivir aquí con su padre.

Asiento sin importarme mucho lo último dicho por ella. Vale, Ranma tenía algo en común conmigo, ¿y? Eso no iba a provocar que de repente me sintiese atraída por él, quisiese saber más de su vida y terminase aceptando que me estaba comenzando a enamorar de aquel chico. Por milagro sabía su nombre.

-Hey. -Mirando a Akane mientras practica Ranma se acerca a donde me encuentro, me mira unos segundos dubitativo pero termina sentándose a mi lado. -Ya que estamos obligados a casarnos y parece que ninguno de nuestros padres van a negarse a nuestra boda, ¿por qué no tratamos de conocernos mejor?

-Porque no me importa tu vida y tienes, al parecer, otras prometidas que les ocurre lo mismo. Una de ellas, por ejemplo, Akane. -Suspiro al notar su fija mirada puesta en mí. -Vale, está bien. Empiezo preguntando, eso sí.

-Claro, pregúntame lo que quieras.

- ¿Cuántas prometidas tienes?

-Ug, todo menos eso, mejor. -Responde con un cansado suspiro saliendo de sus labios.

Río ante aquello. Primera vez que reía desde que llegamos a Japón y básicamente me vi obligada a decir adiós a mi hogar natal y a todas las personas que amaba allí en China. -Bien, has conseguido convencerme. Nada de prometidas será. ¿Cómo te apellidas?

-Saotome, soy Ranma Saotome. -Saotome... Por alguna razón aquel apellido se me hacía conocido. - ¿Qué tipo de artes marciales haces?

-Taekwondo, karate... Todas se me dan bien, la defensa propia es lo que más debo de saber hacer en un mundo de mierda como este. -Respondo mirando mis manos, por alguna razón siempre me ha costado abrirme ante la gente por lo que si quería ser más o menos amable con el chico no debía mirarlo a los ojos o acabaría insultándole sin razón alguna. -Soy hija de la jefa de una especie de tribu alejada de la civilización en China, allí las mujeres somos las que controlan todo y las poderosas, no como en muchos otros sitios. Mamá me obligó desde muy pequeña a controlar mi fuerza, mi temperamento, a ser básicamente la perfecta futura líder que mi gente necesita.

-Guau, eso es... increíble. -Dice con una sonrisa.

Decido no hacer caso a mi ligero sonrojo. -Bien, sé que no había dicho que nada más sobre prometidas, pero me intriga, ¿por qué tu padre te ha comprometido al parecer con varias mujeres? ¿Tan feo creía que ibas a ser? -Pregunto lo última burlona.

-No, o eso espero. -Contesta riendo. -La verdad es que ya ni me acuerdo, Akane es mi prometida, y hay otras dos chicas que se han hecho también mis prometidas de la nada, una de ellas por culpa de mi padre y la otra por una especie de tradición... familiar. Otra es una alocada que está obsesionada conmigo y trata de hacer que quiera casarme con ella.

- ¿Por qué no te casas con ella? Parece que es un buen partido.

-Es una niña de mamá y papá mimada rica. Además, odio a su hermano, es insoportable en todos los aspectos hablando.

- ¿Su hermano? -Pregunto, notablemente interesada en todo aquello. La vida de Ranma Saotome parecía sacada de una maldita novela.

-Sí, su hermano mayor, Kuno Tatewaki, el tío más insoportable del mundo. -Noto el afecto que tiene por aquel chico ante la mueca de disgusto que hace. Río. -No tiene gracia, si terminas yendo a mi instituto notarás lo horrible que es. Es como el típico chico del que tus padres tratan de alejarte... desde que eres una niña, de hecho. Pesado, acosador, egocéntrico y mujeriego. Está obsesionado con Akane y con... -Se queda repentinamente callado y un escalofrío que no comprendo el porqué es producido recorre toda su espalda. -Pero mejor dejemos de hablar de él.

-Ranma, ¿puedo hacerte una última pregunta? -Asiente mirándome fijamente. - ¿Estás enamorado de alguna de las chicas con las que estás comprometido? ¿O de alguna otra chica?

Me mira sorprendido ante aquello. -No, no estoy enamorado de ninguna de esas chicas. A algunas les tengo aprecio, sobre todo a Akane, pero ambos sabemos que nuestra relación es más bien amistad que cualquier otra cosa. -Una nostálgica sonrisa se produce en sus labios al responder a la otra preguntar. -Pero sí, estoy enamorado de otra chica. -Me mira serio a los ojos. -Pero es un amor de la infancia, no creo que ella me recuerde ya.

The karate girl (Ranma Saotome) [FINALIZADA] EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora