Fotografías

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Los tecleos rápidos de sus dedos se escuchaban en toda la habitación, gracias al silencio de todos concentrados en sus ordenadores. La mayoría estaban perdidos en conversaciones de redes, mientras que el resto se preocupaba más por hacer las investigaciones que en su momento no hicieron. Por otro lado HyukJae estaba ocupado en sus asuntos, sin necesidad de conversar con nadie por internet o dedicarse a labores pendientes, simplemente sus asuntos.

Notas recientes.

Alimento favorito: Mariscos. Galletas PokaPoka

Fruta favorita: Fresas y Mandarinas.

Descubrimiento: No puede comer solo.

Ultimas fotografías tomadas en el jardín trasero del instituto.

Con la clase de sonrisa satisfecha, tomó su cámara fotográfica y la conectó al ordenador. Con rapidez, incluso podría decirse que desesperación, entró a una de las nuevas carpetas de la memoria abriendo la primer imagen.

No cabía duda que el chico era fotogénico, no importaba el ángulo, la posición o el estado en que estuviera, siempre obtenía las mejores tomas y nunca borraba ninguna. Esa tarde iría a imprimir las nuevas, pero antes guardaría algunas en su móvil, en especial aquella... donde tenía sus bellos ojos cerrados y su cabeza caía con gracia hacia atrás, mostrando en su esplendo el cuello esbelto, tentador al punto de recercarle la garganta por la tentación que le presentaba tocarlo y besarlo; además tenía una visión clara de su perfecto perfil, de esa nariz pequeña y esos labios rosados.

Paso la punta de su lengua por las comisuras de su boca, relamiéndose. Quería tener el grandioso privilegio del tacto y el sabor en Lee Donghae, y en momentos como esos casi sentía que no podía controlarse.

-Si sigues viendo de ese modo la pantalla, explotara.

-Déjame en paz- gruño encrespado solo con escuchar su arrogante voz.

-Lo siento hyung, pero me conocen por ser sincero.

-Te conocen por ser un canalla- refuto -¿Qué haces aquí Kyuhyun? ¿Estas persiguiéndome?

-En realidad vine por esto- el joven interpuso enfrente de él un cuaderno de cálculo, meneándolo con petulancia. -No todo tiene que ver contigo, de hecho pocos te nota en esta escuela..... ¿Pero asi es como lo quieres, o no? Tú eres el genio en eso de la "persecución". Mientras menos sepan de tu existencia, menos curiosos tendrás queriendo saber sobre tu obsesión con....

HyukJae se levantó de golpe de la silla, habiendo ya apagando el aparato y tomado sus cosas en un tiempo record. Mirando sobre el hombro al menor, dijo entre dientes: -Solo guarda tu distancia, no necesito lapas a mi espalda jodiendome los planes.

-¿Pero qué te parece un amigo?

De nuevo termino inmóvil antes de que diera el primer paso.

-¿No necesitas un amigo, HyukJae?

Una mueca sínica se formó en su rostro, quería burlarse, vaya que quería hacerlo. Pero opto por no iniciar una discusión, conocía a Kyuhyun y mientras más hablara con él más tiempo le daba al chico para manejarlo a su antojo; asi que rio falsamente y sin llamar demasiado la atención mascullo:

-La verdad... No. No te necesito.

Sin permitirse recibir una respuesta salió de ahí enseguida, dando zancadas gigantescas como selo permitieran sus largas piernas, y llevando en su hombro la mochila de tela en la que cargaba la cámara y sus libros con recelo.

Kyuhyun lo siguió con la mirada, al verlo desaparecer una media sonrisa apareció en su boca indicándole a quien le viera, que no estaba en posición de rendirse con sus intenciones. Por extraño y poco coherente que fuera, HyukJae le parecía una persona que podía aparentar independencia, totalmente solitario e indiferente... pero en el fondo era un completo corderito sensible, fácil de romper, fácil de engañar, y jamás podría estar enteramente solo.

La pregunta que se hacía todas las mañanas ¿era porque quería ser precisamente él quien le respaldara? Kyuhyun jamás fue la clase de persona que se preocupa por desconocidos, ni tampoco un guardián de las almas perdidas o algo por el estilo; asi que el hecho de que le interesara guardar el secreto de HyukJae y ganarse su confianza era ya algo que le desconcertaba diariamente.

-Tal vez sea porque es un bruto- se dijo en voz alta -O porque es tan misterioso como interesante.

Encogiendo los hombros, solo llego a una conclusión "Insistiría como el terco que era" hasta conseguir volverse cercano a Jae.

=*=*=*=*=

Donghae saco las llaves que la secretaria le había entregado en sus manos hace unos pocos minutos, indicándole que el salón de baile era totalmente suyo siendo que ningún estudiante entraba para ocuparlo en el resto del año. Era una buena noticia, porque le gustaba hacer sus pasos solo y con la única compañía de la música a su alrededor guiándolo (aunque la soledad no fuera lo suyo).

Abrió la puerta y entro cerrándola de un puntapié, lanzo su chaqueta al suelo y camino con las manos en su cadera hasta verse reflejado en los enormes espejos de la pared. Era un sitio bien iluminado gracias a los ventanales del costado sin ningún tipo de persianas, y la luz del sol revotando en las paredes crema reflejándose en cada esquina, haciendo parecer al lugar bastante vacío aun con su presencia.

-Es perfecto- musito. Pero había hablado apresuradamente, pues en realidad le faltaba una cosa... la mágica grabadora.

-Joder, tendré que usar la mía ¿cierto?- sabiendo que nadie le respondería (y asi lo esperaba) se alboroto él mismo sus cabellos. -¡Yaah! Usare esta vez mi teléfono.

Saco de sus pantalones deportivos el celular plano, y entro hábilmente a su lista de reproducción. Con una sola pulsación comenzó a escucharse la canción deseada con el eco del salón, y Donghae lo dejo con cuidado en el suelo, a una distancia prudente para no llegar a pisarlo en el transcurso.

Estiro sus músculos antes de comenzar e hizo extraños sonidos con la boca mientras lo hacía, finalmente intento tomar su ritmo... pero se detuvo al instante.

Le había parecido escuchar unos pasos afuera, pero al mismo tiempo que quiso prestar atención, estos también pararon muy cerca de la puerta.

Iba a preguntar si había alguien ahí, iba a hacerlo, y quitarse esa sensación de extrañeza. Sin embargo no dijo nada. Volvió a intentar coordinarse con la música y lo logro, comenzando finalmente con su baile.

Los pasos no volvieron a escucharse, y algo le decía a Donghae que no se habían ido todavía; quien cruzo por el pasillo seguía ahí, y además estaba observándole. Consciente de esto, Donghae intentaba dar lo mejor, sin importar quien fuera quería que viera lo bueno que era... quería impresionarlo, ¿Por qué? no tenía la menor idea.

¿Acaso era la misma persona que estuvo esa mañana cuando hablaba con Yunho?

Le daban escalofríos, sí, y no quería averiguar más de la cuenta. Pero también había algo de excitante en todo esto.

¿Sería que Lee Donghae estaba algo deschavetado?

Y mas acosos de Hyuk^^

Blanco de lenteOnde histórias criam vida. Descubra agora