Nada que cambiar

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El viento helado chocaba contra mi rostro y apenas podía respirar por el cansancio, pero luego de haber corrido durante un buen rato finalmente había llegado a la editorial. No fue necesario que me presentara esta vez, parecía que ya se había corrido la voz del nuevo chico en practica que ayudaría en la sección de comics, más específicamente el ayudante del señor Cipher.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron Rita apareció vestida impecablemente y con su dulce sonrisa. –buenas tardes Dipper. –dijo abriéndome el paso. –¿A dónde con tanta prisa?

-va a matarme Rita... le dije que no tardaría pero me detuve a mitad de camino a darle indicaciones a una señora, luego encontré un gato que no podía bajar de un árbol y después... -ella negó con la cabeza y posó su mano sobre mi hombro.

-no ha llegado todavía. –me volvió el alma al cuerpo y por primera vez en mucho tiempo respiré tranquilo. –salió temprano para una reunión con su editor. Le diré que llegaste hace un rato.

-eres un ángel. –dije antes de que las puertas se cerraran frente a mis ojos y comenzara a subir hasta el séptimo piso. Tal y como había dicho Rita, el lugar estaba vacío y silencioso. Acomodé la mochila en el respaldo de la silla y encendí la calefacción. Aun no sabía que haría hoy así que me dediqué a curiosear mientras entraba en calor y esperaba a Bill. La vez pasada no había tenido oportunidad de ver ni la mitad de las cosas que me hubiesen gustado dado que el mayor tenía una estricta política de "No metas la nariz donde no te incumbe". Pero Bill no estaba aquí ahora y no dañaría a nadie si miraba solo un poquito.

Fui directamente al librero, ocupado en su mayoría por carpetas y archivadores. Tomé uno al azar como si se tratara del mayor de los secretos del mundo. Eran algunas páginas una de las primeras ediciones de Gravity Heroes, también bocetos con anotaciones a los lados y al parecer sin ningún orden aparente. Una segunda carpeta estaba en el mismo estado, desordenada y llena de dibujos sin relación. –Esto es un desastre... -nadie podía trabajar así. -Bill debería organizarlos.

Planeaba seguir husmeando entre los archivadores cuando un pequeño libro amarillo en la estantería inferior llamó mi atención. Me agaché para tomarlo, era más liviano de lo que parecía, y tenía sentido ya que no se trataba de un libro.

Tuve que reprimir un grito de emoción cuando leí en la portada "álbum de fotos" con una estilográfica antigua. Siempre había pensado que Bill era algo así como una ninfa del bosque que había venido al mundo a traer felicidad con sus historias de superhéroes, y la nueva perspectiva de que fuese una persona normal con un pasado que poner en fotos se me hacía demasiado tentadora como para dar media vuelta y volver a mis asuntos. Algo tan maravilloso como la vida del señor Cipher tenía que ser visto por el mundo, o al menos por mí.

la primera fotografía era de una casa color crema, muy elegante y grande. Luego jadones de rosas y un perro san Bernardo que miraba hacia la cámara. –no quisiera interrumpirte, pero no deberías estar mirando eso. –una voz a mis espaldas me hizo dar un salto y por poco dejo caer el álbum al suelo.

-perdón, ya iba a dejarlo. Yo... yo... por lo que más quieras no le digas a Bill. –me giré cubriéndome el rostro con el álbum. Y en lugar de darme el sermón de mi vida o llamar a los guardias el desconocido soltó una pequeña risa mientras caminaba hasta mí. poco a poco fui bajando el libro para descubrir a un hombre alto que me sonreía.

-tranquilo, va a ser nuestro secreto. –había llegado a mi lado y era tan dulce que e había agachado un poco para quedar a mi altura. Sus ojos, al igual que su cabello eran de un inusual color turquesa y me miraban desbordando ternura. –pero tienes que devolver eso donde lo encontraste.

No atiné a nada más que asentir con la cabeza, así que el mismo tomó el álbum para dejarlo en el estante como si nada hubiera pasado. –a Bill no le gustaría que alguien más viera eso.

-lo siento. –seguiría disculpándome mil veces más si era necesario, pero al parecer dejó el tema cerrado y olvidado cuando se dio la vuelta para dejar en el escritorio el bolso que hasta ese momento no me había dado cuenta que cargaba. –soy Dipper. –le dije por fin buscando conversación.

-es un placer conocerte Dipper, Bill me ha estado hablando de ti.

-¿ah sí?

-pero no me dijo que eras tan lindo. –sentía el calor subiendo a mis mejillas precipitadamente, no estaba acostumbrado a recibir esos comentarios, mucho menos viniendo de otro hombre. –por cierto, me llamo Will Cipher. –extendió su mano y yo la tome por inercia. De pronto todo tuvo sentido. Su rostro perfecto, la forma de sus ojos y su presencia en la oficina de Bill, dentro de todas las cosas que no me había imaginado del mayor estaba la posibilidad de una familia. –gracias por estar cuidando a mi hermano.

-ohhh... no es nada. –me encogí de hombros.

-se que a veces puede ser gruñón y mal educado. Sin mencionar que no quita ese ceño fruncido en su frente desde que puedo recordar... -Will se llevó una mano al mentón como si quisiera evocar años atrás, esos momentos en la infancia de Bill que seguramente solo el conocía. –bueno, lo que quiero decir es que te agradezco mucho que le hayas tenido paciencia hasta el momento.

-¿hasta el momento? –Will suspiró al tiempo que se llevaba una mano a la nuca, no cavia duda de que estaba al tanto de los problemas para relacionarse que tenía su hermano.

-se que admiras su trabajo, Dipper. Pero no es tu responsabilidad quedarte aquí.

-pero no quiero ir a ningún lado.

-Marco estuvo con él dos meses, y ningún otro de sus asistentes había durado tanto. –Will puso su mano en mi hombro tal y como una madre lo haría. –a Bill no le importará que seas un niño, y no deberías estar aguantando su... carácter especial.

-no hay nada malo con Bill. –dije poniéndome serio por primera vez, me hice a un lado para zafarme de su agarre. El rostro afligido del mayor casi me hizo sentir culpable. –no hay nada en él que quisiera cambiar.

Will iba a hablar, pero se detuvo al escuchar la puerta abriéndose hasta chocar con la pared, ambos nos giramos a ver Bill que avanzaba cabizbajo hacia nosotros. –Will... -dijo con una voz más profunda de lo habitual. –será mejor que te vayas.

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*O* holi, ¿a que no se esperaban una actualización un lunes en la mañana? pues yo tampoco, de hecho debería estar preparándome para ir a la universidad xD así que solo dejare esto por aquí y me iré. los amo, los amo, los AMO! 

Dejen una estrellita fugaz y un comentario C: BYE!

Save me (BillDip)Where stories live. Discover now