06

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—¿No puedes simplemente dejar de molestarme?

Seokjin miró confundido a su hermanastro—¿Qué te ocurre?

Yoongi jamás le había hablado así. Jin conocía muy bien el carácter de Yoongi. Sabía lo directo, brusco y borde que sonaba a veces. Muchas veces sus amigos le tachaban de cortante, pero con él jamás lo había sido.

Muchos dirían que eran hermanos de sangre, que se conocían de toda la vida aunque no fuera así.

—No me ocurre nada,—miró al suelo. Sabía que Jin no merecía su rabia, pero no podía controlarla—simplemente quiero descansar.

Jin sonrió pero no llegó a creerle. Algo pasaba. De hecho, esa sensación la tenía desde hacía semanas. Sentía como si todo el mundo sabía algo que él no. Se sentía apartado al no saber aquello que todos callaban. Incluso Haeri, su novia, parecía saber el porque de esas miradas.

Cuando iban a cenar en grupo, Hoseok siempre intentaba animar a todos, Yoongi ni siquiera comía lo que pedía, simplemente miraba el plato y bebía. Taehyun y Saelim, aunque intentaban seguirle el rollo a Hoseok, se callaban y eso generaba un silencio incómodo. Miradas entre Saelim y Haeri, miradas entre los chicos. Seokjin se sentía ofendido, ¿después de haber hecho tanto por ellos, no confiaban en él?

–He dejado comida en la mesa, había pedido pollo y cervezas para los dos,—comentó—hacía tiempo que no estábamos tu y yo solos.

—No tengo ganas, ni hambre Jin.

—Ya veo...¡Ah! También traje una crema casera que Haeri y yo cocinamos ayer pruébal...

—Haeri, Haeri, Haeri...—dijo tirando su cabeza hacia atrás, dejando ver su cuello—¿Cómo le va todo?

—Bien, sigue trabajando en la Galería de Arte de Seúl. Es muy buena en lo que hace—explicó.

—Lo sé.—Bajó la cabeza y volvió a la realidad, se acomodó en el sofá y siguió cambiando los canales como estaba haciendo antes que Jin irrumpiera en su casa.—Es decir, lo intuyo—corrigió intentando parecer desinteresado.

—Ayer hicimos un mes y medio y me llevó el desayuno en la cama, es tan dulce—sonrió.

—¿En la cama?—Yoongi no pudo evitar lucir asustado, espantado.—¿Entonces tu y ella ya...?

—¿Te refieres a que si ya lo hemos hecho?

Sonrió. Y esa sonrisa lo confirmó todo. Aquello volvió loco a Yoongi. Podía matarlo allí mismo. ¿Quien era él para tocar lo que no le pertenece?

Haeri era suya, él fue el primero y siempre pensó que él iba a ser el último.

Apretó los puños, los apretó tanto que dolían. Las venas se marcaban en su brazo. Daba miedo.

—Jin, fuera de mi casa.

—¿Qué ocurre?

—¡Vete!

No quería verlo. Si lo hacia lo golpearía. Pero había sido su culpa, ¿por qué mierda le preguntó eso?

Eres imbécil Min Yoongi, pensó.

Una vez solo, su mente comenzó a  recordar. Recordaba aquel día. El día que le hizo suya.

La piel de porcelana,

mejillas sonrojadas,

respiración entrecortada,

besos, abrazos, caricias...

El recuerdo de sus labios. Sus labios tan rojos como la sangre. Ni siquiera llevaba maquillaje.

Sin darse cuenta se quedó él solo y una botella de whisky. Él solo y sus pensamientos. Era la peor combinación.

wrong way|min yoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora