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Cuando Kwon Haeri abrió los ojos, lo primero con lo que se encontró fue con el torso blanco y suave de un hombre. Estaba debajo de ella. Concretamente ella estaba tumbada a su lado, abrazándole, con la cabeza apoyada en su pecho.

Por el color tan blanco de la piel, podía saber de quien se trataba. Por un minuto lo había olvidado. Pero ella no se encontraba lo suficientemente borracha como para no recordarse.

¿Qué había hecho?

Había engañado a Jin, lo había engañado con su hermanastro.

Se sentía horrible por ello, pero la sensación duró poco cuando Min Yoongi, aún dormido, estiró de ella acercándola aún más a su pecho.

Yoongi era una persona que dormía mucho, pero desde hacía cinco años que no dormía tan bien. No tenía pesadillas, ni se levantaba por las noches sin poder conciliar el sueño.

Él abrió sus ojos y una dulce sonrisa se escapó de sus labios. No encontraba mejor manera de despertar. Las imágenes de la noche anterior se habían quedado grabadas en su memoria.

El joven Min sabía que ella se sentiría culpable, es más, obviamente él también se sentía culpable. Pero su corazón le pedía ser egoísta, al menos una vez en su vida, él deseaba ser egoísta.

Bajo las blancas sábanas de la cama, los cuerpos desnudos de ambos descansaban.

En aquel momento el sólo deseaba hacerle el amor. Repartía besos por todas partes, recorría con sus manos cada centímetro de su cuerpo mientras ella había caído rendida bajo sus caricias.

Quería memorizar su cuerpo por si se volvía a ir, por si lo volvía a dejar, por si no volvía a su lado.

[...]

Dicen que el primer amor nunca sale bien, pero aquel día Min Yoongi recuperó la esperanza.

Llevaban tanto tiempo sin verse, sin hablarse, sin tocarse, que decidieron permanecer todo el día en la cama.

Pero necesitaban comer, así que Yoongi le preparó el desayuno. Aquello le hacía muy feliz, ella sabía que él no era muy bueno cocinado, pero se esforzó en ello.

—Espero que te guste el café—bajó la cabeza mientras se sonrojaba.

Ella sonrió, y es que en aquel momento ese gesto de Yoongi le pareció muy tierno.

Dio un sorbo al café esperando saborearlo, pero algo se lo prohibió—¡Yoongi le pusiste sal en vez de azúcar!—gritó a la vez que escupía parte del contenido de la taza.

Yoongi abrió los ojos de par en par asustado, corrió a buscar una servilleta para limpiar lo que Haeri había tirado.

—L-Lo siento, nunca cocino nada, ni un sólo café, y-yo ni sé cual es el azúcar y cual es la sal—explicó.

La habitación quedó en silencio hasta que ambos estallaron a carcajadas.

—Sin duda, no has cambiado.—le dijo ella.

—Tu si lo has hecho...

Y el silencio volvió. Ella se quedó pensando en lo mucho que cambio. Ya no era inocente, sobretodo después de lo que había hecho esa noche.

—En el fondo rezo porque sigas siendo la misma, que sigas amándome.

—Yoongi, por favor...

Aquello lo desesperaba. ¿Es que ella no entendía que él la quería? Que nunca le había olvidado, que pasó noches llorando y que cuando la volvió a ver, su vida, que no tenía sentido alguno, volvió a recuperar ese optimismo que tenía cuando era joven. Aquello que le decía que él podía con todo.

—Escúchame, es muy fácil. Se lo contamos todo a Jin, el lo entenderá, es mi hermano.

—¡No es tan fácil!

Min Yoongi le agarró de las manos y hizo que le mirara a los ojos. En su mirada había suplica. Suplica por parte de ambos.

—Detente, no me hagas esto.

—S-sólo escúchame. Escucha mi voz—le pidió.—Déjale Haeri, vuelve conmigo. Prométeme que volverás conmigo Haeri.

—Por favor, no me hagas esto.

De pronto el se enfadó. Soltó sus manos y le dio la espalda.—¿Qué no te haga que, eh? Fuiste tu quien me llamó a noche, pudiendo llamarle a él, fuiste tu quien agarró mi mano, quien habló del pasado, fuiste tu la que me pidió un beso aún cuando te dije que no, insististe. Mierda Haeri...¡Fuiste tu quien me abandono!

Ella comenzó a llorar. De nuevo volvían a pelear. Casi igual de fuerte como la última vez. Lo peor es que esta vez él sí tenía razón. Min Yoongi nunca medía sus palabras, simplemente las soltaba sin importarle a quien hiciera daño.

Cuando el se dio la vuelta, ella ya no estaba. La iba ir a buscar, pero el sonido de la puerta cerrándose le hizo saber que ya había dejado el apartamento. No iba ir detrás de ella, estaba enojado.

Sus piernas no aguantaron más y cayó al suelo, quedándose de rodillas. Su mirada se perdió en la cama desordenada de su habitación, recordándole todo lo ocurrido. Cerró los ojos y una lágrima cayó por su mejilla.

—Lo has vuelto a hacer Yoongi, eres un idiota—se dijo a sí mismo.

Si es corto lo siento,
Espero que disfruten del fin de semana,
Me voy a un cumpleaños y no tengo mucho tiempo así que nada más les digo que gracias por leer y que les quiero🐷💕
Bye☁️

wrong way|min yoongiWhere stories live. Discover now