Capítulo 7: "¿Cómo callar estos sentimientos?"

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Los días pasaban y ya solo quedaban un día para que Milk, volviera a su pueblo. Ella y Gokú todos los días por las mañanas entrenaban juntos sin que nadie se enterase, claro que después de aquel acercamiento, Milk había decidido poner distancia entre los dos, teniendo como compañero de batalla a Vegueta o bien luchaban los tres juntos pero nunca los dos solos. Por las tardes salía con Raditz a cualquier lugar que él la llevase la idea era que se conocieran mejor, en todos esos días Milk, no había permitido que Raditz le diera un beso, ya que ella argumentaba, que primero deberían de conocerse y luego vendría lo otro, Raditz aunque molesto no le quedo otra cosa que aceptar y por cada desprecio que recibía de Milk, el iba a buscar a su rubia amante.

Gokú cada día que pasaba le era más difícil disimular sus sentimientos hacia la pelinegra, que aveces llegaba a tener miedo de que alguien en su casa se diera cuenta de ello y termine metiéndose y metiendo a Milk en un problema del cual ella no tenia para nada la culpa.

Viernes por la noche: "Casa de Gokú"

Gokú caminaba por los pasadizos que lo conducían a su cuarto, cuando de repente decidió acercarse a la habitación de Milk, para ver si ella  aún estaba despierta. Toco despacio a su puerta, para evitar que Raditz lo escuchase y al no obtener respuesta se le ocurrió girar la perilla para ver si la puerta se encontraba abierta. Grande fue su sorpresa cuando al girar la perilla la puerta se abrió y allí la vio, dormida profundamente como un ángel en su cama, su rostro mostraba una radiante sonrisa. Gokú cerró despacio la puerta y camino despacio a la cama de la jovencita se sentó en ella y empezó a acariciarle con su mano su rostro, ante el contacto, Milk, sonrió en sus sueños.

¡Te amo¡, dijo Gokú muy despacio, luego se acerco lentamente a los labios de la jovencita y le dio un dulce beso. Milk, aunque se encontraba dormida correspondió el beso con mucha dulzura, ante el asombro de Gokú que al verse correspondido profundizo mas el beso, luego de unos segundos se separo de ella y la beso en la frente y le dijo: Te voy a extrañar princesa, no sabes cómo me arrepiento de la estupidez que hice, decía el joven derramando lagrimas que humedecieron las sábanas de la bella joven, luego de eso el joven de cabello alborotado salió de la habitación cerrando despacio la puerta y fue a la suya.

Al día siguiente:

La bella joven pelinegra se levantaba de su cama, tocándose con los dedos sus labios y diciendo: solo fue un hermoso sueño, pero lo sentí tan real, decía la jovencita con melancolía, mientras se paraba de su cama para ir a correr con Raditz.

Horas después:

Pero piénsalo amigo, es mejor para la relación de nuestros hijos, decía Bardock.

Si lo sé, pero mi niña no creo que acepte va a representar a su gimnasio y no creo que ahora renuncie a ello par que vengamos a vivir aquí, dijo el gigantesco hombre.

Entonces al menos vengan todos los fines de semana hasta que hagamos público el compromiso, dijo Bardock.

Si esa es una buena idea cariño, porque yo voy a extrañar mucho a Milk, decía Gine.

¿Y cuándo será ese dichoso torneo?, decía molesto Bardock.

Creo que en unas semanas, dijo Ox Satán.

Entonces cuando acabe, los esperamos aquí con los brazos abiertos, dijo Raditz.

Gimnasio Z:

Hoy se va, decía con tristeza Gokú.

Es lo mejor Kakaroto, así tus emociones se enfrían un poco y podrás pensar mejor las cosas, dijo Vegueta.

No creo que con la distancia cambie lo que siento por ella, dijo con tristeza Gokú.

Pero al menos tienes la esperanza de verla en el torneo, dijo Krilin.

Y allí no estará tú hermano, dijo Vegueta.

En un parque:

¿Y cuándo es tu dichoso torneo? Y ¿Cuánto durara?, decía fingiendo calma Raditz.

En dos semanas y dura aproximadamente un mes, decía la pelinegra.

Entonces en todo ese tiempo no volveré a verte, decía Raditz molesto.

No, al menos que vayas a verme combatir, decía con una sonrisa la pelinegra.

Horas más tarde:

Bueno, esta es la última cena que compartimos por ahora, decía Bardock.

Gokú miraba a Milk con tristeza y celos, mientras Raditz se acercaba a decirle algo en el oído que hacia sonreír a la pelinegra.

Si amigo, voy a pensar tu proposición y tal vez más pronto de lo que te imaginas te tenga una respuesta dijo el gigantesco hombre.

Milk, la próxima vez que vengas haremos juntas ese pastel de fresas que tanto te gusta, decía Gine sonriendo.

Al día siguiente:

Cuídate mucho linda, decía Gine, abrazando a la pelinegra.

Que tengan un buen viaje, decía Bardock despidiéndose de su amigo y de su futura nuera.

Cuídate preciosa, pronto iré a verte, dijo Raditz dándole un beso en la mejilla.

Hasta pronto suegro, dijo Raditz.

Hasta pronto hijo, dijo el gigantesco hombre mientras le daba un abrazo a Raditz.

Hijo no piensas despedirte, dijo Gine mirando al joven de cabello alborotado que estaba sumamente triste.

¡Eh, sí¡, hasta pronto señor Ox, dijo Gokú despidiéndose del hombre y luego se acerco a Milk para abrazarla y despedirse de ella.

Cuídate princesa, le dijo cerca del oído luego le dio un dulce beso en la mejilla que estremeció a los dos.

Tu también cuídate, dijo Milk, tratando de mantener la calma y evitar llorar.

Gokú los vio partir por la gigantesca ventana de su sala y una lágrima rodo por su mejilla al ver partir de su lado al amor de su vida, mientras Raditz lo miraba a cierta distancia con una sonrisa irónica.

"Fruta Prohibida"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora