¿Tengo un moco?

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Capítulo 12

 

 El resto de la tarde deja la jornada escolar no se habló sobre otra cosa que el baile de Brandon, y el beso de Brandon con esa chica. Lamentablemente, yo era esa chica. Pero fuera de importarme los comentarios respectivos había algo más primordial que todo eso: La cena de esta noche con mis padres… y Brandon. Rogaba a cada Dios de cada religión que todo fuera bien, o al menos todo lo bien que puede ir una cena con mis padres. Sabía que el haberle mentido a Brandon el motivo de la cena el Karma me lo haría pagar, y en esta vida. Le dije que sería una cena de negocios y como son tan aburridas él está obligado a ir, entonces al final ¡Sorpresa! No pudieron llegar los socios de papa.

 

He hablado con mis padres para obligarles a no decir la palabra que empieza con n en ningún momento que Brandon esté presente. A mamá le gustaba arreglarse para las cenas aunque no sea de negocios o alguna otra ocasión que lo amerite, y el tener un invitado para ella lo ameritaba.

Llegué del instituto dispuesta a tomar una siesta rejuvenecedora, solo que además de rejuvenecedora resultó ser muy larga. Mama me aporreaba con la almohada para que me levantara mientras gritaba que ya iban a ser las siete y Brandon podría llegar en cualquier condenado momento y yo estaría a medio vestir.

Tomé un vestido al azar del armario y me fui hacia el baño a darme una rápida ducha. Siempre me he duchado rápido, no encuentro sentido pasar horas bajo el agua solo ahí, cuando verdaderamente me tardo es cuando salgo del baño. Debo aplicarme la crema para las piernas, para la cara, para los brazos, para cada distinta parte de mi cuerpo.

 — ¡Savannah, tu amigo ha llegado!— escucho gritar a papa desde la primera planta de la casa.

Trato de entrar rápidamente en el vestido pero es tan ajustado y se me adhiere a la piel como pega por las malditas cremas. Cuando por fin lo logro, decido no buscar zapatos acorde porque estaría otra media hora buscando de caja en caja, le dije a mama que tener los zapatos en caja en vez de desperdigados por el piso era mala idea.

Hago todo esto para avanzar lo más que pueda y que Brandon no tenga que escuchar alguna insufrible charla de papa. Corro cuando escucho la frase “Fue para el tiempo que hicimos a Savannah” y casi caigo al final de las escaleras para cuando Brandon le preguntaba a mi padre quien era el hombre del cuadro.

—No lo aburras con esa historia, papa.- sonrío a mi padre y entrelazando el brazo de Brandon con el mío para llevármelo lejos de allí.

El hombre del cuadro era algo así como el tátara tatar tátara tátara tátara tátara tátara tátara tátara tátara abuelo de la familia Evans, que vivió para el tiempo de la segunda guerra donde fue un gran general. Lamentablemente, perdió las joyas de la familia de un escopetazo, y bueno, murió. Dicen que el shock de no ver sus partes donde debían estar fue lo que lo mató y no la hemorragia, pero debía ser un gran hoyo el que tenía ahí.

—Traje esto. — volteo hacia Brandon que está un poco más atrás que yo. Extiende las manos ofreciéndome un ramo de rosas y una botella de vino.

No debí preguntar pero fue lo primero que salió de mi boca— ¿Las rosas son para mí?— tontamente ilusionada.

I Am The Queen (En edición)Where stories live. Discover now