Capítulo 19- Todo está oscuro.

82 14 0
                                    

-Ya había pasado una semana después de enterarme de la realidad de mi pasado, pero aún así no dejaba de desconfiar de los demás, cada día más y más Reinado me alejaba de los demás y me mantenía ocupada en cosas como pulir espadas, armaduras y escudos, pero no podía estar sola, así que él todo el tiempo mandaba a Patricia para que fuese mi acompañante durante varias horas.

-el día por fin había llegado, hoy se decidiría el futuro de la tierra mágica, hoy solo habían dos opciones, la primera era que el bien triunfaría y todos serían libres, y la segunda era que si el mal ganaba todos estaríamos viviendo en tormentas diurnas y nocturnas, dolor, hambre y pobreza, las aldeas estarían desoladas y de seguro nosotros seriamos los esclavos de la bruja.

-desperté muy temprano y con mucho entusiasmo, Patricia estaba al lado de mi roncando con muchas ganas; la miré y reí levemente porque ella estaba dormida, salí de la carpa y al parecer el sol aún no había salido, me extrañó que eso no hubiera pasado, siempre llevaba una cuenta de las horas anotando el tiempo en esta libreta (en la que estoy escribiendo esto) pero esta vez no concordaba con la realidad.

-caminé un poco y me senté en el césped , acurrucando mis rodillas y rodeándolas con mis brazos, miraba hacia el horizonte esperando el amanecer tan mágico, tan brillante, tan colorido y tan fantástico. Pero lo malo es que yo no soy muy paciente, odio tener que esperar, pero escuché el crujir de unas hojas y ramas y volteé para mirar a alguien, pero no veía a nadie, por lo que volví mi vista al frente y justo allí estaba Antohan, el caballero de la oscuridad.

-¿como estás?- preguntó mirándome a los ojos.

-¡estoy muy asustada, no me vuelvas a hacer es, eres un acosador!- le grité.

-¡bueno ya!- dijo abriendo sus manos con la señal de su me calmase.

-¿que haces aquí?- preguntó mirándome extrañadamente.

-desperté muy temprano y no había nadie despierto, todos seguían dormidos, por lo tanto salí a esperar que amaneciera- respondí entre suspiros.

-escuchamos unos ruidos a lo lejos y ambos miramos con la vista perdida hasta ver que Patricia y Reinaldo también estaban despiertos.

-hola Thildy- dijo Patricia escandalosa y alegremente mientras sacudía su mano en el aire.

-hola Patri- dije haciendo lo mismo con una gran sonrisa.

-hola a todos- dijo Reinaldo, por cierto, todavía era un pegaso.

-hola- le correspondimos Antohan y yo al mismo tiempo ynluego nos miramos para reír, me levanté y sacudí el polvo de mi ropa.

-Durante todo ese momento ya debería de haber amanecido, me extraña que todo siga estando oscuro- pensé.

-¿por qué aún no ha salido el sol?- dijo Patricia.

-eso mismo estaba pensando le dije riendo con ella.

-todo esto es obra de la bruja, ella de seguro lanzó un hechizo para que todos estuvieran dormidos mientras atacaba, pero ya que todos nosotros hemos sido hechizados por ella, su nuevo hechizo no nos afectó, pero sí a nuestro ejército- dijo Reinaldo con voz baja y gruesa, acompañada de ira y rencor.

-es cierto, no he visto a mi madre en mucho tiempo, pero estoy muy seguro que ella fué la causante de todo este descontrol- dijo Antohan.

-debemos ir nosotros- dijo Reinaldo.

-¿a qué te refieres?- le cuestioné sin comprender lo que quería decir.

-quiero decir que nosotros debemos pelear con la bruja-

-¿estás loco?- dijo Patricia asustada.

-es cierto, la procedía dice que...-

Antohan fué interrumpido por su madre quien completó diciendo - "los cuatro hermanos podrán derrotar a la bruja", si, si es cierto, pero eso no les servirá- dijo riendo y con voces de eco.

-No nos importa que tu mataste a nuestro hermano, aún podemos pelear contra ti- dijo Reinaldo callando su risa.

-que gracioso eres, ese no era tu hermano y tu lo sabes muy bien, tu sabes quien es el verdadero "hermano" número cuatro pero tu hermanita Matilda aún no ha descubierto su verdadero poder a diferencia de los demás, y sin eso no podrán derrotarme-

Ella tiene razón, yo pensé que mi verdadero poder era decir mentiras, pero... ¿que bien podrían hacer unas mentiras?, es decir, yo no conozco mis poderes, pero si no los obtengo la bruja podría ganar.

-ya estoy lista para pelear, mi ejército y yo estamos esperando por ustedes, pero al parecer extrañamente su lado está oscuro mientras que el mío está muy soleado, lo siento, al parecer el día de hoy sus vidas serán mías para siempre y sus cuerpos serán desolados, nunca recordarán nada de esto y solo sufrirán- rió con sarcasmo y luego se esfumó.

-Thildy, es hora de descubrir tu poder- dijo Antohan con rostro preocupado.

-es cierto, debemos unirnos para averiguar cuál es tu poder, porque sin él no podremos ganar la batalla- dijo Patricia.

Pasamos un largo tiempo con muchos intentos fallidos, al parecer todos ellos tenían poderes menos yo, ellos controlaban el agua, las flores gigantes, las sombras, borraban la memoria temporalmente, retrocedían los estados de las cosas, Reinaldo había tomado una rosa gigante y con un soplido la convirtió en un capullo, fué algo increíble, pero yo seguía sin encontrar mis poderes.

Por un momento me alejé de ellos y seguí un destello de luz flotante que tenía la forma de una mujer, ella decía -¡sigueme princesa, sigueme y descubrirás lo que desees!-.

Era de esperarse que algo extraño me pasara, siempre hay maravillas y cosas nuevas que ver en este lugar, me decidí por dar un paso y la seguí, nadie se había dado cuenta que ya no estaba, todos estaban practicando con sus poderes, la luz iba en un largo recorrido que parecía no acabar, fué desde el lugar en el que estábamos practicando donde comencé, pero luego seguía un terreno rocoso, unas escaleras de algunas ruinas, unas cuantas plantas, unos ríos de arco iris y luego se terminó en una especie de cabaña, mi temor era entrar, pero me armé de valentía y abrí la rechinante y muy estropeada puerta, miré a mi alrededor y el techo tenía muchas estrellas, era como la noche, pero en vez de ser negro el fondo, era de azul rey.

Habían unos libros que estaban cubiertos por el polvo, tomé uno y cayó otro libro, este era justamente mi libro favorito, Saga de Pasión del Lobo, lo tomé y luego lo ojeé un poco, volví a tomar el libro que estaba en la repisa de los libros y comenzó a tomar vida propia, me veía atrapada n un lugar desconocido con un libro que parecía leerse solo, al fin el libro se aquietó y miré la página en la que había quedado, el título decía "tus poderes serán descubiertos con sólo seguir estos pasos".

Los seguí detalladamente y logré crear una luz en mi interior, una voz que nunca había escuchado salió de mí, era una voz melodiosa, muy armónica, era tan suave como el sonido que producen el violín y flauta, luego decidí tomar una barita que estaba flotando en el libro y esta parecía estar a punto de explotar en mis manos, inmediatamente la solté con miedo, sentía fuego en las palmas de mis manos.

-no lo sueltes, anda, tómalo, te aseguro que no te pasará nada, todo estará bien- dijo la voz de la mujer.

Volví a tomar la barita y cerré mis ojos, pasados unos segundo la barita hizo un destello de luz que luego se apoderó de mí, mi cuerpo se convirtió en un cristal y mis poderes comenzaron a surgir de mí, mi poder era el de convertir las cosas en cristales de luz, cristales que podían destellar a otros y volverlos ciegos, inmediatamente corrí hasta donde estaban mis hermanos y Antohanpara explicarles lo que había pasado.

La Princesa de Phantacea©  #Epicawards2017 (actualizada a diario)Where stories live. Discover now