Un pequeño pedazo de ti |Josh Hutcherson|

CAPÍTULO VEINTICINCO

—Entonces... él es el papá de tu hija.

—Hi, peo eh no ho habe— balbuceo, aunque sé que Tim lo entiende, él debe de ser un experto después de todos estos años.

—¿Entonces él no lo sabe?— pregunta Tim, mi dentista—. Escupe, porfavor.

Hago lo que él me dice, para después responder. Tim ha sido mi dentista desde que era una adolescente y vivía con mamá.
Su carrera como dentista apenas iba empezando, ya que él era muy joven.
Cuando me mudé tuve que encontrar otro dentista, pero debía admitir que nunca me agradó como Tim, entonces cuando regresé antes de que naciera Heather volví con Tim.
Él es como uno de esos amigos que siempre dan buenos consejos.

—¿Porqué no se lo dices?

—Es complicado, ¿sabes? Su hermano... él sí lo sabe, pero no le agrada la idea de que Josh lo sepa.

Suspiro y le cuento todo.

—¿Estás diciendo que su hermano te tiene amenazada? ¿Porqué no lo demandas?

—No quiero lastimar a Josh— digo, mientras me levanto de la silla, dando por finalizado el tema.
No era la primera vez que pensaba en hacerlo.

Nos dirigimos a la recepción y pago.

—Un día de estos traeré a Heather y la haré sufrir la primera visita al dentista.

Tim ríe y me abre la puerta, me despido de él con un gesto de mano y subo a mi auto.
A decir verdad, Tim no es la clase de dentistas ancianos, él apenas va por los 30, si es que calculo bien.
Recuerdo haber tenido un enamoramiento adolescente con él.
Que vergüenza.

Al llegar a casa de mi mamá, Heather se encuentra dormida en el sillón de la sala, mientras mamá y papá están en la cocina comiendo.

—Hola, cariño— me saluda mamá.

—Heathy se quedó dormida después del almuerzo. Casi cuatro horas— dice papá y se levanta de la silla para ir hacia donde está Heather—. ¿Quieres que la lleve a tu auto?

—Si, por favor— río—, cada vez se vuelve más pesada.

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Coloco a Heather cuidadosamente en mi cama y me recuesto a su lado.
El sonido de mi celular me sobresalta. Contesto la llamada de Josh.

—Señor Hutcherson, ¿a qué debo su llamada?

—Bueno, quería invitar a mi linda... corrección, hermosa novia y a su hermosa hija a comer.

—Tenemos una agenda muy ocupada, pero creo que podemos hacerle un espacio, ¿a qué hora?

—Dentro de veinticuatro minutos exactamente.

Miro el reloj. 4:06 pm.

—Hmm... excelente, nos veremos a esa hora.

Decido arreglarme un poco. Cambio mis tenis por unos zapatos bajos negros, mis jeans y una blusa de tirantes negra.
Mi cabello lo amarro en una trenza de lado y aplico un poco de rímel. Listo.

Despierto a Heather, aunque sé cuanto odia que la despierten de una siesta— me pregunto a quien se parece— y le cepillo su cabello para amarrarlo en dos coletitas.
Ha crecido mucho su cabello.

Unos minutos más tarde, suena él timbre. Tomo mi bolso con las cosas necesarias y nos dirigimos hacia la puerta.
Cuando la abro, aparece un Josh con camisa blanca, jeans, tenis negros y recién rasurado.
Que hombre tan más hermoso.
Heather se cuelga inmediatamente a su cuello, soltando un gritito de emoción.
Josh le da un abrazo y después la vuelve a dejar en el suelo.
Se acerca a mi y deja un sonoro beso en mi mejilla, para acercarse más a mi oído.

—Más tarde te saludaré adecuadamente— me susurra muy seductoramente.

Levanto una ceja y él sonríe.

—¿Nos vamos?—pregunto.
Josh le tiende una mano a Heather y me tiende la otra a mi.
Cierro la puerta con seguro y después nos dirigimos hacia el auto de Josh.

Me aseguro de que Heather vaya bien sentada y con su cinturón de seguridad y después me sitúo en el asiento de copiloto.
Segundos después Josh toma lugar en el asiento de piloto y nos dirigimos hacia el restaurante al que Josh tiene planeado llevarnos.

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—¿En serio, comida mexicana?

—¿No te gusta?— frunció el ceño.

—Sí, sí me gusta, es sólo que no sabía que a ti te gustara la comida mexicana.

—Bueno, sí me gusta... ¿pero sabes que me gusta más?

—¿Qué?

—Tú