ERROR. (Editando)

2. Juego.

-Axel-

-Entonces.... ¿te gusta? - Aiden me miraba con una gran sonrisa en su rostro. ¿Por qué esa sonrisa? ¿estaría feliz de que me gustará su hermana? Era extraño, el es muy celoso...
Todavía se me hizo extraño que me ayudará a investigar de sí realmente ella sentía lo que yo quisiera que sienta por mi.

¡Vaya que Eiden me tiene confianza!

-pues, la verdad si... y mucho. - dije con una media sonrisa; la verdad no me gustaba, estaba enamorado de ella pero si le digo eso, tal vez me alejaría lo mas posible de ella y no dejaría que eso pasara.

-Perfecto- sonrió y se paró de un salto de la mesa en donde nos encontrábamos.

-¿A dónde vas? - pregunté dudoso.

- Con ella - dicho esto, se encaminó a la mesa donde se encontraba ella.

-¿Que? ¡No! - me dirigí rápidamente hacía el, no permitiría que le dijese algo ¡sería mi ruina!- Sí ella sabe, estoy perdido...

-¿Me crees capaz de hacer tal tontería?

Le di una mirada asesina.

-No Axel, no lo haré... -dijo rodeando los ojos. - Lo sabrás cuando este con ella. ¿Vienes?

-Sí intentas decirle, te juro que-

-No te preocupes- me interrumpió rápidamente. - solo iré con ella.

-Esta bien... -Dió un suspiro.

- ¿Vienes? - Preguntó de nueva cuenta.

-No, gracias.

- vaya, vaya. Creo que "alguien" está nervioso. - dicho esto, enarcó una ceja.

-claro que no... Solo que, no quiero marcar lo que ya es obvio. ¿No crees?- me crucé de brazos.

-A mi no me engañas...

Rodee los ojos.

Eiden era igual que ella, siempre hallando la forma de sacarme de quicio, su voz sarcástica en algunos casos, esa forma tan suya...Se notaba que eran hermanos.

Pero ella, esa más diferente...
Su forma de hablar, de expresarse, esa locura que la caracterizaba, era perfecta; bueno, por lo menos para mi.

- Bueno, nos vemos luego cobarde. - dijo despidiéndose con la mano y desapareció en el mar de alumnos que se encontraban en el gran patio del colegio.

gruñé y me dirigí a la ala de la biblioteca para estudiar un poco.

******

-¡Imbesil! La lastimaste...

-Yo no he lastimado a nadie...

-¿Cómo crees? Eres un pan de dios, todo un angelito...

- Es la verdad.

- Se arrepentirá de haberte conocido.

- No es así. Yo la amo y nunca le haría daño, no como tú.

- tal vez lo hice, pro ella fue feliz. Y ahora, mirala sufriendo cada día de su vida sólo por que tu eres feliz, en cambio a mi me ama.