8. Sumamente extraño.

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Después de leer aquella carta sumamente extraña. Antonio me tenía de la mano, íbamos bajando las escaleras para encontrarnos con los demás en la parte baja de la escalera.
Mi mente repasaba cada palabra, cada letra escrita ahí.

"Preciosa"

¿Cómo se le ocurriría hablarme así?

Maldito hipócrita.

- Hen...

La voz de Antonio me sobresalto...

- ¿si...? - pregunte distraída.

- ¿Que sucede? - su voz sonaba como si estuviese asustado. - ¿Qu-que ha pasado durante la última semana? Tu hermano ha llegado.

- ¿Haden esta aquí? - mi voz era un poco aguda. El no podía estar aquí. No podría ponerlo en peligro, no a el.

- si - dijo mientras bajamos las escaleras. - ¿Que sucede? ¿por que tanto misterio contigo y Axel? Desde hace una semana, que ustedes se desaparecen de repente, deme seguro no se han dado cuenta de que Luis se ha ido, ¿verdad?

- ¿Que? - no sabía que decir. ¿Luis? ¿cuando y como podría haberse ido? Y además sin darse cuenta. - ¿como...?

- ¿lo ves? - su mirada era tranquila, pero sentía por su voz que se sentía mal. - El salió hace dos días. Sus padres decidieron sacarlo. Como ninguno de estos días los vio a ninguno de los dos, no pudo despedirse.

- ¿Y Axel...? ¿no se dio cuenta?
- No. Dante se instalará a nuestra habitación mañana.

- ¿y como no supe de tal cosa? ¿por que no lo menciono?

- ¿recuerdas que SIEMPRE solíamos reunirnos por lo menos una vez a la semana?

Asentí.

- el lo dijo en la última reunión. ¿Que pasa Hen? - terminamos de bajar el último escalón. - se han separado del grupo....

- Yo.... - tenía que hablar con todos. Tampoco podía crear mentira tras mentira. No podía perderlos en este momento. Los necesitaba ahora, de mi lado.

Me detuve y me puse frente a el.

- Después de que sepamos todo esto de Lucy, diles a todos los demás que nos reuniremos en el salón de actos.

- ¿que dirás?

- Todo.

***

Al pie de las escaleras, llegando junto a Antonio. El grupo de amigos se encontraba firme... Todos menos Luis y Lucy.

Eider y Penny yacían en el extremo de una de las mesas de mármol. Junto a ellas Dante que hacia algo en el celular. Ese muchacho nunca se despegaba del maldito aparato. Del otro lado Axel cruzado de brazos que al verme llegar me dedico una sonrisa tímida pero diferente.
Junto a el, Anto no paraba de llorar, Antonio que estaba a mi lado corrió a encontrarse con ella para consolarla. Todos estaban.. Menos Luis. No tuve ni siquiera el tiempo para despedirme.

Luis...- susurré tan bajo para que nadie me escucharse. Y funcionó.

- Hen... - Axel pareció a mi lado. Se notaba diferente, como si algo le molestará o simplemente le entristeciera.
Cuando mencionó mi nombre, sentí un vuelco en el corazón, tenía días que no me decía pequeña....

- ¿has leído la carta? - sus ojos negros mostraban tristeza y al mismo tiempo preocupación.

¿por que?

Oh... Ya..

Por Lucy....

-yo...- ¡Genial Hen! Deprimente ahora....- si...

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