One-Shots FNaF

１⒉ "Green Day, ha hablado" //Song-Shott...?// [Vinscott]

//Es aconsejable escuchar Fuck Time por Green Day para este capítulo. Gracias por su comprensión hacia esta retrasada autora//

Voy en camino a casa, no estoy cansado, al menos no yo. Y por razones si, si estoy contento con lo que me podría esperar.

Ya en casa abro la puerta y ya dentro la cierro. Siento pasos acercarse hacia mí, unos pasos calmados y conocidos.

—Hey... ¿cómo te fue en el trabajo?

—¿Ni un beso de saludo?— pregunto con la ceja alzada y a la vez en un tono divertido en mi voz, él sonríe y se acerca más a mí para jalarme la corbata y darme un beso en los labios. Uno corto.
Me mira aún sonriente.

—Usted si que da besos de los buenos, cariño— le tomo de las caderas apegándolo hacia mí.

—No digas eso, Vinny.

—¿Qué tiene que sea sincero?

—Nada se malo. La cena ya debe estar lista, voy a por ella— dicho esto se va a la cocina y yo le sigo para ayudarle a colocar lo necesario en la mesa.

*   *   *

Qué más puedo decir que hubo una cena hermosa junto a mi novio.
Pues luego de eso, me siento en el sofá, y él a mi lado. Lo miro, Scott me mira y se sienta encima mío, en mis piernas.

—No te ves muy cansado.

—Digamos que esta vez en el trabajo no estuvo tan aburrido.

Él se cruza de brazos, creo que a pensado en otra cosa.

—Tampoco es para que te pongas celoso, amor.

—No lo estoy— niega —. Es solo... ¿Ella a ido a verte antes venir a casa?

—¿Susan? Si.

Frunce el ceño y se levanta, con ambas manos le tomo de la cintura y lo vuelvo a sentar en mis piernas.

—Vincent, suéltame.

—No, Scotty.

Mira a otro lado aún con los brazos, haciendo la ley del hielo. Aún sigue celoso desde que ella me obligo a besarla en frente de él, me tarde casi una... "bendita" semana para volver a retomar confianza. Y desde ese día odio a Susan, y Scott ya hasta quería matarla.

Le empiezo a acariciar suavemente la cintura, tratando de hacer que mirara.

—Scotty... amor... corazón... bebé... mi razón de ser... mírame, por favor.

Él suspira y me vuelve a ver, justo de forma directa a mis ojos.

—¿Aún sigues molesto cuándo me obligo a besarla en frente tuyo?

—Solo... un poco. Temo que de un día para otro me dejes... solo por una chica que hasta tiene empleo de puta.

—No deberías temer... sabes que eres el único que amo— le digo con total sinceridad —. No te voy a cambiar de la nada por alguien que ni me importa. Ten en cuenta que eres al único que querré.