Donde se suicidan las metáforas. ©

¿Aprendemos ya algo?

Estoy cansada ya, que sólo sé caminar a tropiezos, que me estrelló siempre en las mismas personas, sobretodo en mi misma. Que me conozco mejor que nadie, no vengas diciéndome que me conoces si yo aún ni sé el porqué de todo lo que hago. Que con suerte mi corazón funciona por si sólo para añadirle el peso de otro más, ¡qué bombea sangre no te quieros!

Estoy cansada de que vengáis con vuestros principios de mierda a decirme que está bien, que sí que es tú opinión y que puedes tener razón, que lo sé, pero no hace falta abanderarla como si fuese lo único que tienes.

Por favor, dejadme en paz. Ya estoy cansada de los tienes que, de los deberías, de que todo el mundo vaya repartiendo moralidad sin aplicarse ni una sola base de su teoría.

Estoy cansada de esta sociedad, de este país, de ir siempre contando el dinero que nos falta, de perder oportunidades por algo tan insignificante como la moneda.

Nos están ahorcando con nuestra propia cuerda.

Estoy harta de los políticos. Ya las ideologías ni se representan, seis meses sin gobierno, al borde de volver a votar sólo pensamos con cuál nos irá menos mal, ¿qué es esto? Ya no buscamos una ideología que nos represente, porque es eso, cada vez nos sentimos menos representados.

Estamos sobrenadando, intentando sobrevivir, nos rellenan la cabeza de información insignificante y a subsistir, en eso nos han convertido.

Las fronteras sólo son escusas, para no ayudarnos, para no salvarnos. Si nos sintiésemos unidos perderían su poder y es mejor seguir robando. Siempre igual, todo igual.

Estoy cansada, realmente agotada, porque ya no se trata de entender o no, es que no queremos, porque estamos hartos de la falsa empatía. Últimamente estamos más sometidos a la superficialidad que nunca.

Tiramos la basura en la casa del vecino y él en la de su vecino....Y así acabamos con la mierda de otros en nuestro patio, cuando ni si quiera supimos limpiar la propia.

Nos va a explotar todo en la cara, lo que callamos, lo que sufrimos, lo que gritamos, porque sí, de alguna forma lo dijimos pero, ¿qué hicimos? Nada, como siempre. Porque nos gusta sentarnos y ser espectador de nuestro propio desastre.

Y no aprendemos, porque nos enseñan a memorizar cosas que con el paso del tiempo acabamos olvidando y es por eso que somos tan idiotas de tropezar tantas veces con la misma piedra, porque ya no aprendemos, porque nos limitamos a la comodidad del ahora, porque a veces hasta memorizamos nuestros propios errores pero, ¿aprendemos ya algo?

Y estoy cansada, como todos, pero aun así tenemos depositada la esperanza en algo, algo que nos siga haciendo levantarnos mañana y no hundirnos al mirar a nuestro alrededor. Estoy cansada, estamos cansados, y sé que como bola de nieve cuesta abajo nos haremos grandes y lo mancharemos todo para estar más limpios que nunca, para estar más vivos que nunca, para, por una vez, hacer algo bien.

Ojalá en el futuro miremos atrás y pensemos lo peor ya pasó. Sobre todo, ojalá miremos a atrás y pensemos, lo peor ya pasó porque nosotros hicimos algo. Como diría Escandar (no llega ni a cita pero estas dos palabras en mi cabeza lo recuerdan directamente a él) ojalá, joder.