Capítulo 43

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Siento cómo su nariz recorre mi cuello, cómo huele mi piel provocando que mi cuerpo se erice por completo.

—Tú ganas —pone sus calientes manos sobre mi desnuda cintura y me levanta.

¿Cómo?... Me toma de la mano y con paso rápido me lleva lejos de la mesa, entramos a un oscuro pasillo y abre la puerta que esta al final del pasillo; entramos a lo que parece ser una oficina y escucho como pone el seguro a la puerta.

—Theo...

Nuestros cuerpo se funden en uno y sin dejarme reaccionar me lleva contra la pared, hambrientos nos besamos y paso mis manos por su cuello acercándolo más a mí; mi cuerpo lleno de placer se eriza con cada rose de él, libera mis labios para seguir con mi cuello y de un tirón baja mi topless dejando al aire mis desnudos pechos ¡Dios! Suspiro extasiada y de nuevo me besa de esa manera hambrienta que caula que mi cuerpo arda de deseo y lujuria... 

—Debes disculpar mi falta de tacto, pero es que moría por tocarte otra vez —nuestros alientos chocan —Me vuelves loco cada vez que estoy cerca de ti —su ronca voz enciende mis sucios sentidos...

Esos sentidos que mueren por salir y tomarlo, tomarlo hasta quedar completamente saciada. Lo empujo y cae sentado sobre el escritorio, quiero tenerlo completamente, quiero liberar todo lo que me hace sentir, todo ese deseo que ya no puedo seguir ocultando... Hambrienta desabotono su camisa y se la quito, con torpeza trato de quitarle el cinturón y al notar que no puedo me ayuda a hacerlo, al desabrochar su pantalón me toma del cuello fundiendo nuestros labios de nuevo.

Me carga por la piernas y me deja sobre el escritorio, paso mis piernas por su cintura, lo pego a mí y un gemido callado por su beso escapa al sentir su masculinidad lista ¡Quiero sentirlo! Interrumpe nuestro beso y veo como rompe el envoltorio con sus dientes, agitada por la falta de aire y por la excitación consumidora, veo cómo lo coloca y solo puedo sentir como todo mi cuerpo tiembla deseosa, mi intimidad se humedece preparada para él.

Miro su entrepierna tan lista y sedienta, levanto la vista para toparme con su mirada penetrante y seductora, dónde solo puedo ver el inicio del delito que estoy por cometer; cómo puedo desabrocho mi pantalón desesperada por hacerlo rápido, él lo jala y sin terminar de sacarlo por completo se adelanta a bajarme las pantaletas, apenas me siento libre me jala haciendo que entre de un solo golpe...

—¡Ah! —gimo sorprendida, pero es callado por su boca.

Me sujeto con mis piernas de él y me agarra con fuerza de la espalda, solo para envestirme de nuevo, de esa manera violenta pero complaciente y necesaria... Sus feroces movimientos hacen que mi cuerpo quiera moverse con rapidez, desesperada por llegar al borde y dejarse fluir en esa lujuria que es él. La maldita tentación de sus besos, de su toque y de ese lado lleno de pasión del que me priva, pero del que no quiero salir nunca... Cierro los absorta en cada envestida queda, en cada sensación que poco a poco va embriagando mi cuerpo; sus labios recorren mi cuello y continúa sin descanso hasta mis pechos, en los cuales se detiene para juguetear con mis erectos pezones.

Sin poder contenerme más aprieto con fuerza mis piernas, intentando contener esa embriagadora sensación, mi cuerpo pide a grito ser liberado...

—Theo —pronuncio con dificultad.

Aprieta mi piel y abro los ojos buscando esa mirada acaramelada que no logro sacar de mi mente, las gotas de sudor empañan su frente y ese acto de morder solo sirve para hacerme caer...

—Marily...

¡Ya no puedo contenerme más! Necesito liberar la presión provocada por él...

—¡Theo!...

AMOR © (Tú, simplemente).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora