Niebla

6.7K 560 282
                                    

Muchas personas pidieron que siguiera esto, así que esta el la segunda parte. 

¿Por qué ayer decías que mañana vendrías y han pasado dos días desde que te vi? Me he quedado esperando en cada clase que tu cabeza de asomé en la puerta pidiendo disculpas por el retraso pero en vano he esperado porque eso nunca pasó.

¿Quién eres Virgo y por qué te empeñas en ser un misterio para mi? Si no me interesaras tanto ya te hubiera dejado ir hace rato pero hay algo en ti que me trae loco y dice que espere, que lo mejor está por venir.

Suspiro.

Comienzo a caminar sin ganas a un día más de ese infierno en el cual no te dignas a aparecer, cargado de miradas que insinúan todo menos el peligro que solo la tuya puede brindar. ¿Dónde estás Virgo? 

-¿Dónde?- Murmuro mientras me siento en tu lugar rendido sabiendo que no te voy a encontrar el día de hoy.-

-¿Dónde? No sé, pero ese es mi lugar.- Eres tú, de no haber pasado dos días ya hubiera buscado lugar en tus brazos exclamando el gusto que me daba verte una vez más, pero ahora eso es reemplazado por enojo o tristeza, quizás un poco de ambas dejándome mudo ante tu voz.- Supongo que tú tampoco estás de humor para hablar.- Dices cansada y es ahí cuando subo mis ojos buscando que se conecten con los tuyos, pero eso no pasa.-

¿Por qué apartas la mirada Virgo?

Te sientas en mi lugar habitual y estoy por pararme cuando la maestra entra y da comienzo a su clase, no tomas notas y sospecho que no estás despierta por la manera en que tu respiración funciona, tienes audífonos que transmiten letras que desconozco e inundan tu alma con música.

La clase acaba y no te has movido. ¿Qué pasa Virgo? Me acerco a ti y cuando todo tu hombro te sobresaltas, abres tus ojos y al reconocerme los vuelves a cerrar.

-¿Ahora si tienes ánimos de hablar?- Preguntas y suspiro.-

-No realmente.- Tomo una silla y me siento junto a ti, tomo el audífono que está al aire y recuesto mi cabeza en la banca de manera que te estoy viendo, coloco el audífono en mi oído disponible y dejo que la música llene mi alma y las letras me permitan comprenderte.

Last night I dreamt

That somebody loved me

No hope, no harm

Just another false alarm

Quito un mechón que cubre tu cara y vuelves a abrir los ojos. ¿Por qué hay niebla en ellos? ¿Qué fue lo que pasó en estos días para que llegues con música triste y miradas con neblina? Estudias mi cara y paso mi mano por tu mejilla y cierras los ojos al toque, solo que cuando los abres dejas caer tus penas en gotas saladas que mojan mi dedos y se resbalan hasta romperse en la mesa.

-¿Por qué siempre que te toco terminas llorando?-

-Porque eres fuego que derrite el hielo.- Limpio las lágrimas de tus mejillas y nos quedamos viéndonos con las cabezas pegadas a la mesa y nuestras manos entrelazadas bajo de ella.-

-Hay un fuente en el centro, dicen que cumple deseos.- Digo y sonríes.-

-¿Crees en deseos que se cumplen a base de una moneda hundiéndose en el agua de la fuente?- 

-No, pero creo que es mejor dejar hundir a la moneda que al deseo mismo, o en su defecto a ti.-

-Si juegas con agua te vas a ahogar.-

-No te preocupes, si tu puedes jugar con fuego sin quemarte yo puedo jugar con agua y no ahogarme.- Sueltas una pequeña risa y dejamos que el día pase así, con audífonos bloqueando el mundo y nuestras manos juntando los nuestros creando uno nuevo.

Dejo que guardes tus cosas con la misma calma que lo haces siempre en el mismo silencio en el que te gusta estar. 

-¿Lista?- Asientes y tomo tu mochila para después tomar tu mano.-

-Sabes qué no tienes que cargarla, ¿cierto?- Sonrío por lo orgullosa que eres y comienzo a balancear nuestras manos.-

-Lo sé, pero no me importa hacerlo.- Vas a decir algo cuando te interrumpo.- Lo que digas no va a hacer que te de la mochila.-

-Eres un terco.- Dices divertida y seguimos caminando en silencio.-

-¿Dónde estuviste estos dos días?- Pregunto con miedo al haber sido inoportuno.-

-Estaba enferma.- Tu mirada que se estaba despejando vuelve a ser niebla y sabes que lo noté porque la apartas en un instante.-

-Sé que es mentira pero también sé que no voy a lograr que me lo digas hoy.- Me miras curiosa, como lo haces con todo y asientes delicadamente.-

Llegamos a la fuente y dejo nuestras cosas en el suelo, saco dos monedas y te doy una.

-¿Quieres ir primero?- Niegas sonriendo y veo mi moneda.- Bien... deseo que...- pueda besarte.-

Tiro mi moneda y vemos como se hunde creando ondas en el sitio donde cayó, toca fondo y tu decides hablar.

-¿Y cuánto tiempo va a tardar en hacerse realidad el deseo?- Me preguntas curiosa mientras juegas con la moneda entre tus dedos.-

-Eso depende de lo que pidas y cuánto lo desees.- Me miras detalladamente, como si me estudiaras, y quizás lo estás haciendo; vaya costumbre que tenías de fijarte en cada detalle.-

-¿Si te lo digo hay probabilidades de que no se haga realidad?-

-Eso depende en si es algo que puedo cumplir o algo que solo la fuente puede hacer.- Ríes y miras la moneda en tus dedos.-

-Deseo...- Tu mirada viaja por el parque y la gente que hay ahí, luego se posa en el agua y por último en mi.- Deseo que lo que tu hayas deseado se haga realidad.- 

Sonrío.

-Entonces me vas a perdonar por lo que voy a hacer.- Me acerco a ti y te beso antes de que puedas reaccionar.- Te veo mañana.- Y ahora soy yo quien desaparezco, contrario a lo que la sensación de tus labios en los míos, eso es algo que va a estar marcado en mi por mucho tiempo Virgo.-

¿Por qué te dije que te vería mañana si no sé si viviré para hacerlo? 

VirgoWhere stories live. Discover now