Viento

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Aquí la tercera parte ❤, gracias por todo el apoyo que le dan a estar novela (siendo sincera no pensé que alguien leería esto)

¿Qué haces en mi Virgo que cada vez que cierro los ojos solo puedo verte a ti y cada vez rozo mis labios no puedo evitar sentirte a ti?

-¿Qué haces?- Pregunta Aries y me limito a enseñarle el dibujo.- Te trae loco ¿cierto?- Asiento y estoy por hablar cuando la campana suena dando inicio al día. -

-Te veo luego.- Digo mientras cierro el Block de dibujo y me encamino a mi clase.-

¿Qué haces conmigo Virgo que por primera vez en años he hecho mi tarea y no he hecho trampa al hacerla?

-Hace 5 años hubo un viaje escolar al cual no pude asistir, mi hermanito había enfermado y entre el hospital y las medicinas me fue imposible costearlo, en ese viaje todas mis "amigas" me olvidaron, supongo que mi deseo era recuperarlas pero eso es imposible.- Acabas con un suspiro y te sientas junto a mi.- El lugar a donde iban era hermoso, pero nunca he podido ir y decidí que si hice tu deseo realidad tu puedes ayudarme con el mío, como también dijiste.-

-¿Tienes algo que hacer hoy?- Ríes levemente y me volteas a ver.-

-¿Acaso tienes planeado llevarme a un lugar cada vez que nos veamos?-

-Te dije que te sorprendería todo lo que no sabes de mi Virgo.-

-¿A dónde iremos?- Te miro unos momentos.-

-Te refieres a dónde vamos.- Tomo tus cosas y tu mano tirando de ti hasta llegar al pasillo.-

-Pero tu estás loco si crees que voy a saltarme un día de clases.- Le sonrío y ella me ve con terror.- Estás demente.-

-Me sorprende que no te hayas dado cuenta antes.- Me mira mal y yo solo le sonrío, trata de safarse de mi agarre pero al ver que es en vano comienza a caminar rendida.-

-Espero que hayas traído un auto porque no vas a lograr que me suba a una motocicleta.- Río y llegamos al estacionamiento.-

¿Qué me has hecho Virgo que en solo una semana me has hecho sonreír más que en los 6 meses pasados?

-Su carruaje señorita.- Abro la puerta del carro de Aries y ella me mira incrédula.-

-¿De dónde sacaste un carro?- Dices mientras lo prendo.-

-Es de un amigo, supongo que no le molestará que lo tomemos prestado unas horas.-

-¿A dónde vamos?-

-Eso es un secreto y si te lo dijera tendría que cambiar de planes.- Te acercas a mi y quedamos a centímetros.- No hagas eso, me pones nervioso.- Digo sin apartar la mirada del camino.-

-¿El gran Escorpio nervioso por una chica? Eso es nuevo.- Dices burlándote y sonrío levemente.-

-No deberías jugar con fuego Virgo.- Miro que la luz pone rojo y paro el carro.- Podrías quemarte.- Aprovecho la distancia para robarte un beso que dura unos segundos, la luz pone verde y arranco de nuevo.-

Te acomodas en el asiento y tratas de esconder tu evidente sonrojo.

-¿La gran Virgo sonrojada por un chico? Esa no me la sabía.- Muerdes tu labio para reprimir una sonrisa y me sacas la lengua.- Oh muy maduro de tu parte.- Ríes y conectas tu celular al auto.-

-¿Algo en especial que quieras escuchar?- Me preguntas y niego.- De acuerdo. - Murmuras suavemente y una canción que desconozco se reproduce.-

El camino es relativamente corto, y se ve lleno de canciones al azar, risas de ambos y plabras sin sentido.

-Llegamos.- Estaciono el carro y bajamos de él.-

-¿Dónde estamos?- Preguntas curiosa mientras te aferras a mi brazo haciéndome sonreír.-

-Quizás no puedo llevarte al destino que me contaste pero cualquier lugar es hermoso si estás tú en él.-

Te guío por el camino que me sé de memoria y llegamos al lago que se encuentra en el bosque.

Sueltas mi brazo y corres hasta el dejando que el viento despeine tu cabello y alborote tus prendas.

-Es hermoso.- Dices aun de espaldas.- ¿cómo sabías de este lugar?- Me volteas a ver cuando llego junto a ti.-

-Solía venir con mi papá cuando era niño, cuando murió tomé este lugar como un escape de todo, solo tu y yo sabemos de la existencia de este pequeño paraíso.- Sonríes y te acercas al agua, pasas tus dedos por ella delicadamente, de la misma manera que lo hiciste con mi alma.-

Sonríes y deshaces el nudo de tus botas, las quitas junto con tu suéter y quedas en el vestido y las medias.

-No eres el único que está lleno de sorpresas.- Corres hacia el agua y te dejas caer en ella, veo como te hundes y pasan unos segundos antes de que salgas a la superficie tiritando de frío.-

-Estás loca, te va a dar hipotermia si no sales de ahí.- Digo preocupado y comienzas a reír mientras nadas en el agua.-

-¿Piensas dejarme sola?- Suspiro viéndote detenidamente.-

Oh Virgo, hoy no estás cubierta de niebla, hoy fuiste viento que se coló en mí haciéndome estremecer de las nuevas emociones que me haces sentir.

Me quito los converse, los calcetines y la camisa para correr a tu lado, te tomo por la cintura y nos hundo, cuando salimos a la superficie comienzas a reír.

El agua está helada, pero cuando estoy junto a ti todo lo que puedo sentir es calor.

-Me debes algo.- Enarco una ceja y ríes.- Nadie me roba un beso sin recibir un castigo, mucho menos dos.- Dices como si fuera el fin del mundo.-

-¿A si? ¿Y qué vas a hacer al respecto?- Juntas nuestros labios y nos hundes de nuevo, abro mis ojos y te veo alejarte de mi con una sonrisa, jalo de tu mano y hago que me beses de nuevo, no hay necesidad dw salir a la superficie en mucho tiempo porque tu me das todo el aire que necesito.

-Tengo frío.- Dices después de un rato.-

Salimos del agua y tu te quitas las medias quedando en el vestido mojado.

-Eres una tonta, vamos.- Te pones el suéter y yo tomo mi camisa, el camino al carro no es largo así que llegamos rápido.-

Abro la cajuela y saco de mi mochila mi ropa para educación física y te la doy, murmuras un gracias y cambias tu vestido por mis pants y una playera sin mangas, todo te queda muy grande y te hace ver adorable, saco mi chamarra y te la pongo.

-¿No vas a tener frío?- Niego y me ves con desconfianza, beso tu frente y nos subimos al carro.-

Pones música y yo prendo la calefacción, el camino se sumerge en estornudos ocasionales, cambios de canciones y respiraciones sincronizadas.

-Gracias- Sueltas de la nada y sonrío.- Hablo enserio, nadie había hecho esto por mi.-

-Porque nadie había tenido el valor de decirte cuánto vales, y esto es poco Virgo, si pudiera darte más lo haría sin pensar.-

Asientes y me das tu dirección, anotas algo en un post-it azul y lo pegas en la ventana.

-Nos vemos mañana.- Me das un beso en la mejilla y bajas corriendo hasta llegar a tu puerta, la abres y te volteas para decirme adiós una última vez con la mano y entras a tu casa.

Despego la nota del vidrio y me sorprendo al ver que es tu número.

¿Qué me has hecho Virgo que desde que te conocí nunca había pasado por mi cabeza pedirte tu número y ahora que lo tengo no sé qué hacer con él?

VirgoWhere stories live. Discover now