4. "El diario."

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-¡Nos vamos de este maldito pueblo hoy mismo!

¿Qué?

-¿Se puede saber que es lo que te ocurre? - pregunté juntando mis cejas en una línea fina.

Desde que salimos de urgencias el silencio era el único acompañante que teníamos hasta que mi madre comenzó a maldecir y reprochar estupideces totalmente fuera de sí.

-¡No puedo seguir aquí ni un segundo más! - gritó de vuelta. Giró el volante del coche hacia un lado, adentrándose a la pista que llevaba al garaje de casa. - ¡No me puedo creer que esté pasando esto!

-¿Que esté pasando qué cosa? ¿A qué te refieres? - pregunté. Pulsó un botón que tenía en el llavero y la puerta del garaje comenzó a abrirse. - ¿Me vas a contestar?

-¡Mira tu estado Jenner! - volvió a decir evadiendo nuevamente mis preguntas mientras hacía un intento de aparcar el coche. - ¡Y encima la gota que colma el vaso es que vayas montando en coches de drogadictos! ¡Estoy muy segura de que ese chico fue el que te hizo esto!

-¿Pero qué estás diciendo? - pregunté. El coche paró y mi madre puso el freno de manos y apagó el motor mientras soltaba un suspiro, ni siquiera me había mirado a los ojos. - ¿De dónde sacas que es un drogadicto y que me hizo esto?

- ¿Le conoces acaso? - preguntó ella elevando una ceja. Negué con la cabeza en respuesta. - Entonces puede ser eso y mucho más. - escupió con odio y procedió a desabrocharse el cinturón de seguridad. - Haz tus maletas Jenner a primera hora de la mañana nos largamos de aquí...de este pueblo inútil.

- No. - solté en seco. Desabroché el cinturón de seguridad y abrí la puerta del coche. - ¡Este pueblo inútil te ha acogido y te ha dado tu trabajo! - dije mientras cerraba la puerta con fuerza. Mi madre salió detrás mía con el ceño fruncido y se cruzó de brazos mientras me miraba totalmente desconcertada. - ¡Este pueblo inútil me ha dado a mis amigos! ¡Me ha dado paz! ¡Y no me iré de aquí solo por qué te ha dado un ataque de histeria así de repente! - mi respiración estaba acelerada y mi pecho subía y bajaba con rapidez.

- Las maletas que estén listas antes de la noche. - contestó fingiendo una falsa tranquilidad. Estábamos teniendo una fuerte confrontación y ninguna daría su brazo a torcer. Negué con la cabeza y comencé a andar en dirección a la puerta de salida del garaje la que me llevaba dentro de la casa. - No voy a repetirlo más veces Jenner no te comportes como una malcriada. - reprochó. Paré en seco y volví a darme la vuelta.

-¿Yo estoy actuando como una malcriada? - pregunté incrédula. - ¿Soy yo la que se quiere marchar y dejar toda su vida atrás sin ningúna razón? Dime y si hay una razón por la que te quieres ir... ¿Cuál es? Tengo derecho a saberlo. ¿No? - ella negó con la cabeza y soltó una risita desganada. - ¿Conoces a ese chico que me trajo? ¿Eso es lo que te ha puesto tan nerviosa? - volví a preguntar mirándola con curiosidad. Noté como su cuerpo entero se tensaba de pronto con la pregunta. - ¿De qué le conoces? ¿Por qué te pone tan tensa que le mencione? - silencio. - ¿Por qué? ¿Quién es? - volví a preguntar. Negó con la cabeza soltando un suspiro.

-No le conozco de nada Jenner. No se quién es ese chico y no estoy huyendo de aquí por él... Que estúpido suena todo lo que acabas de decir. ¿De qué le iba a conocer? - se encogió de hombros mientras volvía a negar nuevamente. - No quiero que te juntes con malas influencias a la largo de tu vida, los amigos que hagas ahora influirán en como serás tú como persona en un futuro y no quiero que acabes mal... No quiero que llegues a casa con las pintas con las que has llegado hoy. Mírate Jenner... Estás irreconocible. Ni siquiera me has dicho cómo es que llegaste en este estado, parecía que te hubieras metido en problemas y el chico con el qué llegaste huele a problemas... Te lo digo por intuición, las madres sabemos lo qué está mal y lo que está bien... lo que es lo mejor para nuestros hijos. Tenemos nuestro sexto sentido muy desarrollado... Tú no lo entenderías.

The devil you know.Onde histórias criam vida. Descubra agora