Sehun iba todos los días, se sentaba en una mesa en la esquina, pedía un café, pero nunca era atendido por el chico de la sonrisa más bonita. En serio, él nunca había visto una sonrisa así de linda en su vida.
El rubio casi platinado ahora era castaño, Sehun supuso que el tinte comenzó a caerse y que ese es el color natural de su cabello. Era sábado y fue hasta la cafetería para estudiar, tomar un café y, por supuesto, ver al castaño. No le importaba gastarse todo el dinero de su mesada yendo hasta ahí y comprando cafés. Tampoco le importaban las burlas de Sooyoung, pues ya tenía con que amenazarla. A la chica le gustaba la mesera del lugar.
— Toma, disfruta de tu café —levanto la mirada y esta choco con los ojos color chocolate del castaño.
— Gra-gracias... —tartamudeo como un idiota y se sonrojo sin poder evitarlo.
— ¿Estas estudiando para las pruebas de la Universidad? —asintió sin poder hablar. No podía creer que el castaño le estuviera hablando— Estudia mucho y duerme bien. ¡Fighting! —le regalo una sonrisa.
Y se alejó, yendo a atender a otros clientes.
«¿Eso fue exclusivo para mí o lo hace con todos los estudiantes?»
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