Summer Love; 10 Days [Jihan/Lemon]

Día 10. (Último)

  Anoche llegamos a casa a las cuatro de la madrugada, con unas cuantas copas encima pero conscientes por completo de lo que hacíamos o decíamos; y, tal y como JeongHan había prometido, me dio una buena despedida.

Ahora, hace diez minutos que me desperté. JeongHan aún esta durmiendo y no quiero despertarlo ya que debe seguir agotado.

Me doy una rápida ducha para quitarme el olor a alcohol y sudor de la noche anterior y una vez ya vestido, me acerco a la cama y me siento a su lado.

—JeongHan... despierta, mi ángel —susurro acomodando su cabello alborotado.
—¿Ángel? ¿Qué es ese apodo? —se sonríe mientras abre los ojos lentamente.
—Es porque lo pareces —sonrío y beso su frente—. Son las once de la mañana y tu no has ido a trabajar... además debo terminar de acomodar el desastre que quedo de anoche —rio.

  Prácticamente nos revolcamos en la sala y el cincuenta por ciento de la habitación; por lo que parte de nuestra ropa estaba en la sala aún. JeongHan sonríe y se sienta en la cama, solo tiene su bóxer puesto por lo que su delgado y hermoso cuerpo queda a la vista. Beso su frente y me levanto, para ir a preparar el desayuno.

  Abro la alacena y me doy cuenta que puedo preparar un café con pan tostado. Sonrío al recordar cuando fui a su casa la primera vez, estuve a punto de preparar este mismo desayuno, pero ambos nos distrajimos entre besos y caricias, y no pudimos hacer nada –ni siquiera el desayuno– porque llegó su madre y él tuvo que regresar a la tienda.

  Pongo cuatro fetas de pan lactal sobre una tostadora en la hornalla de la cocina mientras pongo el café instantáneo en la cafetera.

—¿Que vas a preparar? —él entra en la cocina acomodando su camisa.

—Café con pan tostado y mermelada... la ultima vez no pudimos desayunar —le sonrío mientras se sienta a la mesa.

—No pudimos hacer nada —corrige divertido y asiento mientras rio—, hubiese matado a mi madre si no fuera porque tenía fiebre —comenta y vuelvo a reír mientras volteo el pan para que no se queme.

  La cafetera pita y saco dos tasas de la alacena para preparar el café, le pido a JeongHan que saque él pan de la hornalla con cuidado de no quemarse y obedece. En pocos minutos estamos sentados en la mesa desayunando juntos.

—Me lo debías —comenta metiendose un gran bocado a su tostado con mermelada de fresa en la boca, y cierra los ojos para saborearlo mejor—, y es delicioso —dice.

—Lo sé —sonrío.

—¿Cuanto tiempo te queda antes de ir al aeropuerto? —pregunta y miro el reloj de mi teléfono.

—Dos horas...

—¿Dos horas? —repite y asiento—, en dos horas podemos divertirnos un poco mas, ¿sabes? —su mirada picara, me divierte.

—Eres insaciable, ¿te lo han dicho? —pregunto riendo y él asiente.

—Si, dos veces... —me mira, como si esperara que me ofendiera o algo por el estilo, pero solo pongo los ojos en blanco, divertido con la situación. 

Su pasado no me importa, me importa el presente... y que tendré que dejarlo en dos malditas horas.

—Sería divertido... pero tu debes ir a trabajar y yo ordenar la casa antes de irme —sonrío divertido—, además... si lo hacemos no podré dejarte y la universidad quedará en el olvido —suspiro recordando que varios exámenes me esperan cuando finalicen las vacaciones.

—No quiero que te vayas —declara en un suspiro. Me toma por sorpresa.

—¿Qué? —susurró.