Capítulo 1: Esclavos.

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Era un día caluroso, una chica de cabello rojo se encontraba atada con cadenas en un campo, rodeada de hombres, más que nada, bandidos que la habían secuestrado, al verla vagando por ahí, vieron su bien dotado cuerpo, con curvas bastante marcadas y no hablas de la parte trasera, sin contar sus largas piernas torneadas, primero intentaron asaltarla, pero al notar que no tenía nada consigo la secuestraron y la ataron con cadenas, lo extraño era que nunca se mostró con temor, es más, todo lo tomo como poca cosa, y ahora estaba ahí, encadenada cual animal pero restándole importancia mirando el cielo y sintiendo el viento volar su cabello cuando...

Bandido: ¡Oe! ¡Esclava! ¡Nos vamos, deja de soñar!

El bandido, como ya era costumbre, la levanto del suelo como un costal de papas y la subió al caballo, luego se subió él y ella solo lo agarro de la ropa para no caer, tenía un grillete de madera para inmovilizar sus manos y los típicos grilletes de metal con cadenas en sus pies, pero a diferencia de otros esclavos, ella no hacia tareas o trabajos, no portaba ropa sucia ni heridas de esclavitud, ella solo estaba ahí, por el hecho buscaban una figura femenina cerca de ellos, le decían cosas hirientes o groseras pero ella nunca los escuchaba, pero fuera de eso, se podría decir que la trataban bien, eso era porque su Rukh era tan pacifico que les traía felicidad a los bandidos con su sola presencia, cuando dormía, los hombres la contemplaban y velaban su sueño, y al ser tan bonita, robaba suspiros de uno que otro, pero de no ser que la crueldad de estos para los ajenos, ellos serían personas de bien gracias a ella, pero solo con ella, con el resto del mundo eran unos genocidas.

De pronto, los caballos se detienen frente de un carruaje para asaltarlo, el dueño de dicho carruaje manda a los guardias a matarlos pero estos tenían herramientas mágicas, por lo tanto, los bandidos mataron a todos. –Masacre...- pensó ella mientras veía como el dueño bajo de su lugar y corrió a la parte de atrás con un niño de pelo azul, este último estaba dispuesto a pelear. –un báculo... debe ser un mago...- entonces, cuando iba a atacar, algo paso, el techo de carruaje salió volando gracias a un gran corte que provenía desde adentro. Un chico de pelo rojizo salió a través de la parte superior del carruaje con una espada enorme diciendo que se callaran, que perturbaban su viaje, en ningún momento vieron a la pelirroja porque siempre la dejaban atrás por precaución. Pero en esta vez, el espadachín advirtió muerte a los bandidos para luego ver a la pelirroja con los grilletes, pues desde su lugar era totalmente visible, pero lo extraño era que no estaba sucia o maltratada a pesar de estar encadenada, tampoco mostraba miedo o algo así, el pelirrojo bajo del carruaje al tiempo en que tres chicas con vendajes y sellos lo hacían y una de ellas le pedía controlarse, lo cual fue inútil, Kouha comenzó a asesinar a los bandidos haciendo que su sangre se regara por el suelo. –me retracto... esto si es masacre...- pensó la pelirroja. En un momento, la espada de Kouha comenzó a crecer, solo que en un instante, la hizo crecer demasiado y perdió el equilibrio, luego de eso atacaron al pelirrojo con sus herramientas mágicas, pero Kouha mato a varios alargando su espada, en ese momento, uno de los bandidos le dijo a otro. –Llévatela a otro lado.- el bandido obedeció y cargo a la pelirroja sobre sus hombros pero no pudo avanzar mucho pues Kouha salto haciendo crecer su espada y dejándola caer con fuerza matando a unos con el corte y a otros con la destrucción, la joven quedo sentada en el suelo cercana a Aladdin con una cara de poca cosa mientras el niño y el dueño estaban que sus ojos se salían de sus cuencas por el miedo. Cuando Kouha redujo su espada aún quedaban bandidos, estos con miedo voltearon a donde la joven asegurándose de que la joven estaba a salvo, eso los alivio pero no por mucho, Kouha clavo su espada en el suelo, la hizo crecer hasta alturas descomunales, salto y la hizo estrellar contra el suelo matando a todos. Aladdin le pregunto al señor a su lado quien era él, a lo que respondió. –Es un príncipe del Imperio de Kou... ¡Su alteza Ren Kouha!-.

Kouha miro a donde estaba la chica la cual miraba sin emoción al señor que decía su nombre, a pesar de haberle visto asesinando a sus secuestradores, no se veía feliz, triste, o siquiera confundida. Kouha avanzo hacia ella y mientras la examinaba con detenimiento, cabello largo hasta poco más debajo de la cintura color rojo muy parecido al suyo, piel pálida como porcelana, ojos rojizos y con un delineado natural en pico, una blusa de colores blanco y turquesa con una fina tela semi transparente en los brazos color turquesa azulado, un busto bastante prominente para la estatura que tenía, una falda azul claro con blanco hasta las rodillas, su vestimenta parecía bastante cercana a las familias de comerciantes, pero no parecía que lo fuera. Al llegar donde ella, alzo su espada, tanto sus ayudantes, el señor y Aladdin pensaron por un momento que la mataría también, Kouha bajo su espada rápidamente haciendo que el aire hiciera cerrar sus ojos a la chica, cuando la espada impacto, la chica abrió sus ojos observando sus cadenas y grilletes totalmente desquebrajados, ella levanto la mirada curiosa hacia Kouha y este le tendió la mano ayudándola a levantarse.

 Al llegar donde ella, alzo su espada, tanto sus ayudantes, el señor y Aladdin pensaron por un momento que la mataría también, Kouha bajo su espada rápidamente haciendo que el aire hiciera cerrar sus ojos a la chica, cuando la espada impacto, la c...

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Kouha: Tal parece que no le ha pasado nada señorita.

¿?: Hum, creo que no joven... creo... debería agradecerle.

Kouha: para nada, pero me encantaría conocer su nombre.

¿?: Mi nombre es Alderán... Fanalis nacida en el Imperio de Parthevia... un gusto Príncipe Kouha Ren.

Kouha: ¿Me conoce?

Alderán: Había escuchado de usted... y ese señor acaba de darle su presentación.

Kouha: oh, y ¿podría saber cómo termino en manos de esos vejestorios?

Alderán: vera... soy una viajera errante... escuche que Magnostadt tenía un serio problema con los No Magos... también con los problemas de las herramientas mágicas... quise saber de esto pero no me dejaron pasar... así que quise ir al coliseo de Reim por los rumores de que hay Fanalis allá.

Kouha: y la secuestraron...

Alderán: algo así... no me gusta pelear innecesariamente... nunca me hicieron daño... así que no vi porque pelear... aunque me haya ayudado... no me gusta no hacer las cosas por mi cuenta... pero aun así se lo agradezco.

Kouha: una cosa más. Usted no parece alguien común, por su ropa y su educación, parece hija de familia noble.

Alderán: Fui criada con tutores en la corte imperial.

Kouha: mmm... ¿Cómo sé que no me miente, señorita?

Alderán: No tengo ambiciones en otros imperios... o en el mío... como para decirle algo que no es verdad... príncipe Kouha.

Kouha: ... (No parece que mienta, que interesante.)

Alderán: creo que su carruaje está listo para partir... por mi culpa ha retrasado su viaje... que tenga suerte en Magnostadt... yo debo ir a Reim... con su permiso.

En ese momento, Alderán se despidió de Kouha y comenzó a andar en dirección contraria a Kouha, pero este le dijo antes de que se fuera. –Señorita... si es una errante, no tiene una afiliación verdad? Si algún día viene al imperio de Kou, la recibiremos de brazos abiertos, será mi invitada personal-. A lo que la menor respondió. –Agradezco la oferta... espero ir a verle pronto... joven príncipe-. Kouha la vio alejarse, cuando la perdió de vista hablo para si mismo. –La estaré esperando... *Aisa-san...-.

Aisa-san: Señorita amada.

Un amor en rojo (Kouha Ren)Where stories live. Discover now