Me enamoré de una estrella fugaz.

6: Junio

Parte 1

Junio.

Owen.

13 de junio del 2016.

Odiaba cumplir años.

Sentía que la vida pasaba y yo no hacía todavía lo que siempre soñé con hacer desde niño: algo grande. Una gran hazaña, no importa en qué sea, si es un descubrimiento científico o patológico, o si quiera hacer una obra de arte reconocida, ayudar en alguna fundación de caridad de manera significativa o salvar la vida de alguien. Ha como sea, sabía que más adelante lo haría, cuando menos me dé cuenta, pero no ahora.

Pero siendo adolescente a punto de entrar a la Universidad con recursos económicos de un nivel medio y sin los contactos para conseguirlo, ¿Cómo lo iba a lograr? Por eso, el cumplir un año más me recordaba que no he hecho nada de memorarse en mi corta vida, dejaré de odiar el cumplir años hasta que cumpla esa gran hazaña...

Además que cumplir el mismo día que tu hermana no era tan agradable...

Sí, tuve esa dicha de que cuando estaba cumpliendo mi primer año, a mi hermana se le ocurrió salir del vientre de mi mamá, es mi hermana y la amo, pero que celebren tu cumpleaños junto al de una chica hormonal donde sus gustos prevalecen en tal fiesta de cumpleaños y son casi lo contrario a ti... dime que tan jodido puedo estar.

Por lo menos esta vez no fue tan infantil, y me tomaron en cuenta para algunos detalles que hicieron de la fiesta para los dos géneros.

Fiesta de gala con antifaces, lo que más me gustó de todo fueron la combinación de colores: rojo y negro—mis favoritos—, y la presencia de ella...

Nunca había estado tan feliz y triste a la vez.

Estaba cerca de la piscina del local que se alquiló para la fiesta, vestido con un traje elegante y corbata negra—que de por sí me incomodaba—y un elegante antifaz negro, solo mis invitados personales llevaron antifaz negro y los de mi hermana rojo, para los que eran invitados de ambos se les dio uno que era mitad rojo y negro.

Ella llevaba el antifaz rojo y negro.

Y un vestido que le favorecía muy bien, y se veía completamente hermosa.

Muy hermosa...

La parte de arriba tenía un bordado de flores al estilo vintage de color rojo sobre un fondo negro, de igual la falda negra—con detalles rojos y dorados— que le llegaba unos centímetros por arriba de la rodilla y dejaba a la vista sus piernas pálidas a como lo era ella de piel completa y su hermoso cabello suelto con rizos gruesos, no pude despegar la vista de sus labios rojos escarlatas, tan provocativos que creo que me quedé babeando cuando ella se acercó a mí a la orilla de la piscina y fue evidente.

En ese momento sus ojos azules brillaban cuando compartimos una mirada sin decir nada, se veía tan radiante, después de sufrir tanto por la muerte de su madre, esa noche sacó su mejor sonrisa, tan reluciente que me engañó por un momento y creí que las semanas llorando o aislándose del mundo habían sido solo un sueño de mal gusto para ella y al ser muy segura de sí misma en sus gestos, más rápido el pensarlo, a pesar de estar rodeada por oscuridad, brillaba como solo ella podía hacerlo...

Como una estrella fugaz.

Y en esa noche bailé con esa bella estrella fugaz.

— Sabes que no era necesario que vinieras... —le dije hipnotizado por su increíble belleza.

— Que linda forma de recibir a sus invitados, señor Zamora —me respondió con una sonrisa coqueta e irónica—Un "hola" siquiera hubiera sido gentil.