Entrenamiento

7.3K 788 284
                                    

Ya era miércoles y yo suponía que esta vez no me quedaría con Steve acabando las clases, ya que normalmente estos días se queda a entrenar. Llegue a clases a buena hora, percatándome que Steve aun no llegaba, me comencé a preocupar pero inmediatamente recordé que ayer ya se veía mucho mejor así que no había nada que temer. Me dirigí con Pepper.

—¿Y esa enorme sonrisa? —preguntó Pepper con bastante gracia ¿acaso traía una sonrisa? Ni siquiera me había percatado de ello, no puede ser.

—Por nada en especial —dije excusándome.

—¿Seguro? ¿no será por cierto rubio que yo conozco? —dijo ensanchando su sonrisa.

—Ayer fui a su casa de nuevo y para no hacerte la historia larga, siento que pude conocer una parte más de Steve, siento que ya somos aún más cercanos —recordé con una sonrisa melancólica.

—Wowowow a este paso pronto terminaras siendo Anthony de Rogers —dijo con burla y alegría. Pepper se alegraba mucho al verme feliz y eso solo me hacía darme cuenta de lo buena amiga que era, de verdad me hace apreciarle aún más.

—Para que veas —dije a la vez de que le guiñe un ojo.

Terminando mi frase me di cuenta de que el susodicho del que estábamos hablando había entrado al salón. Inmediatamente varios compañeros lo rodearon para preguntarle por su ausencia estos últimos dos días. Steve era muy popular entre las personas, así que era de esperarse que todos estuvieran preocupados por él. Solo podía ver como se encontraba en medio de la multitud con su típica sonrisa increíblemente amable. Aunque me cueste debía de compartir a Steve por ahora. Pasaron algunos minutos y toda la bola de gente no se alejaba de él, joder que yo también quería saludarlo. Al parecer me iba a resultar imposible, ya que el profesor entro al salón con mala cara, sentando a todos en sus respectivos lugares y pidiéndonos guardar silencio. Lo primero que anuncio el profesor fue que este viernes esperaba los proyectos finales y que no los iba a recibir otro día ni a otra hora que no fuera al principio de la asignatura. Después de ello la clase paso sin ningún contratiempo. Justo cuando el profesor dio por finalizada la lección de hoy fue que yo me pare rápidamente de mi asiento para dirigirme con Steve, antes de que alguien más me ganara su atención.

—Hey Steve ¿Cómo te encuentras? —pregunté "casualmente".

—Muy bien Tony, gracias a ti por supuesto —dijo con una agraciada sonrisa, maldita sea solo con eso hacía que me desbocara—. Por cierto mi mamá quedo fascinada contigo, espera que pronto nos vuelvas a visitar y personalmente yo también lo espero, eres bienvenido cuando quieras —finalizó sin quitar ni un segundo su hermosa sonrisa. Maldita sea Steve deja de atacarme con tus encantos por favor.

—Hoy no podremos avanzarle al proyecto ¿verdad? —dije cambiando rápidamente de tema para no quedarme embobado mirándolo.

—No, lo siento Tony, hoy tengo entrenamiento y probablemente acabemos algo noche —dijo cambiando sus gestos a unos de fastidio.

—Está bien Steve, solo ten cuidado, siento que en la noche es más peligroso irse en moto —comenté con un tono preocupado en mi voz.

—De todas formas no me iré en mi moto, se descompuso así que hoy tomare el autobús —finalizó encogiéndose de hombros en forma de resignación.

—Si quieres yo te puedo llevar a tu casa —dije inmediatamente ¿de dónde jodidos había salido eso? La verdad es que no tendría ningún problema en esperarlo y llevarlo, por mi mucho mejor ya que podría pasar más tiempo con él.

—Oh no como crees Tony, solo te causaría molestias —dijo rápidamente.

—Hoy planeaba quedarme más tiempo en la escuela por un asunto que tengo que arreglar con una materia y también de regreso tengo que comprar unas cosas y tu casa me queda de paso, no es ninguna molestia —todo eso era una jodida mentira, hasta me impresione a mí mismo por la fluidez de mis palabras. De la nada se me había ocurrido eso y el tono sonó bastante creíble.

Finding true loveWhere stories live. Discover now