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Salí del hospital tras tres días de estar internada pues debían esperar a que tuviera el peso ideal. Dereck me esperaba en la salida del hospital.
No sé si aún estaba débil pero su presencia no causaba lo mismo que antes.

- ¿Tomamos un café?

-Lo que quiero es irme de aquí, llévame a una estación de autobuses. -Me estrechó en sus brazos, lo necesitaba tanto... pero también debía recordar que él está con alguien.
-No te vayas nunca más- sollozó- te extrañé mucho- dijo aún sin soltarme.

-Basta, no podemos continuar así.

- ¿Quién lo dice? -preguntó - Te he dicho que debemos hablar.

- Eso no cambia nada- me separé de él y detuve un taxi, si él no me lleva me voy. - que tengas un lindo día. - me despedí y él no se preocupó en detenerme ¿Qué otra prueba necesito para saber que él no está interesado en mí? Ninguna otra, todo está muy claro.

Llegué a la estación y tomé el primer autobús que salía en dirección a Mérida. Las cuatro horas las pase durmiendo y pensando que esta sería mi nueva vida lejos de lo que antes fui.

Vikky guarda mis cosas, cuando pueda iré por ellas. No me escribas más a este número. Te hablo cuando tenga el nuevo. Mariam

Envié el último mensaje y tiré el celular en el primer basurero que encontré al dejar el autobús.

Me instalé en un hotel primero, mañana saldré a buscar un departamento algo más cómodo para vivir.

Dereck

Tenerle en mis brazos como hace tiempo anhelaba fue la mejor sensación del mundo, se los juro. Su aroma me enloquece. Pero también me culpo por ser un tonto sé que debí soltarle todo de una vez por todas pero en lugar de eso la deje ir, cuando pude pedirle que se quedara.
Regresé al auto, si ella se va yo también.

Fui a la universidad y entregué mi tesis para terminar mi carrera y salí del aula y me encontré con Miriam

- ¿Te enteraste? las noticias vuelan ¿no crees?

- ¿A qué viene eso?

-Mariam se ha ido y no quiere saber de nadie, o al menos eso dijo Vikky- ¿Que adónde ha ido?

-No lo sabía...

- Pues ya ves cariño. Hoy saldré...

-Miriam yo me voy, no puedo continuar con esto.

- No, no puedes y lo sabes -amenazó, si lo sé y me odio por ser tan egoísta y protector.

-Al menos ya no estaremos bajo el mismo techo...

- ¿Quieres que todos sospechen de algo? no y no te lo permito te quedas. Debes ser responsable con nuestro hijo- dijo tomando mi mano y acercándola a su vientre para tocar al bebe. La aparté me repugnaba esta situación, me sentía atado de manos, inútil.

-Nos vemos en casa. - dije secamente

Cuando volví al auto recordé el día que conocí a Mariam, caí hipnotizado por sus mirada perdida y no pude evitar acercarme para saber su nombre, sabía que no era Miriam pero debía hacerla socializar un poco y lo hice.
Desde entonces busqué una manera de acercarme a ella, cuando por fin la vi fue en la biblioteca. La intención era hablarle, pero noté que quería mi libro favorito del señor Gabo, me dijo dónde estaría porque creyó que le pediría una cita y lo hubiera hecho, pero ya tenía una con su hermana. Aunque fallé, no fui a dicha cita por estar pendiente en el Pub Night, la vi llegar con su amiga supongo, estaba preciosa. Pero mi corazón se partió en dos cuando salió tomada de la mano con un chico de buena apariencia, me regañé a mí mismo por no tener el valor de entrar a ese maldito lugar, ya que si lo hubiera hecho las cosas fueran diferentes.

Me di cuenta que estaba llorando, mi cuerpo estaba temblando, la extraño. La he vuelto dejar partir.
La intente llamar un par de veces sin conseguir una respuesta.

Mariam
Empecé el día buscando un departamento, y lo encontré cerca del centro era bastante cómodo solo necesitaría solo un día para estar listo todo ,ya que no tengo nada, excepto lo que traigo en mi equipaje. Mañana saldré a buscar algo en lo cual trabajar, en un hostal es algo más pequeño que un hotel más humilde, eso es justo lo que quiero para empezar.
Por la tarde llegue a comprar un café y al llegar una chica muy sonriente me recibió sinceramente le devolví el gesto por educación porque ánimos eran lo que faltaban.
-¡Bienvenida!¿Qué desea? -Que mi vida no sea tan penosa y triste.
-Un café nada más- pedí y se retiró y me quede pensando en mi sueño pero me faltaba alguien que me apoyará. La chica llego con mi café.

-Gracias. - mientras tomaba mi café también tomaba mis propias decisiones que de una u otra forma cambiaran mi vida.

Busque por todo Mérida un local para convertirse en el mejor hostal.

Y lo encontré estaba en una esquina contaba con veinte habitaciones el local por fuera era amarillo sin duda debía darle nuevos aires. La ubicación era buena se veía transitada por turistas, además, está cerca de mi departamento era perfecto. El costo del lugar, lo cubría mi herencia y sé que si hago esto mis abuelos estarían de acuerdo, lo compre e inmediatamente coloque anuncio para buscar personas emprendedoras, que quieran apoyar mi proyecto.

Al día siguiente mi correo estaba lleno de currículums para el trabajo. Prepare un café y comencé a analizar uno a uno los perfiles enviados, sería un largo día, pero sé que quiero y puedo. Vi tres perfiles que me parecieron excelentes la chica que trabajaba en aquel café también quería trabajar para mí, al parecer es secretaria o recepcionista y como no había trabajo decidió trabajar en aquel lugar mientras tanto, me había parecido agradable así que la agregué a mi lista.
Andrés era el siguiente su perfil era lo que buscaba, un chico proactivo y además estaba guapo, bueno eso último no era tan necesario pero sería mi ayudante.
Kristhal fue la siguiente añadida ella me ayudaría en la limpieza.
El tiempo pasó muy rápido apenas me dio tiempo de cenar y darme un baño para ir a dormir.

¿Odiando O Amando A Dereck?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora