Capítulo 4

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Derek

Pasé una noche terrible, no podía dormir, intente dormir boca abajo como me dijo Abi pero tampoco funcionó porque cuando estaba profundamente dormido me daba vuelta, lastimándome ya que la pastilla no hacía mucho efecto.

Por eso estoy despierto desde las cinco de la mañana, vi salir el sol, cosa que no hacía desde hacía mucho tiempo.

Llamé a mi padre para informarle que no iba a trabajar esta semana. Trabajo con él desde que cumplí los dieciocho años. Él tiene una empresa de bienes raíces aquí en Los Ángeles y varias más alrededor del país. Cuando le informé del porqué no iba a ir, me regañó como por media hora diciéndome lo irresponsable que fue de mi parte el haberme emborrachado de esa forma. Pero después me dijo que estaba bien, que él iba a ir a las reuniones que hay pactadas para esta semana y que yo solo me enfocara en recuperarme.

Mi padre me dio trabajo en su empresa incluso antes de ingresar a la universidad, recuerdo que las vacaciones el me daba pequeñas tareas en la oficina, como repartir el correo a los demás y cosas así. Cuando ingresé a la universidad, sabía perfectamente que los negocios eran lo mío, las ventas, todo ese tema me emocionaba, y mi padre seguía dándome trabajo. Conforme iban pasando los años en la universidad, iba subiendo de puesto en el trabajo, hasta que pasé dos años en Inglaterra obteniendo mi maestría, cuando llegué de nuevo a Los Ángeles mi padre me había hecho jefe de la oficina. Y él se encargó de abrir otras oficinas.

Después de hablar con mi padre, siguió mi madre, que al igual primero me regañó y luego me dijo que se iba a venir a pasar la semana conmigo para cuidarme. Por lo cual tuve que decirle que había contratado a una señora por esta semana para que me hiciera de comer, lo cual es mentira. Amo a mi madre, pero pasar demasiado tiempo con ella puede llegar a asfixiarte. Fue difícil convencerla pero al final lo logré.

A media mañana me llamó Frank para saber cómo seguía. Al igual que mis padres, me regañó, después fue Ash y por ultimo Ethan. Todos se pusieron de acuerdo en hacerme ver que el embriagarme no deja nada bueno. Y es cierto, a parte del dolor por las puntadas, tengo una resaca increíble.

Después del regaño por parte de mis seres queridos, me tomé otra pastilla y me acosté a dormir. Recién vengo levantándome y según el reloj son las tres de la tarde. Mi estómago ruge pidiendo que lo alimente. Voy a pedir comida, ya que la cocina no es lo mío. Me levanto y tomo el celular, pero antes suena el timbre. Camino a abrir, pero me detengo primero a ver quién es, si es mi madre y ve que le mentí, me va a ir peor que solo unas puntadas.

Pero me alegro al ver que es Abi. Abro la puerta

-Hola-me saluda

-Hola Abi, pasa

-¿Cómo sigues?

-Bien, fue difícil dormir boca abajo porque no estoy acostumbrado, pero aparte de eso estoy bien-veo que trae unas bolsas que coloca en la mesa del comedor y luego camina hacia mí. Se ve estupendamente sexy con ese traje. Realza todos sus atributos. Paso saliva. Me aclaro la garganta

-Uhm... ¿saliste temprano?

-Sí, esa es la ventaja de ser la jefa. Puedes inventar cualquier excusa-sonríe-aparte es solo media hora antes, no va a pasar nada...creo-ríe

-¿Eres jefa?-eso me tomó por sorpresa, no porque no crea que no es capaz de ser jefa, sino porque no lo sabía. Asiente

-Sí, desde hace un año y medio-¿qué?

-¿Desde hace un año y medio? ¿Y cómo es que no lo sabía?

-No lo sé, talvez porque para ese tiempo estabas en Inglaterra-hago memoria. Yo llegué de Inglaterra hace dos años y ella es jefa hace un año y medio. O sea, que yo estaba aquí. Observo a Abi, parece incomoda

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