Ojalá todo fuese mentira.

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(PDV de Álvaro)

El lunes no la pude ver, pero el martes lo pasamos junto. Estuvimos todo el día juntos dando nuestras clases y al acabar nos fuimos a mi casa a cenar, Dani se nos acopló y estuvimos cenando los tres y luego nos pusimos a jugar a la play.

- Me tengo que ir.- Dijo Gis.- Mañana salimos pronto.

- Vale, espera que te acompaño a la puerta.- Me levanté y la agarré de la mano.

Llegamos hasta la puerta y ella abrió.

- Nos vemos mañana.- Me dijo y me dedicó una de sus sonrisas increíbles.

- Si.- Me acerque y la besé.

- No os quedéis hasta muy tarde que os dormiréis mañana.

- Tranquila ahora lo echo.

- Adiós.

- Adiós.- La volví a besar.

Me metí dentro de casa.

- Tu te has pillado.- Me dijo Dani.

- ¿Pero, qué dices? No digas tonterías. Venga vamos a recoger y te vas que sino mañana llegarás tarde.

Empezamos a recoger pero alguien tocó la puerta. Yo pensé que sería Gis que se había olvidado algo.

- ¿Y ahora qué te has olvidado?- Grité para que me escuchara.

Pero me llevé una sorpresa la que estaba en la puerta no era Gis, era Anna.

- ¡Sorpresa!- Gritó.

- ¿Tu qué haces aquí?

- Qué pasa, ¿no te alegras de verme?

- Si, no es eso es que te faltaba un mes ¿no?

- Luego hablamos.- Se abalanzó sobre mi y me beso.

- Álvaro, ¿quién es?- Preguntó Dani.- ¿Anna?

- ¡Ah! Hola Dani.- Dani y Anna nunca se habían llevado bien.

- Bueno yo me voy.- Dijo Dani.

- Si será lo mejor.- Ya no recordaba como de directa era Anna.

Cuando Dani se fue Anna me llevó hasta el dormitorio y me quito la ropa? era muy salvaje, incisiva y concreta, lo que quería lo tenía, así de simple. Yo también le quité la ropa y estuvimos juntos.

- ¿Me has echado menos?- Me besó.

- Si.- La volví a besar yo.

Estuvimos toda la noche acariciándonos, mirándonos, besándonos. Yo me sentía un poco incómodo, me acordaba de Gis. Finalmente nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente nos despertó el móvil de Anna. Miré el reloj.

- ¡Mierda!

Anna se fue fuera ha hablar. Yo me empecé a vestir.

- Joder, llego tarde.

Salí de la habitación y cogí mi mochila, que estaba en el comedor.

- ¿Álvaro, me puedo quedar unos días aquí?

- ¡Eh! Si, claro cuando vuelva hablamos, vale.

- Vale.- Me besó.- Adiós, cariño.

Salí corriendo de allí. Cuando llegué pensé en Gis, ¿qué iba a hacer ahora?. Al llegar allí estaban todos.

- Buenos días. Perdón, me he quedado dormido.

- Buenos días.- Me dijo Gis, no pude mirarla a la cara.

Mirame, ¿por qué no me quieres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora