IV Soñando despierta

17.6K 402 37
                                    

Vi a Zara parada a orillas del mar. Eran las seis de la tarde y ella estaba una hora antes de lo dicho. Me pregunté el porqué…

Fui hacia ella y ya se había dado cuenta de mi presencia por lo cual giró a verme.

- Hola… - susurré con la mirada baja.

- Hola… – me dijo ella con su sonrisa tierna pero débil.

- Llegue temprano, bueno... Pensé que… no estarías aquí... – Le dije colocando mi mano izquierda en mi codo derecho, apretándola.

- Yo también llegue hace un rato... si deseas puedo irme y regresar a las 7… – su mirada reflejaba tristeza. Supuse que también le incomodaba estar “peleadas”.

-¡No no!,  Y… ¿por qué viniste a esta hora? , ¿Esperas a alguien?-

En ese momento pensé que a Carin.

- A ti – sonrió por un instante- vine porque quería pensar , quería...disculparme… -pasó su mano por su cabello en señal de nerviosismo.

- Yo también quería disculparme, me moleste por las puras… lo siento... en verdad… – no pude esconder mis ojos tristes.

- ¿Te parece si lo olvidamos? Además fue mi culpa yo te deje de lado, no quería hacerlo pero no sabia como librarme de Carin, lo dejamos atrás ¿si?- sus mejillas mostraron un color rosa suave, que le quedaban perfectamente.

- Genial – le dije contenta, porque quería seguir a su lado… con ella…como amigas…

- Ya que ambas llegamos temprano, ¿te parece si caminamos un poco?- mostró una de sus sonrisas tiernas.

- Sí. Es una bonita tarde ¿verdad? – Sonreí viendo el paisaje hermoso.

Estuve feliz, ya habíamos arreglado el… ¿debería llamarlo “problema”? 

Zara volvió su mirada hacia mí, no pude evitar ruborizarme. Sonrió nuevamente con tanta dulzura.

- Si, muy bonita – afirmó aún con sus ojos puestos en mí.

En realidad, fue el segundo día que hablé con ella. El segundo día desde que la conocí. Suena bonito ¿no? No hubo pasado mucho tiempo como se pueden dar cuenta, pero sentí que nuestra amistad iba a ser única, quizás ella no sintió lo mismo, no pensó lo mismo, pero yo sí y eso me bastó. Entendí que ella y yo teníamos una especie de conexión, una amistad especial.

Soy de las que creen que no todo es casualidad, que todo pasa por algo.

 Quise que Zara estuviera siempre a mi lado, ser siempre amigas- cosas de jóvenes, tener siempre una amiga- por muy loco que haya sonado para mí. Sé que el siempre es una palabra muy larga y que en algún tiempo nos íbamos a separar, pero, no había conocido a alguien como ella…

Fuimos caminando por las piedras que rodean la playa.

Sólo pude pensar en lo bien que hubo resultado todo, estuve en mi mundo de alegría, así que por ir distraída tropecé con mis propios pies. Sin darme cuenta fuimos a la parte de la playa en donde había arena, ya no piedras, felizmente, sino la caída hubiera sido muy, muy dolorosa. No fue nada grave, de hecho comencé a reír al ya estar tirada  y Zara inmediatamente me ayudó, o eso trato…

Enamorada de una chicaWhere stories live. Discover now