Capítulo 36.

20.1K 1.4K 223
                                    


CAPÍTULO 36.— ¿QUÉ SUCEDE CONTIGO?

Le eché un último vistazo a Alex, le sonreí y besé su mejilla como despedida. Observé mi entorno en dl intento de divisar a Nickolas, sin embargo no logré verle en ningún lado así que se ese modo asumí que quizá había salido del lugar. Sentí una punzada en el pecho, no creí que fuera tan cobarde como para no hacer ni decir nada al respecto.

Pero tal vez él creía que se lo merecía...

Caminé hacia la salida acelerando el paso hasta iniciar a correr. Los guardias en la puerta me observaron confusos pero no parecieron tomarme demasiada importancia. Levanté la vista intentando fijarme en que dirección se había ido, entonces noté su espalda lejana y suspirando de alivio me eché nuevamente a correr con la intención de llegar hasta él. Nickolas por su parte, caminaba rápidamente con paso decidido, así que por más que corriera, mis piernas eran demasiado cortas como para llegar a él.

—¡NICKOLAS! —chillé causando que muchas personas cercanas me observaran como un bicho raro. No era la primera vez, así que ya estaba acostumbrada.

Él no se detuvo, de hecho comenzó a caminar con más rapidez dejándome mucho más lejos de lo que ya me hallaba. Suspiré con decepción y nuevamente eché a correr intentando seguirle el paso, no obstante, puesto a que no se detuvo ni un instante para respirar y no vaciló ni un momento terminé perdiéndolo de vista.

Me senté en una banca para recuperar el aire. Haberlo perdido tan de repente no era tan malo, después de todo en cuanto volviera a casa nos encontraríamos y él tendría que afrontar el vernos cara a cara, podría charlar con él y quizá podríamos arreglar las cosas.

Cara a cara.

Joder, como deseaba volver a besarlo...

Cuando volví al departamento me deshice del maquillaje que aún restaba en mi rostro, me duché y me preparé para la cama; comí algo viendo una película echada sobre el sofá, esperé por horas y horas, o al menos eso parecía... Quizá la realidad es que solo habían transcurrido veinte minutos, sin embargo así se sentía. Como una diminuta eternidad. Y dicen que el tiempo todo lo cura, pero cada minuto se sentía como un fuerte puñetazo en el estómago que me sacaba el aire.

Y Nickolas nunca llegó a casa esa noche...

Mordí la uña de mi dedo pulgar observando la pizarra con gran concentración

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mordí la uña de mi dedo pulgar observando la pizarra con gran concentración... Claro que en lo que estaba concentrada no era la pizarra..., ni la clase, era simplemente el pequeño y simple detalle de que Nickolas se hallaba ahí, sentado tan sólo un par de asientos delante de mí, ignorando el hecho de que no había dormido en casa anoche.

¿Dormiría él con alguien?

Oh, si descubría que lo había hecho iba a asesinarlo.

Noté que su rostro giraba 90 grados hacia su derecha y me observaba de reojo como si tratara de apreciar mi reacción. En un instante dejé de morder mi uña y le saqué el dedo de en medio, pero ¡bendita sea mi suerte! Que el maestro se había girado captando mi gesto y no tardó en pensar que dicha seña era dirigida a él.

Un compromiso arreglado por el gobierno.Where stories live. Discover now