Capítulo 39.

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Tranquilas, guarden la calma. No es el final de la novela, simplemente es el final de Nickxana.

No me odien pliz.

Ni me maten.

Los quiero♥

(Eso ↑ estaba antes. No me odien)
Akjdksjxksks Darka actualizó rápido :0 es un milagro :0

¿Será que está de buenas?

¿O será que es antisocial y no tiene amigos con quiénes pasar el tiempo?

¿Quizá la raptaron algunas lectoras, la encerraron en una habitación con solo una computadora y la obligaron a escribir zy o zy?

¿Ustedes que creen?

Yo voto por la última :0

CAPÍTULO 39.— ¿LA PROMETIDA DE ALEX?

Al final de la noche, ninguno de los dos durmió, lo único que hicimos fue explorar el cuerpo del otro enfocándonos en los detalles, pero nuca llegamos a más que eso. Desperté topándome con su rostro a primera hora de la mañana y no pude evitar sonreír, sin embargo, a medida que los pensamientos volvían esa sonrisa se disminuía al punto que fue inexistente. Las sábanas estaban enrolladas entre mi cuerpo y el de Nickolas, cubriéndonos en gran parte. Sus brazos estaban a mi alrededor sujetándome con ternura. No pude evitar bajar un poco mi ánimo gracias a que consideré que en algún momento iba a irse y dejarme nuevamente como al inicio.

Sola...

Me sobresalté cuando sentí sus dedos acariciar mi brazo subiendo de arriba a bajo y produciéndome un agradable cosquilleo. Lo miré con curiosidad y noté que tenía sus ojos entrecerrados. Su mano caminó por mi cuerpo hasta parar en mi cintura. Su sonrisa perezosa se amplió en cuanto me observó y yo le devolví una del mismo modo.

—¿Ya despertaste? —preguntó con la voz ronca y un tono ligeramente adormilado.

—Ya desperté.

Nickolas se inclinó y besó mi frente con dulzura, provocando una sensación de calidez. Lo observé con una sonrisa perezosa y enterré mi cabeza en su pecho utilizando su brazo como almohada hasta que una ligera alarma se encendió en mi cabeza recordando que olvidaba algo... Algo importante. (Y no, no el condón porque no tuvieron relaciones. Debía aclararlo. ¿Ahke? Ignorenme)

—Mierda, ¡Nickolas! ¡La escuela! —exclamé levantándome al instante y buscando entre las cosas mi celular, pero no estaba encendido y tampoco sabía dónde lo había dejado por última vez.

Nickolas no pareció tomarle importancia a mi comentario. Rascó sus ojos con el dorso de sus manos y bostezó despreocupadamente. Fruncí el ceño y lo golpeé repetidas veces en el intento de que mostrara alguna señal de vida o mínimamente interés.

—¡Nickolas!

—No vayamos a la escuela. Necesito dormir y estar más tiempo contigo —respondió ubicando su antebrazo sobre sus ojos.

—Por más que me haya encantado tu frase y también quiera pasar tiempo contigo, tengo examen final de Literatura y eso si influye en mi futuro —mencioné arrepintiéndome al instante en que solté ese comentario. Mordí mi labio inferior y me golpeé la frente—. Lo lamento, no quise que sonara así.

—No. Tienes razón, Roxana. Quizá no seré parte de tu futuro. —Hizo una mueca—. Además no has negado tu afirmación anterior, simplemente te has disculpado por decirlo de manera tan directa. Pero es verdad. Tienes razón.

—Nickolas...

—No voy a permitir que lo niegues. Ya lo has dicho, apresúrate o llegarás tarde a clase —murmuró sin apartar su brazo de sus ojos.

Un compromiso arreglado por el gobierno.Where stories live. Discover now