Tu Amor Ya No Es El Mismo

Enfermo

~"¿En la salud y en la enfermedad?" ~ Preguntó Jared simulando su boda.
~"Hasta que tu adicción a los regalices termine." ~ Respondió Jensen, llevándose una mueca como respuesta.

Narra Jared:

Dolor, frío, debilidad, sueño... Eso es lo que sentí al levantarme de la cama, la cual tenía una sabana cubierta por sudor, me fui a levantar y caí redondo al suelo, me agarré a una silla y me senté en ella. Respiré, al final el "resfriado" no era tan leve como pensaba. Me levanté, y lo menos tembloroso que pude me acerqué a la mesita, cogí el termómetro y me lo puse... Cuando terminó con su estridente sonido lo miré, ¡¿40°C?! Esto sin duda es una fiebre importante. Debo llamar a Derek para que me traiga agua y un paracetamol para la cabeza.

- Derek... - No respondía - ¡Derek! - Será vago el tío este - ¡¡¡DEREK MARTAKIS!!! - Se abrió la puerta, dejando pasar a un monstruo con cara de sueño y con un nido en la cabeza, que se supone que es pelo, aunque ahora miraré el mío, si llego al baño. Me iba a responder de manera bordé hasta que me vio la cara, debo parecer un zombie cruzado con un vampiro para que pusiera esa cara de horror.

- ¿¿¡¡Lo ves!!?? Te dije que te ibas a enfermar. - Va hacia mí y me arrastra hasta el baño, encendió el agua fría y me dejó sentado en el inodoro. Como se le ocurra meterme ahí juro que lo mato aún muriéndome.

- ¿Tienes sed? - Asentí. - Bien, iré a buscar agua. - Se fue corriendo torpemente por las escaleras, le falta algo muy importante.

- ¡¡Eh!! ¡¡¡Traeme un paracetamol también!!! - Oí un "Sí" muy alto, creo que lo oyó. Mierda, hoy se suponía que tenía que ir a trabajar, pero bueno, que se le va a hacer, espero que no me griten demasiado cuando vuelva. Y por lo que veo el agua me va a dejar peor de lo que ya estoy, ¿desde cuándo está ese nivel de frialdad en mi ducha? Pero si está tan fría que hasta en el Polo Norte seguro que está más cálida.

- Bueno, ya llegué, toma - Me dio el vaso y la pastilla, me tragué la pastilla y el agua la bebí como si hubiera estado en el desierto, odio estar enfermo. - Ahora quítate la ropa - Le miré mal. - Bueno, quédate con la ropa interior, pero tienes que bañarte sí o sí.

- ¿¿En esa bañera?? ¡Pero si parece un iglú con agua helada dentro! - Me miró con reproche, como una madre con su hijo. - P-pero... ¡Agg! Está bien, pero me debes una, ¿eh? - Me quité la ropa menos el boxer y me metí en el agua rápido, mejor de un tirón y así no sufro tanto, espera, eso sonó mal... ¡A la mierda! Nadie me está escuchando igualmente. - ¡Por Chuck! ¡¡Qué fría!! ¡Quiero salir! - Intenté escaparme, sin éxito.

- No, estarás aquí hasta que te baje la fiebre, así que vete cogiendo palomitas porque esto va a durar un rato. - Me sujetó hasta que me calmé, voy a morir aquí dentro, si alguien me escucha que le diga a mis padres que los quiero mucho, a Jeff, Megan, a Thomas y a Justin... Y a Jensen.

- V-vale, pero tráeme el ordenador para ver una peli o algo, no me voy a comer las palomitas así, ¿no? - Le sonreí, se lo pensó y fue a buscarlo. Comencé a jugar con el agua, salpicando un poco y siguiendo las líneas de las paredes, la verdad es que el aburrimiento mata. Cuando llegó yo estaba subiéndome por las paredes, no puedo estar mucho tiempo quieto, y esto es una tortura, mi cuerpo ya está dormido, pero ahora es peor porque ni siquiera puedo mover un dedo.

- Aquí está. - Puso el portátil en una silla. - ¿Qué quieres poner? - Me lo pensé, que sería mejor, ¡ya sé! - Pon Sobrenatural. - Puso la serie, y, con algo que creo que era duda, preguntó:

- ¿Qué temporada? - Yo ya me las había visto todas, pero quería ver uno en particular.

- La temporada diez, episodio tres. - Vi como, quitando mucha propaganda de por medio, ponía en marcha el capítulo. Le di las gracias y se fue, comentando que venía en 30 minutos, suficiente.